Por qu¨¦ la humanidad deber¨ªa dejar de ir a la oficina y aceptar el Apocalipsis
La verdad es que nadie cree en el fin del mundo porque admitir que hemos organizado a conciencia nuestra desaparici¨®n es demasiado alucinante
Hace 20 a?os intent¨¦ avisar a mis contempor¨¢neos. En 2000, dec¨ªa en 13,99 euros lo mismo que Greta Thunberg ahora. Hoy ya es demasiado tarde: todos sabemos que el fin del mundo ya ha tenido lugar. El crecimiento ilimitado no ha sido posible con recursos limitados. Sab¨ªamos que ¨ªbamos a darnos contra el muro pero esper¨¢bamos no estar aqu¨ª ya cuando la humanidad descubriera la encerrona. Resulta que a¨²n estamos vivos cuando nuestros hijos nos piden que les contemos cuentos.
Hay que postrarse y rezar a Dios. ?Qu¨¦ podemos perder? La utop¨ªa m¨¢s optimista hoy es esperar un milagro. Y pedir el perd¨®n de nuestros pecados el resto del tiempo
El capitalismo es un avi¨®n sin piloto. Esta m¨¢quina es imparable porque la publicidad es m¨¢s potente que nuestra voluntad de ni?os mimados. La can¨ªcula definitiva llegar¨¢ en 2030, seg¨²n Guy McPherson, iniciador del concepto NTHE (Near Term Human Extinction, traducci¨®n: Extinci¨®n Humana a Corto Plazo). O bien este mismo a?o un sistema ecofascista toma mundialmente el poder, lo que es poco probable, o bien debemos aprovechar la ¨²ltima d¨¦cada humana para organizar una gigantesca org¨ªa naturista en una sauna a cielo abierto. Lars von Trier lo vio perfectamente en Melancol¨ªa (2011): o p¨¢nico o fatalismo.
La verdad es que nadie cree en el fin del mundo. Admitir que hemos organizado a conciencia nuestra desaparici¨®n, que todos los gobiernos la han planificado t¨¢citamente con conocimiento de causa, es demasiado alucinante. Preferimos esperar que algo o alguien (?el regreso del Mes¨ªas? ?Greta, presidenta del mundo?) nos salve. Aceptar lo inevitable del Apocalipsis es, sin embargo, un relajo. Es surrealista que la humanidad siga yendo a la oficina. La gente deber¨ªa gritar de terror continuamente. O dejarlo todo para volver a un bosque a follar todo el d¨ªa con hombres, mujeres, animales, plantas. Joder toda la creaci¨®n, que es lo que le hemos hecho metaf¨®ricamente a ella desde el advenimiento de la era industrial.
Solo nos queda construir un tipi con tres ramas de abedul como Charlotte Gainsbourg en Melancol¨ªa y esperar la llamarada final apretando a los hijos en nuestros brazos. Hay que postrarse y rezar a Dios. ?Qu¨¦ podemos perder? La utop¨ªa m¨¢s optimista hoy es esperar un milagro. Y pedir el perd¨®n de nuestros pecados el resto del tiempo. Es el ¨²nico modo de aceptar lo inaceptable: ¨¦ramos un accidente en el universo y vamos a desaparecer. Nuestro planeta va a volverse tan ¨¢rido como sus vecinos; el orden se restablecer¨¢ en la galaxia: piedras ardientes o congeladas que giran en el vac¨ªo sin nada encima y sin el menor significado. Ninguna vida, en ning¨²n sitio. La noche en todas partes, y el silencio, continuo.
Gracias, Se?or, por la humanidad, esta bonita apuesta provisional, pero la partida est¨¢ perdida. Nos hemos inmolado por las risas. Es demasiado tarde para quejarse o salvarse. Digo adi¨®s a la Risa Globalizada con un gran jajajajajajajajajajajajajaja.
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