La japonesa que bucea a pleno pulm¨®n junto a ballenas y cocodrilos
La creadora japonesa encontr¨® inspiraci¨®n y sentido existencial en el buceo y en la relaci¨®n con los animales marinos. La apnea cambi¨® su vida. Y le dio dos r¨¦cords Guinness.
A LOS 22 a?os, la japonesa Ai Futaki cay¨® en una profunda crisis existencial. Inadaptada a la sociedad de su pa¨ªs, dudando de la carrera de documentalista que hab¨ªa comenzado, se encerr¨® en su cuarto y rompi¨® su comunicaci¨®n con el mundo. Pasado un mes decidi¨® que ten¨ªa que salir de su enclaustramiento. ¡°No pod¨ªa terminar mi vida as¨ª¡±, dice sonriente esta mujer menuda, vestida de negro y sentada en posici¨®n de flor de loto sobre un sof¨¢ del estudio madrile?o de la fot¨®grafa Isabel Mu?oz, donde nos recibe. Entonces pens¨® en qu¨¦ pod¨ªa rescatarla del abismo, en qu¨¦ le hab¨ªa dado satisfacci¨®n a lo largo de su vida; y dio con una respuesta tan elemental como lo suelen ser las grandes verdades: ¡°El agua¡±.
Futaki naci¨® en 1980 en Kanazawa, un pueblo costero donde se elaboran quimonos. Su relaci¨®n con el agua empez¨® a los tres a?os cuando su madre la inscribi¨® en clases de nataci¨®n. Toda su vida hab¨ªa practicado deportes acu¨¢ticos, as¨ª que, en ese instante cuando todo era oscuridad, opt¨® por coger sus ahorros e irse a bucear a Honduras. All¨ª revivi¨®. Haciendo fotograf¨ªas y v¨ªdeos bajo el agua se sinti¨® bien. M¨¢s tarde se mud¨® a M¨¦xico y sigui¨® enganchada al buceo, todav¨ªa con tanque de ox¨ªgeno. En un viaje a Tailandia practic¨® el buceo libre, la apnea, y sinti¨® que esa experiencia, sumergirse a pulm¨®n y convivir con la mayor delicadeza posible con la fauna, le hac¨ªa sentirse plet¨®rica. Sus fotos con animales como ballenas o cocodrilos son pura armon¨ªa, una danza perfecta en la que parece una sirena. ¡°Ese es mi lugar¡±, dice. ¡°Nunca estoy c¨®moda en tierra¡±.
Su carrera submarina ha sido boyante. En 2011 registr¨® su nombre en el libro Guinness por ser la mujer que hab¨ªa buceado a pulm¨®n la distancia m¨¢s larga (90 metros) sin ayuda de aletas, r¨¦cord que conserva. Tambi¨¦n logr¨® el r¨¦cord con aletas (100 metros), pero en ese ha sido superada. Ha trabajado en documentales para canales como Discovery Channel o la televisi¨®n p¨²blica japonesa NHK. Adem¨¢s se ha convertido en una suerte de evangelizadora con charlas TED en las que llama a que los humanos ¡°se reconecten con el agua¡±. Su objetivo es ser ¡°un puente entre el mundo submarino y el humano¡±. ¡°Antes de nacer ya estuvimos sumergidos en un oc¨¦ano, dentro de nuestra madre. As¨ª que estar en el agua es regresar a nuestros or¨ªgenes¡±, dice. Seg¨²n ella la humanidad camina hacia una ¡°sociedad Matrix¡± en la que todo es computaci¨®n, y frente a esa hipot¨¦tica desconexi¨®n de nuestra naturaleza urge ¡°la vuelta a la matriz¡±; un entorno l¨ªquido en el que ¡°no haya pasado ni futuro, solo presente, como en el yoga o la meditaci¨®n¡±. Esta filosof¨ªa se resume en el t¨ªtulo de su primera exposici¨®n en Madrid, Naka-Ima (aqu¨ª y ahora), en espacio Raw hasta el 7 de enero.
Donde se encuentra m¨¢s dichosa es entre mam¨ªferos marinos. Para sus favoritos, usa estos s¨ªmiles: ¡°Los lobos marinos son como perritos, juegan mucho. Los delfines son como adolescentes que te miran de lado pero nunca se acercan. Las ballenas son m¨¢s profundas, como abuelos que saben de todo¡±. La apnea ha sido clave para su modo limpio y silencioso de acercarse a ellos. ¡°Con el tanque, al respirar y al exhalar se hace ruido y salen burbujas. Por eso, cuando buceaba con ox¨ªgeno se iban los animales. Me sent¨ªa como en Jap¨®n, fuera de la sociedad¡±. Al prescindir de la respiraci¨®n, por fin Ai Futaki se pudo sentir integrada. ¡°Me siento parte de su mundo, un mundo donde los animales marinos cuidan de m¨ª¡±.
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