El Muro y la historia
La democracia liberal debe seguir defendi¨¦ndose como logro civilizatorio
Tal d¨ªa como hoy, el 9 de noviembre de 1989, se produjo uno de los episodios m¨¢s relevantes y definitorios de nuestra historia reciente: la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn, la oscura frontera de cemento surgida de las ruinas de la II Guerra Mundial y erigida para separar, en pleno coraz¨®n de Europa, dos mundos y sendos sistemas pol¨ªticos antag¨®nicos, bajo la ¨¦gida de Estados Unidos y la extinta Uni¨®n Sovi¨¦tica. Durante la noche del 9 al 10 de noviembre, los berlineses consiguieron derribar los 3,5 metros de altura de aquel s¨ªmbolo de la represi¨®n en Europa, dando paso a la imparable descomposici¨®n del bloque sovi¨¦tico y a los parcialmente fallidos procesos de transici¨®n del socialismo real al capitalismo liberal de las naciones del Este sometidas hasta entonces al yugo sovi¨¦tico, dando la bienvenida a un nuevo modo de entender y mirar la historia.
La desaparici¨®n de aquella frontera brutal y arbitraria que separ¨® la ciudad de Berl¨ªn durante casi 30 a?os consagraba la nueva hegemon¨ªa occidental y, con ella, su autoproclamaci¨®n como heraldo del mundo y modelo de valores y libertades c¨ªvicas, gracias a un sistema democr¨¢tico avanzado y pr¨®spero hacia el que todos los pa¨ªses del planeta estaban llamados a converger. La famosa narrativa del fin de la historia, articulada con cierta orientaci¨®n moral, inclu¨ªa la alianza virtuosa de la democracia con el sistema social resultante del pacto social de posguerra, un modelo que representaba los patrones de calidad de vida m¨¢s altos del mundo y cerraba su c¨ªrculo virtuoso con la defensa decidida de un sistema econ¨®mico, el capitalista, destinado a globalizarse. La aparici¨®n de Internet ese mismo a?o ayud¨® a forjar la l¨®gica de un mundo sin fronteras y regido por el multilateralismo, adem¨¢s del espejismo de una nueva realidad unipolar comandada por la supremac¨ªa del eje atl¨¢ntico.
Hoy, el ascenso de China como defensora de la globalizaci¨®n y abanderada de un modelo capitalista que ha disparado los ingresos de sus nuevas clases medias, junto al repliegue nacionalista de las dos potencias del eje atl¨¢ntico, Estados Unidos y el Reino Unido, han provocado una quiebra importante en el relato de Occidente. Los atentados del 11 de septiembre de 2001 fueron un signo repentino de su vulnerabilidad, pues hasta entonces, al menos desde el fin de la Guerra Fr¨ªa, la seguridad de Estados Unidos y Europa Occidental no se hab¨ªa puesto en entredicho. Fue una quiebra m¨¢s, la suma de la inseguridad al caldo de cultivo de un reforzamiento del sentimiento de identidad de las naciones occidentales, expresado en f¨®rmulas nativistas y proteccionistas surgidas del mismo solar que, durante d¨¦cadas, presumi¨® de ser la encarnaci¨®n del ¡°mundo libre¡±.
El populismo iliberal que abrazan sin complejos algunos de los antiguos miembros del viejo Pacto de Varsovia, como Polonia y Hungr¨ªa, es consecuencia directa del resquebrajamiento de aquel pacto social de posguerra, una ruptura producida en parte por la incapacidad de articular una alternativa ideol¨®gica que sustituyera al comunismo tras la ca¨ªda del Muro, y por la asunci¨®n acr¨ªtica de las tesis ultraliberales de Ronald Reagan y Margaret Thatcher, impulsoras de la globalizaci¨®n de un capitalismo de casino, sin amarres ni controles y claramente insostenible que s¨ª consigui¨® universalizarse como no lo ha hecho la democracia.
En este 30? aniversario, cuando la reputaci¨®n de los sistemas democr¨¢ticos a¨²n no se ha recuperado de la crisis de 2008, el camino recorrido permite mirar atr¨¢s y reconocer que algunas de las conclusiones que se sacaron despu¨¦s de la ca¨ªda del Muro fueron excesivamente triunfalistas. Hay mucho camino por delante, y se debe dise?ar y acometer comprendiendo los errores del pasado, pero nunca abandonando los evidentes aciertos de un modelo, la democracia liberal, que debe seguir defendi¨¦ndose como el logro m¨¢s elevado en el avance de la civilizaci¨®n, y del territorio que hoy, m¨¢s que nunca, mejor lo representa.
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