Ante la emergencia clim¨¢tica, descolonizar el pensamiento

La cancelaci¨®n de la COP25 en Chile y su transferencia a Espa?a expresa el apartheid clim¨¢tico. No es solo la reorganizaci¨®n en tiempo r¨¦cord de un evento gigantesco en otro continente. Se trata de una decisi¨®n pol¨ªtica que denuncia el presente y compromete el futuro. Que la COP25 se traslade de la antigua colonia espa?ola a la matriz europea es simb¨®lico. El discurso oficial de que sigue siendo de Chile, pero se celebrar¨¢ en territorio espa?ol, ser¨ªa otro sabroso detalle si se tratara de una obra de ficci¨®n. No lo es.

Chile vive su mayor alzamiento popular desde el fin de la dictadura militar. Aunque no se las relacione, la insatisfacci¨®n y la desesperaci¨®n est¨¢n conectadas con la emergencia clim¨¢tica. El colapso del clima no es una alegor¨ªa en el horizonte distante, sino algo que ya est¨¢ causando v¨ªctimas y determinando migraciones e insurrecciones por el planeta. Las desigualdades aumentar¨¢n con los impactos del sobrecalentamiento global. En lugar de conectar los levantamientos con el debate clim¨¢tico, haciendo que lo que es de la Tierra baje a la tierra y se atraviese con cuestiones apremiantes para la poblaci¨®n, el conservador Sebasti¨¢n Pi?era ha preferido cancelar la COP.

Otra oportunidad hist¨®rica se ha perdido. Los negociadores no quieren ensuciarse las manos con las calles de Latinoam¨¦rica en convulsi¨®n de diferentes tipos. Prefieren mantener las negociaciones interminables en un ambiente climatizado. La iron¨ªa aqu¨ª no es opcional. Quieren controlar el clima del debate y que no les presionen quienes sufren la falta de pol¨ªticas p¨²blicas para enfrentar el mayor desaf¨ªo de la trayectoria humana.

Cuando el presidente chileno renunci¨® a la COP, los movimientos sociales que organizan la Cumbre de los Pueblos hicieron una declaraci¨®n de resistencia: #NoHayCOPS¨ªHayCumbre. Mantendr¨¢n en Chile el encuentro que mueve la sociedad civil. Solo se cancelar¨¢ si la mayor¨ªa le da la espalda a Latinoam¨¦rica y se va a Europa. Los organizadores sen?lan que, si tenemos alguna oportunidad de enfrentar el colapso clim¨¢tico, es por las bases. El presidente de Chile ha tratado el pa¨ªs como una colonia. El pueblo ha declarado que Chile es libre.

Una parte de Europa posa de iluminista en el debate clim¨¢tico, mientras sus empresas esparcen pesticidas en otros continentes y sus compa?¨ªas mineras contaminan r¨ªos en la Amazonia. El gesto ¡°generoso¡± de Espa?a de acoger la COP busca reforzar la imagen de una Europa ¡°civilizada¡±. No obstante, no podemos olvidar que proviene de Europa la destrucci¨®n que hoy el mundo entero paga. Si todav¨ªa hay selva viva es gracias a los pueblos ind¨ªgenas que los colonizadores europeos intentaron exterminar y no lo consiguieron. Los organizadores de la COP25 tienen que entender con urgencia que, sin descolonizar el pensamiento, no habr¨¢ futuro. #S¨ªHayCumbre.

Traducci¨®n de Meritxell Almarza.