Los 'eco-h¨¦roes' que est¨¢n cambiando nuestra relaci¨®n con la naturaleza (y c¨®mo seguir su ejemplo)

Cuando Greta Thunberg empez¨® a saltarse las clases de los viernes para manifestar su preocupaci¨®n por el cambio clim¨¢tico frente al parlamento de Suecia, nadie podr¨ªa imaginarse que una chica de 15 a?os desencadenar¨ªa un movimiento medioambiental alrededor del mundo, capaz de conectar con miles de j¨®venes y sonrojar a l¨ªderes pol¨ªticos. La joven activista ha demostrado que un sencillo gesto puede cambiar el mundo y que, en tiempos de escepticismo e incertidumbre, todos necesitamos h¨¦roes y causas por las que luchar.

Nature Needs Heroes [La naturaleza necesita h¨¦roes] es precisamente el lema de la ¨²ltima campa?a de Timberland, la acci¨®n m¨¢s grande y ambiciosa de la hist¨®rica firma, en la que se?ala la repercusi¨®n que nuestras acciones tienen sobre el planeta. Porque la naturaleza no solo est¨¢ presente en la est¨¦tica de la marca estadounidense, tambi¨¦n en su forma de producir y en los proyectos que encara. Esta vez, dentro de su firme compromiso por impulsar un futuro m¨¢s sostenible, la marca se ha propuesto plantar 50 millones de ¨¢rboles en los pr¨®ximos a?os y se ha aliado con doce eco-h¨¦roes para difundir sus proyectos medioambientales.

"Los ¨¢rboles y los espacios naturales ayudan a mejorar la calidad de nuestro planeta, as¨ª como el bienestar individual. Nuestro compromiso al plantarlos es una forma real y significativa de actuar de acuerdo con nuestra creencia de que un futuro m¨¢s verde es un futuro mejor", apuntan desde la firma, que desde 2001 ha plantado m¨¢s de 10 millones de ¨¢rboles.?La reforestaci¨®n, seg¨²n una investigaci¨®n llevada a cabo por la universidad suiza ETH de Z¨²rich, es una de las t¨¦cnicas m¨¢s efectivas para mitigar el cambio clim¨¢tico. De modo que las acciones de este primer a?o se centrar¨¢n en ¨¢reas de Estados Unidos, Hait¨ª, China, Rep¨²blica Dominicana, Mali o ?frica, en donde contar¨¢ con el apoyo del movimiento Great Green Wall, para colocar una l¨ªnea de 8.000 Kil¨®metros de ¨¢rboles y luchar as¨ª contra el cambio clim¨¢tico, la sequ¨ªa, la hambruna y la migraci¨®n masiva que asola el continente.

El objetivo de la firma tambi¨¦n es demostrar que todos podemos mejorar nuestra relaci¨®n con el entorno cambiando peque?os h¨¢bitos cotidianos. "Reciclar todos los d¨ªas, comprar productos de comercio justo, ropa sostenible, alimentos y caf¨¦... siempre se puede hacer algo. Si eres consciente de estas peque?as cosas que puedes hacer t¨² mismo, cada vez har¨¢s m¨¢s y m¨¢s", enumera la cantante, activista y uno de los rostros de la campa?a, Inna Modja. Basta con empezar a seguir los consejos de los eco-h¨¦roes de Timberland, que presentar¨¢ adem¨¢s en Espa?a una Gu¨ªa Ecol¨®gica, para convertirse en un aliado del medioambiente.

S¨¦ responsable con tus elecciones. La arquitectura siempre ha buscado la conciliaci¨®n entre las personas y el entorno, pero no todos los materiales que se han empleado en la construcci¨®n cumplen con los est¨¢ndares de sostenibilidad. "Necesitamos utilizar materiales renovables ya. No podemos depender de los actuales para construir las ciudades del futuro", afirma tajante el arquitecto franc¨¦s, Timoth¨¦e Boitouzet. Fiel a su discurso, este emprendedor ha patentado Woodoo, un s¨²per material obtenido a base de madera modificada gen¨¦ticamente, logrando que sea transl¨²cida, m¨¢s resistente al fuego y tres veces m¨¢s fuerte que la normal. Hasta el punto de que asegura que puede utilizarse para construir los rascacielos del futuro.

Para Boitouzet existen tres tipos de personas a la hora de afrontar el problema medioambiental. "Primero est¨¢n 'los negacionistas', que creen que ya no pueden hacer nada. Despu¨¦s, 'los reduccionistas', que defienden dejar de consumir. Yo me veo dentro del tercer grupo, 'los intervencionistas'. Creo que podemos resolver los problemas con la tecnolog¨ªa. Contarle a la gente que parar no es viable, necesitamos seguir viviendo nuestras vidas, pero hacerlo con tecnolog¨ªas que no da?en el medioambiente. Hay una inteligencia en la naturaleza que a¨²n tenemos que descubrir". Boitouzet tambi¨¦n recomienda empezar por lo b¨¢sico, acciones que podemos realizar ahora mismo, como comer menos carne, apagar las luces o comprar productos de manufactura sostenible.

