Para que no voten s¨®lo los incondicionales
El problema de estas elecciones: si no acuden a las urnas m¨¢s que los incondicionales de cada formaci¨®n, ser¨¢n ellos los que decidan por nosotros.
AS? QUE AQU? estamos de vuelta, a los seis meses de las ¨²ltimas elecciones, que, gracias a la incompetencia y la mala fe de nuestros pol¨ªticos, no sirvieron para lo que deb¨ªan: tener alg¨²n Gobierno que durara lo previsto, unos cuatro a?os. Lo ins¨®lito es que, tras el fracaso, el elenco sea el mismo sin apenas variaci¨®n. Se ha a?adido un peronista convencido, Errej¨®n, al que a¨²n no se le alcanza que todos los largos males de la Argentina tienen su origen en el General Per¨®n, amigo y protegido de Franco, quien lo obsequi¨® hasta con una calle en Madrid. En este 10 de noviembre nada, absolutamente nada, nos puede incitar a votar. Si ya en abril se hac¨ªa casi imposible optar por un partido, ahora todav¨ªa m¨¢s. ?Qu¨¦ se hace en este caso?
El PSOE sigue tan entontecido y fofo como en la ¨²ltima d¨¦cada, exhibiendo como mayor haza?a desde la moci¨®n de censura de 2018 el traslado de una momia cuyo destino le trae al fresco a la mayor¨ªa de la poblaci¨®n. Por lo dem¨¢s, pende sobre ¨¦l la amenaza de la corrupci¨®n de los ERE. Mayores y m¨¢s numerosas son las causas por corrupci¨®n que a¨²n se ciernen sobre el PP. Ya fue condenado en una de ellas y eso le cost¨® la gobernaci¨®n. Las bases ¡ªes incomprensible que las bases de todos los partidos escojan a menudo lo peor¡ª otorgaron la jefatura a Casado, un disc¨ªpulo y entusiasta de Aznar que se hizo m¨¢s derechista de lo que ya lo era Rajoy, y en consecuencia obtuvo para su partido los resultados m¨¢s escu¨¢lidos de su historia. Da lo mismo: ah¨ª permanece Casado, que ahora intenta parecer m¨¢s centrista que entonces, con poco ¨¦xito de momento. Claro que en la tarea lo ha ayudado enormemente el que se ten¨ªa por partido ¡°moderado¡± o ¡°bisagra¡±, Ciudadanos. El caso de esta formaci¨®n ser¨¢ estudiado: con unos votos considerables hace seis meses, ha hecho lo indecible para perderlos, cabrear a sus electores (no muy firmes ni incondicionales) y de paso a una gran cantidad de espa?oles, que desearon con claridad lo siguiente: que Ciudadanos pactara con el PSOE, poniendo freno a sus tonter¨ªas mayores. Hasta el Financial Times se lo aconsej¨®. De haber eso ocurrido, nos habr¨ªamos ahorrado insoportables meses de toma y daca entre Podemos y el PSOE y esta nueva convocatoria. Habr¨ªamos tenido un Gobierno lleno de defectos y dificultades, desde luego, pero m¨¢s o menos equilibrado y ¡°normal¡±, como el de tantos pa¨ªses europeos. Tras su obcecaci¨®n y su viraje furioso a la derecha, Rivera quedar¨¢ como uno de los pol¨ªticos m¨¢s tontos del siglo, en la innoble compa?¨ªa de Artur Mas y David Cameron. Los tres han sido magistrales a la hora de torpedearse a s¨ª mismos. Como Rivera no gobernaba, las consecuencias de su cazurrer¨ªa ser¨¢n menos graves, eso s¨ª.
Traer a colaci¨®n a Artur Mas es oportuno, aunque ahora no compita. Convoc¨® elecciones auton¨®micas anticipadas para fortalecerse, y se debilit¨® hasta tal punto que, al poco, una formaci¨®n lun¨¢tica y marginal como la CUP lo oblig¨® a renunciar a su cargo de President. Entonces nombr¨® a dedo a Puigdemont para sustituirlo, el cual, a su vez, nombr¨® a dedo a Torra cuando se fug¨®. Es decir, un bobo nocivo nombr¨® a un bobo da?ino mayor, y ¨¦ste a otro bobo perjudicial a¨²n mayor. A los dos ¨²ltimos Presidents de la Generalitat no los ha elegido nadie, son el t¨ªtere de un calamitoso y el t¨ªtere del t¨ªtere. Pero como los cargos tienen m¨¢s peso que las personas que los ocupan ¡ªcomo si estuvi¨¦ramos en tiempos de los emperadores romanos m¨¢s trastornados, de Cal¨ªgula a Ner¨®n¡ª, el t¨ªtere mand¨® y el t¨ªtere del t¨ªtere manda, o se deja mandar a distancia por el primer t¨ªtere desquiciado y mantenido por el erario. Aunque sea sabido que los t¨ªteres se desmadejan y caen al primer manotazo de los matones, una parte de los catalanes, que siempre fueron astutos y laboriosos, realistas y excelente jugadores de p¨®ker, aplauden hechizados a sus peleles parasitarios y han roto la baraja, instal¨¢ndose en el territorio de las hadas (mal¨¦ficas), con la gran complicidad de Esquerra RC.
De Podemos y de Vox poco hay que hablar. El primer partido est¨¢ en manos de una pareja narcisista, como lo era la que formaron Juan Domingo y Evita Per¨®n. Ya s¨®lo cabe observar, con curiosidad, la magnitud de la ambici¨®n de sus dirigentes. En cuanto al segundo, es s¨®lo una caricatura acartonada del franquismo que conocimos en persona quienes contamos cierta edad. Yo lo padec¨ª durante veinticuatro a?os, suficientes para reconocer al instante el tufo y las arengas lerdas de aquella dictadura. Habr¨¢ gente que quiera volver a ella, porque masoquistas existen en todas partes. Pero la mayor¨ªa de los espa?oles, por suerte, no parecen dispuestos a someterse de nuevo a ning¨²n Sade grotesco, iletrado y barato.
Salvo los incondicionales de cada formaci¨®n, ninguno queremos ir a votar otra vez a una galer¨ªa de in¨²tiles y avariciosos, de megal¨®manos y enajenados. He ah¨ª el problema: si no votan m¨¢s que los incondicionales, ser¨¢n ellos los que decidan por nosotros. Ellos auparon a estos candidatos y nos los impusieron. Y lo cierto es que, aunque luego presuman, los pol¨ªticos, cuando sacan buenos resultados, saben que los votos son prestados y no gobiernan s¨®lo para los suyos. Eso ya ser¨ªa un enorme avance en estos tiempos tribales, tanto si lo ven ustedes ahora como si no.?
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