Tres semanas de vandalismo, violencia y acoso en Catalu?a

Los partidos y las entidades del nacionalismo catal¨¢n lo llamaron "la revoluci¨®n de las sonrisas", pero aquello termin¨® hace tiempo, exactamente en octubre de 2017, cuando fracas¨® la independencia unilateral. La tensi¨®n en Catalu?a ha ido subiendo enteros desde entonces, hasta alcanzar su m¨¢ximo este mes de octubre. Tras la sentencia del Tribunal Supremo contra los l¨ªderes independentistas, el 14 de octubre, sectores del nacionalismo catal¨¢n han secundado y legitimado acciones de protesta radicales.

Partidos como la CUP, adem¨¢s de numerosos activistas e intelectuales del independentismo, defienden lo sucedido como "autodefensa" frente a la violencia policial. Pese a ello, las im¨¢genes que han publicado los medios de comunicaci¨®n demuestran que se est¨¢n produciendo reiterados actos de vandalismo, violencia contras las fuerzas de seguridad, pero tambi¨¦n contra conciudadanos, cortes de carreteras y de v¨ªas de tren, acoso a periodistas, boicots a pol¨ªticos y a actos de partidos constitucionalistas.

La ¨²ltima muestra de esta deriva se produjo este lunes 4 de noviembre en Barcelona, justo tres semanas despu¨¦s del asedio a El Prat: grupos de manifestantes impidieron por la fuerza que invitados a la entrega de los Premios Princesa de Girona asistieran al evento. Mientras personas movilizadas por los Comit¨¦s de Defensa de la Rep¨²blica (CDR) y por otros colectivos del independentismo increpaban e insultaban a los asistentes, representantes de ERC y de Junts per Catalunya, las dos formaciones que gobiernan en coalici¨®n en Catalu?a, secundaban la convocatoria. No es la primera vez que esto sucede: el presidente de la Generalitat, Quim Torra, o el presidente del grupo de ERC en el parlamento catal¨¢n, Sergi Sabri¨¤, jalearon en su momento el intento de ocupaci¨®n de El Prat, una acci¨®n que cancel¨® m¨¢s de cien vuelos y dej¨® 75 heridos por los choques con la polic¨ªa.