Zeina Abirached, memorias de L¨ªbano en c¨®mic desde el exilio

Zeina Abirached comenz¨® a crear historietas para dejar el rastro de un mundo que desaparec¨ªa ante sus ojos. Convertida hoy en exitosa dibujante, nos recibe en la capital francesa, su casa desde hace 15 a?os.
Zeina Abirached vive en una de esas buhardillas parisienses con vistas a una sucesi¨®n infinita de tejados de zinc, como salida de un manual sobre las vetustas esencias de la capital francesa. Su lugar de trabajo est¨¢ pegado a la ventana, desde la que uno logra intuir los Jardines de Luxemburgo. El apartamento de esta mujer locuaz y generosa est¨¢ presidido por un espectacular tapiz egipcio que cuelga de la pared e impregna el lugar de colores vivos, los mismos que brillan por su ausencia en el sempiterno blanco y negro que caracteriza sus c¨®mics. En este peque?o despacho, la dibujante libanesa de 38 a?os, asentada en Par¨ªs desde hace decenio y medio, encuentra todo lo que necesita para trabajar en sus libros. ¡°Luz, silencio y soledad¡±, enumera.
El ¨²ltimo acaba de llegar a las librer¨ªas: Tomar refugio (Salamandra Graphic), escrito junto al novelista Mathias ?nard, alterna dos relatos sentimentales truncados por el imprevisible curso de la historia. El primero tiene lugar en el Berl¨ªn actual, donde Nayla, refugiada siria y astr¨®noma de profesi¨®n, conoce a Karsten, un joven alem¨¢n que se enamora de ella pese a entenderla a duras penas. El segundo, inspirado en la vida de la escritora suiza Annemarie Schwarzenbach, retrocede hasta el Afganist¨¢n de 1939, donde una aventurera europea queda prendada de la esposa de un arque¨®logo durante la noche en la que estalla la Segunda Guerra Mundial. La acci¨®n transcurre junto a los Budas de Bamiy¨¢n, las tres efigies que destruy¨® el r¨¦gimen talib¨¢n en 2001. ¡°Los Budas han desaparecido, pero sus siluetas siguen grabadas en la roca. Sucede lo mismo cuando dejas atr¨¢s un pa¨ªs, una lengua o un amor. Aunque desaparezcan, dejan una marca. Yo quer¨ªa explorar la huella de las cosas que uno ha perdido¡±, afirma Abirached.

El libro marca una ruptura con sus obras anteriores, como El juego de las golondrinas o El piano oriental, donde prefer¨ªa narrar las consecuencias de la guerra intermitente que ha marcado la historia reciente de su pa¨ªs natal. A la dibujante le interesa describir los efectos del conflicto a la esfera de lo ¨ªntimo, con una gravedad no exenta de humor y sentido del absurdo. ¡°Empec¨¦ a hacer c¨®mic solo para contar mi historia. Quise dejar un rastro visual del mundo en el que crec¨ª, que desaparec¨ªa ante mis ojos. Me puse a dibujar forzada por las circunstancias¡±, relata Abirached, que iba para grafista publicitaria. ¡°En L¨ªbano no se ha hecho ning¨²n trabajo de memoria. Los manuales escolares siguen terminando en 1975¡±, a?ade. Su experiencia en el exilio ¡ª aunque vuelva con frecuencia a su Beirut natal¡ª la ayud¨® a entender a Nayla, a quien dice parecerse un poco. ¡°Quer¨ªa que fuera una mujer ¨¢rabe de hoy, con estudios, activa y libre¡±, resume. M¨¢s que hablar de los migrantes como ¡°una masa amorfa y uniforme¡±, los autores prefirieron concentrarse en un solo individuo y reconstituir su vida interior. Abirached y ?nard se conocieron en un sal¨®n literario y congeniaron de inmediato gracias a su pasi¨®n compartida por las culturas orientales y a un sentido del humor similar. ¡°Hasta el punto de que, solo dos d¨ªas despu¨¦s, ten¨ªa una propuesta de Mathias en la bandeja de entrada de mi correo¡±, recuerda ella.
Sobre su mesa de trabajo hay un panel del que suele colgar todo lo que la inspira mientras trabaja en un libro. El siguiente, que deber¨ªa estar acabado en 2021 ¡ªtarda unos dos a?os en concluir un volumen entero y terminar una p¨¢gina puede llevarle ¡°entre uno y cuatro d¨ªas¡±¡ª, la har¨¢ regresar a Beirut para narrar un suceso que tuvo lugar en los pasados a?os cincuenta. En ese particular moodboard, que dice que la ayuda a concentrarse, figuran cuadros de Vel¨¢zquez y Magritte, una cita c¨¦lebre de Leonard Cohen y otra de su compatriota, el escritor Amin ?Maalouf. Adem¨¢s de una frase de Baudelaire que ha convertido en la m¨¢xima que gu¨ªa todo su trabajo: ¡°La forma de una ciudad cambia m¨¢s r¨¢pido que el coraz¨®n de un mortal¡±.
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