Convi¨¦rtete en el altavoz de los que no pueden contar su historia. Aquello que no se cuenta, no existe; y lo sabe muy bien la fotoperiodista londinense Alice Aedy. Desde que empez¨® a visitar como voluntaria los campos de refugiados, siempre con su c¨¢mara en mano, la activista ha documentado la migraci¨®n forzada en Europa y Oriente Medio as¨ª como los efectos del cambio clim¨¢tico. Desde su cuenta de Instagram, en donde acumula casi 80.000 seguidores, aborda cuestiones como la sequ¨ªa y el aumento del nivel del mar. En sus propias palabras, no se trata de convertirse en la activista perfecta, sino en adoptar peque?as acciones para ir poco a poco involucr¨¢ndonos en este movimiento.

Tambi¨¦n la artista Inna Modja ha utilizado su popularidad como altavoz. Procedente de un pueblo entre la regi¨®n de Sahel y el desierto de Mali, es perfectamente consciente de c¨®mo el entorno influye en las comunidades: conoce la historia de muchas mujeres que tienen que hacer kil¨®metros para conseguir agua potable, rob¨¢ndoles tiempo para el colegio o el trabajo, o la de muchas familias que deben migrar por culpa de la sequ¨ªa. "El cambio clim¨¢tico es una guerra permanente", dice la cantante, que ha convertido estas cuestiones en el tema central de sus canciones. "Tenemos una gran plataforma, por lo que debemos compartir el problema. El mensaje es que podemos hacerlo juntos".

Vuelve a conectar con la naturaleza. "Las ciudades ahora est¨¢n enfocadas en ser inteligentes y eficientes, pero nosotros somos humanos: naturales, espont¨¢neos, criaturas extra?as que necesitan espacio", comenta el holand¨¦s Jorn Wemmenhove, cofundador y creativo de Humankind, una agencia de transformaci¨®n urbana que promociona el desarrollo de espacios verdes en los n¨²cleos urbanos. Tan solo su casa es como una jungla repleta de plantas. Su trabajo se basa en 't¨¢cticas urban¨ªsticas', peque?as acciones que pueden convertirse en una soluci¨®n a largo plazo como, por ejemplo, cortar una calle durante un d¨ªa para que los vecinos puedan disfrutar de la ciudad y el aire puro, o transformar parkings al azar en 'parklets', llen¨¢ndolos con elementos verdes y bancos para la gente.

Tambi¨¦n el m¨²sico londinense Loyle Carner reivindica los efectos curativos de la naturaleza. El compromiso del rapero, que acaba de publicar Not waving, but drowning, va m¨¢s all¨¢ de sus composiciones. Comprometido y emp¨¢tico, ha creado una escuela de cocina para ni?os con TDAH (Trastorno por D¨¦ficit de Atenci¨®n e Hiperactividad, que ¨¦l mismo padec¨ªa de peque?o) y ha colaborado con la organizaci¨®n CALM en la campa?a sobre la salud mental y la prevenci¨®n del suicidio. Ahora, junto a la asociaci¨®n London National Park City, quiere comunicar los efectos positivos de la naturaleza en la salud mental, invitando a las distintas comunidades a salir y disfrutar de los parques o las plazas de sus ciudades.

Apuesta por otro tipo de energ¨ªa. "Cuando la gente piensa en energ¨ªa solar, suele imaginar paneles solares. Pero no se trata solo de lo que vemos en un tejado. La energ¨ªa solar debe ser m¨¢s relevante y emocional para llegar a m¨¢s gente", defiende la dise?adora de mol¨¦culas solares, Marjan van Aubel, que ha conseguido aunar ciencia y dise?o en objetos cotidianos, desde l¨¢mparas a mesas, con una eficiencia energ¨¦tica extrema. "Los tejados pueden ser solares, pero tambi¨¦n las cortinas, los cristales, el suelo... Me gustar¨ªa que la energ¨ªa solar estuviera tan integrada que ni siquiera la vi¨¦ramos", explica la holandesa, que quiere inspirar a la gente a repensar el uso que hacemos de la energ¨ªa convencional.

No exijas, informa. No se trata de pedirle a alguien que cambie su forma de vida, sino de averiguar las razones por las que a¨²n no lo est¨¢ haciendo. Ese es el enfoque psicol¨®gico que lleva a cabo Wilson Oryema en todos sus proyectos, desde la poes¨ªa a los documentales, pasando por los art¨ªculos que escribe. La basura, por ejemplo, era el tema central de Wait, una exposici¨®n de arte en la que trataba de transmitirnos el problema de la acumulaci¨®n de desechos, demostrarnos que los productos que consumimos diariamente no desaparecen cuando los depositamos en un contenedor, solo cambian de lugar para seguir ah¨ª durante cientos de a?os. Wilson propone informar sobre los problemas para inspirar a las personas a tomar conciencia de su comportamiento. "Puedes ser un h¨¦roe de la naturaleza entendiendo tu propio impacto, solo as¨ª puedes aprender a compensarlo".