La fascinante maniobra de las moscas para posarse y andar sobre el techo
El insecto es capaz de rotar su cuerpo 20 veces en un segundo. El estudio de sus evoluciones abre nuevos interrogantes a la neurociencia e inspira a la rob¨®tica
Durante la Edad Media, la capacidad de las moscas para caminar sobre el techo con facilidad y firmeza fue resuelta como ¡°un artificio del diablo¡±, escribe Xavier Sistach en su obra Historia de las moscas y de los mosquitos (Arpa, 2018). Un estudio publicado en Science Advances este mi¨¦rcoles ofrece la primera descripci¨®n exhaustiva del posado bocabajo de la mosca y resuelve as¨ª todas las dudas. Las moscas utilizan un sensor visual antes de rotar su cuerpo diminuto con extrema rapidez, equivalente a hacerlo 20 veces en un segundo, y extender sus patas para agarrarse al techo. Su cerebro min¨²sculo es capaz de generar maniobras tan espectaculares e inspiradoras que los expertos quieren aplicarlas al mundo de la rob¨®tica.
Es la primera vez que descubrimos que procede a maniobras muy complejas y sobre todo, que piensa en c¨®mo minimizar su esfuerzo
Los investigadores han analizado el comportamiento de 30 moscas azules de la especie Calliphora vomitoria encerradas entre tres y siete d¨ªas en una caja de 20 cent¨ªmetros de alto, largo y ancho. El movimiento de todas ellas fue captado por un sistema de grabaci¨®n de alta velocidad. El estudio evidencia la capacidad del insecto de coordinar todo su cuerpo y mirada para adaptarse a cualquier superficie e inclinaci¨®n. El mecanismo se divide en cuatro movimientos en serie: en primer lugar, el insecto acelera hacia el techo a toda velocidad, luego invierte su cuerpo gracias a se?ales visuales en tres dimensiones y se agarra con todas sus patas.
Bo Cheng, uno de los autores del estudio e investigador de la Universidad Estatal de Pensilvania, ve este proceso como una haza?a acrob¨¢tica incre¨ªble, aunque no es el ¨²nico insecto capaz de andar bocabajo. ¡°Todo el mundo ha visto ya moscas en el techo, conocemos el comportamiento rutinario de este insecto, pero es la primera vez que descubrimos que procede a maniobras muy complejas y sobre todo, que piensa en c¨®mo minimizar su esfuerzo¡±, explica.
Avances para la neurociencia y la rob¨®tica
Una de las grandes cuestiones de los investigadores es entender c¨®mo la mosca, con un cerebro min¨²sculo de unas 100.000 neuronas (cuando el humano tiene activas unas 80.000 millones), es capaz de realizar tal proeza en un abrir y cerrar de ojos, cuenta Jean Michel Mongeau, otro autor y cient¨ªfico del departamento de ingenier¨ªa mec¨¢nica de la universidad. ¡°El ser humano ignoraba este mecanismo porque simplemente no lo pod¨ªa ver. Ahora aparecen nuevas cuestiones para la neurociencia. ?C¨®mo puede venir la informaci¨®n y generar una respuesta tan r¨¢pida?¡±, a?ade.
Este estudio nos permitir¨¢ mejorar el consumo de energ¨ªa y la orientaci¨®n de nuestros equipos
Los p¨¢jaros son incapaces de hacer lo mismo. Ellos terminar¨ªan estrellados contra el techo; en cambio, las moscas aprovechan la energ¨ªa creada por la velocidad. Para los ingenieros, comenta Cheng, este descubrimiento es un ejemplo que hay que seguir para el mundo de la rob¨®tica. Jianguo Zhao, autor del estudio y director del Laboratorio de Rob¨®tica Adaptativa en la Universidad Estatal de Colorado, expresa su fascinaci¨®n hacia estos insectos y promete que se puede mejorar el vuelo y el aterrizaje de los drones inspir¨¢ndose de ellos. ¡°El robot que vuela actualmente solo puede estar un tiempo determinado en el aire y necesita mucha energ¨ªa. Este estudio nos permitir¨¢ mejorar el consumo de energ¨ªa y la orientaci¨®n de nuestros equipos¡±, argumenta.
Para reproducir el cerebro de la mosca en un robot es necesario crear muchos algoritmos combinando las virtudes de ingenier¨ªa mec¨¢nica y la inteligencia artificial, explica Cheng. Para ¨¦l, este mundo es muy flexible y se puede crear y controlar un gran n¨²mero de dispositivos. ¡°Hay que inspirarse de los mecanismos complejos para crear unos sencillos. Tenemos que aprender de los mejores ?no?, pues aqu¨ª son las moscas¡±, concluye.
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