?D¨®nde estaba cuando cay¨® el Muro de Berl¨ªn?
Solamente si los europeos estamos unidos podremos afrontar los cuatro retos actuales a escala mundial, a saber, la globalizaci¨®n, el cambio clim¨¢tico, la digitalizaci¨®n y la migraci¨®n
Cada uno de nosotros en Europa que presenci¨® el 9 de noviembre de 1989 puede responder a esta pregunta. Y es que cuando hace 30 a?os los alemanes del Oeste y del Este se abrazaban entre l¨¢grimas de felicidad no solamente se materializ¨® el fin de la divisi¨®n alemana. Junto con el Muro tambi¨¦n ca¨ªa el Tel¨®n de Acero, que durante 40 a?os hab¨ªa desgarrado a nuestro continente.
As¨ª pues, el 9 de noviembre los alemanes no solo celebramos la ca¨ªda del Muro. Celebramos la valent¨ªa con la cual los habitantes de toda Europa Central y del Este consiguieron la libertad y la democracia. Celebramos una Europa que, con algunas excepciones, tiene la fortuna de estar unida.
Los alemanes sabemos a qui¨¦nes les debemos esta fortuna: a los cientos de miles de alemanes del Este que salieron a la calle en favor de la libertad. Tambi¨¦n se la debemos a los trabajadores del Astillero de Gdansk, a los protagonistas de la Revoluci¨®n Cantada de los pa¨ªses b¨¢lticos, a los h¨²ngaros, quienes fueron los primeros en romper el Tel¨®n de Acero, a los precursores de la Carta 77 de Praga, a los manifestantes de las velas de Bratislava, a los revolucionarios de Timisoara; a todas las mujeres y los hombres cuyo anhelo de libertad derrib¨® muros y alambres de p¨²as. Asimismo, se la debemos a nuestros amigos y aliados del Oeste ¡ªentre ellos tambi¨¦n al entonces presidente del Gobierno de Espa?a, Felipe Gonz¨¢lez, quien la noche misma de la ca¨ªda del Muro le asegur¨® su solidaridad y apoyo al canciller federal Kohl¡ª, pero tambi¨¦n a las pol¨ªticas de la gl¨¢snost y la perestroika de Gorbachov que allanaron el camino para la reunificaci¨®n.
Juntos debemos fortalecer la econom¨ªa europea para no ser aplastados por el conflicto comercial
La unidad alemana fue tambi¨¦n un regalo de Europa para Alemania; y eso, al finalizar un siglo durante el cual Alemania caus¨® un sufrimiento inconcebible a todo el continente.
De este hecho resulta para nosotros un compromiso particular: culminar el proyecto de la unificaci¨®n de Europa; construir una Europa que haga justicia a los valores y los sue?os de aquellos que salieron a la calle en 1989 en favor de la libertad y la democracia. Este ser¨¢ nuestro objetivo, tambi¨¦n el pr¨®ximo a?o cuando, 30 a?os despu¨¦s de la reunificaci¨®n, asumamos la presidencia de la Uni¨®n Europea.
El rescate del euro, la interminable discusi¨®n sobre la acogida y repartici¨®n de las personas refugiadas: todo esto ha abierto nuevas grietas en Europa. Con el Brexit presenciamos por primera vez que un pa¨ªs abandone la Uni¨®n Europea. Adem¨¢s, en muchos pa¨ªses de Europa ganan terreno aquellos que quieren hacernos creer que menos Europa es mejor para nosotros.
Sin embargo, una cosa est¨¢ clara: solamente estaremos a la altura de los desaf¨ªos de este mundo si como europeos estamos unidos. Ninguno de nosotros podr¨¢ afrontar por s¨ª solo los cuatro retos actuales a escala mundial, a saber, la globalizaci¨®n, el cambio clim¨¢tico, la digitalizaci¨®n y la migraci¨®n. De los llamamientos solitarios desde Madrid, Berl¨ªn o Par¨ªs se hace caso omiso en Mosc¨², en Pek¨ªn y, lamentablemente cada vez con mayor frecuencia, tambi¨¦n en Washington. Tan solo la voz de Europa tiene un peso decisivo y por ello las actuaciones nacionales en solitario por fin han de ser tab¨² en Europa. En este sentido, contamos en particular con Espa?a y su poblaci¨®n europe¨ªsta; juntos queremos superar estos retos.
Este mundo necesita la valent¨ªa de Europa en favor de la libertad; la valent¨ªa de 1989
¡ª?Juntos debemos formular e implementar una nueva pol¨ªtica europea respecto a pa¨ªses como Rusia y China. Para ello es necesario contar con una diplomacia europea m¨¢s efectiva, pero sobre todo es preciso que todos nosotros mostremos mayor flexibilidad. Tener 27 enfoques nacionales distintos nos conducir¨¢ al fracaso.
¡ª?Juntos debemos hacer m¨¢s para calmar los conflictos en nuestra vecindad: en el Donb¨¢s, en Siria y en Libia. Para ello tenemos que fortalecer los instrumentos con que cuenta Europa destinados a la soluci¨®n pac¨ªfica de conflictos. Adem¨¢s, necesitamos una aut¨¦ntica uni¨®n europea de defensa, que sea complementaria a la OTAN, pero que en caso necesario pueda actuar de manera independiente.
¡ª?Juntos debemos luchar por el mantenimiento del orden internacional y convertirnos en el centro de una alianza en pro del multilateralismo, ya que la paz, tambi¨¦n en Europa, depende de que se mantenga este orden.
¡ª?Juntos debemos adoptar un papel de liderazgo en el ¨¢mbito de la protecci¨®n del clima. Para que nuestro continente sea neutral en cuanto a las emisiones para mediados de este siglo se precisan decisiones pol¨ªticas valientes y esfuerzos reales en el ¨¢mbito social. Si no lo conseguimos malograremos el futuro de nuestros hijos.
¡ª?Juntos debemos fortalecer la econom¨ªa europea para no ser aplastados por el conflicto comercial y la competencia tecnol¨®gica entre China y Estados Unidos. Por consiguiente, el pr¨®ximo presupuesto de la UE debe ser un presupuesto con vistas al futuro que invierta de forma sistem¨¢tica en investigaci¨®n, tecnolog¨ªa de punta y digitalizaci¨®n. Es la ¨²nica v¨ªa para asegurar el bienestar de Europa.
¡ª?Juntos debemos velar por mantener tambi¨¦n la cohesi¨®n interna de nuestra Uni¨®n. Europa es fuerte si ofrece seguridad social a sus ciudadanas y ciudadanos, si no solo convergen nuestros est¨¢ndares econ¨®micos sino tambi¨¦n nuestros est¨¢ndares sociales. Y Europa es fuerte si respetamos y defendemos valores como el Estado de derecho.
El oto?o de 1989 fue muestra de lo que podemos lograr las europeas y los europeos cuando pensamos y actuamos m¨¢s all¨¢ de nuestras fronteras nacionales; fue muestra de la fuerza con que contamos cuando luchamos por la libertad y la democracia, por el derecho y la justicia: es la fuerza de superar muros y fronteras; la fuerza para defender nuestros valores e intereses en un mundo cada vez m¨¢s autoritario.
Este mundo necesita la valent¨ªa de Europa en favor de la libertad, la valent¨ªa de 1989. ?Atrev¨¢monos por fin a ser europeos, a actuar con talante europeo, sin peros que valgan!
Heiko Maas es ministro de Asuntos Exteriores de Alemania.
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