Veinte a?os sin ¨¦l: as¨ª fueron los ¨²ltimos d¨ªas de Enrique Urquijo
Hace dos d¨¦cadas fue encontrado el cuerpo del m¨²sico en un portal del centro de Madrid. Esta es la reconstrucci¨®n de los hechos que acabaron con un artista en busca de la pureza y en lucha permanente contra sus demonios


Enrique Urquijo entreg¨® a P¨ªa Minchot un sobre. Ella lo abri¨® y vio que ten¨ªa el membrete de Vin?on, una tienda catalana de objetos de dise?o de interior que destacaba por ser moderna y sofisticada. Hab¨ªa algo escrito: ¡°Si te quieres casar haz tu lista de boda con nosotros¡±. Urquijo estaba pidiendo matrimonio a su novia. ¡°Por supuesto que dije que s¨ª¡±, comenta hoy Minchot a ICON. La boda no lleg¨® a celebrarse. Tres meses despu¨¦s de aquella petici¨®n, el m¨²sico fue encontrado muerto, con una sobredosis, en un portal de la calle Esp¨ªritu Santo del barrio madrile?o de Malasa?a. Ten¨ªa 39 a?os. Fue un 17 de noviembre de 1999 y el mito de Enrique Urquijo no ha parado de crecer desde entonces.
P¨ªa Minchot tiene ahora 44 a?os. Conoci¨® a Urquijo cuando ella contaba 21. ?l era 16 a?os mayor. Estuvo tres a?os con el m¨²sico, los ¨²ltimos de su vida. Vivieron juntos en un piso que compr¨® ¨¦l en la calle Guzm¨¢n el Bueno de Madrid. La pareja casi siempre estaba acompa?ada de Mar¨ªa, la ¨²nica hija de Enrique, que hab¨ªa tenido con otra mujer, Almudena.
"Los d¨ªas anteriores a su muerte estaba muy bien, se puede comprobar en las fotos de la ¨¦poca. Se cuidaba, iba al gimnasio. El fin de semana anterior a su muerte estuvimos en Toledo, paseando, ri¨¦ndonos"
P¨ªa Minchot, pareja de Enrique Urquijo los ¨²ltimos tres a?os de la vida del m¨²sico
Aunque P¨ªa y Enrique tuvieron alg¨²n desencuentro, fueron, dice ella, ¡°muy felices¡±, dieron largos paseos, hablaron de cine (¨¦l era muy cin¨¦filo), hicieron viajes¡ P¨ªa se propuso recuperar al m¨²sico. El objetivo era apartarle de las drogas. Un reto importante para una veintea?era sin experiencia en estos asuntos (¡°no me he drogado en la vida¡±, dice). Pero no era misi¨®n imposible. Urquijo no ten¨ªa un perfil irrecuperable. Durante sus largos a?os de adicci¨®n el cantante siempre expres¨® el deseo de curarse. Sobre todo desde que naci¨® su hija Mar¨ªa y desde la aparici¨®n de P¨ªa.
El m¨²sico entraba en cl¨ªnicas con frecuencia, reca¨ªa e ingresaba de nuevo. A eso se agarraba P¨ªa, al deseo de su pareja por curarse. En un a?o pod¨ªa pasar hasta nueve meses limpio. ¡°Los d¨ªas anteriores a su muerte estaba muy bien, se puede comprobar en las fotos de la ¨¦poca. Se cuidaba, iba al gimnasio. Me acuerdo que fueron los premios Amigo [galardones que otorgaba la industria de la m¨²sica, ya extintos]. ?l dio un premio. Estaba guapo, con buen aspecto. El fin de semana anterior a su muerte [falleci¨® un mi¨¦rcoles] estuvimos en Toledo, paseando, ri¨¦ndonos¡±.
A esa relajada escapada acudi¨® otra pareja: Juan Luis Ambite con su novia de aquella ¨¦poca. Ambite era, junto a Minchot, el otro ¨¢ngel de la guarda de Urquijo. Bajista de Los Pistones, empez¨® trabajando de m¨¢nager de carretera de Los Problemas. Urquijo ten¨ªa puestas sus energ¨ªas en Los Problemas tras distanciarse de Los Secretos, el exitoso grupo que fund¨® con sus hermanos ?lvaro y Javier, clave en el pop espa?ol de los ochenta. Con el tiempo, Ambite fue una especie de cuidador de Urquijo. Se hicieron amigos (mucho) y siempre estaba junto a ¨¦l, ¡°pendiente de que no se perdiera¡±. ¡°Enrique era un tipo encantador, con un coraz¨®n muy grande, buena persona. Pero no supo gestionar su pelea interior. Lo ten¨ªa todo. Una carrera respetada, un grupo nuevo (Los Problemas), una novia excepcional (P¨ªa), una hija maravillosa¡ Pero a¨²n as¨ª no estaba a gusto ni con ¨¦l ni con la sociedad. Eso le perdi¨®¡±, cuenta hoy Ambite.

De similar opini¨®n es Miguel ?ngel Bargue?o, autor de Adi¨®s tristeza (Libros C¨²pula), un extenso relato de la vida de Enrique Urquijo que se public¨® en 2005 y estos d¨ªas, coincidiendo con el 20 aniversario de la muerte del m¨²sico, se reedita con material nuevo. ¡°Era un tipo brutalmente honesto. En sus canciones estaba su vida. Ten¨ªa una sensibilidad fuera de lo com¨²n. Era fr¨¢gil y vulnerable. Todos pasamos por experiencias negativas en la vida, como la muerte de un amigo, los desamores, las desilusiones¡ Y las gestionamos como podemos. A ¨¦l le afectaban mucho estas experiencias negativas y encontr¨® esa v¨ªa de escape¡±, explica Bargue?o. Urquijo era un hombre de su tiempo, de los a?os ochenta, cuando las drogas duras entraron masivamente en Espa?a y fueron bien recibidas en determinados c¨ªrculos creativos. ¡°Le gustaba ir a contracorriente y ten¨ªa una personalidad cambiante. Basta que tuviese un ¨¦xito para que quisiera tocar para 50 personas¡±, apunta Bargue?o.
P¨ªa y Ambite trabajaron juntos para recuperar a Urquijo. Cuando ella sal¨ªa de la casa que compart¨ªa con el m¨²sico, le dejaba una serie de tareas: comprar en el s¨²per una pechuga de pollo, ir al dentista, arreglar el armario¡ Se trataba de ocupar su ocio. ¡°Llevaba una vida ca¨®tica. No se ocupaba de las cosas normales del d¨ªa a d¨ªa. Yo me empe?¨¦ en que cumpliera unas rutinas¡±, confiesa P¨ªa.
¡°Estoy convencido de que si yo llego a estar en Madrid a Enrique no le pasa lo que le pas¨®¡±
Juan Luis Ambite, amigo ¨ªntimo y 'cuidador' de Enrique Urquijo
Urquijo confiaba en Ambite, sab¨ªa que con ¨¦l estaba bien. A Ambite no le gustaban las drogas y trataba de mantener a su amigo alejado de ellas. ¡°Hab¨ªa un mont¨®n de gente con malas intenciones que quer¨ªa llegar a Enrique, porque sab¨ªan de su problema y sab¨ªan que se lo pod¨ªa costear¡±, se?ala Ambite. Un d¨ªa, mientras P¨ªa y Enrique paseaban por Madrid, se acerc¨® alguien al m¨²sico. Ella sab¨ªa que era el camello del m¨²sico. Perdi¨® los nervios, le cogi¨® de la pechera y le grit¨® que dejase en paz a su pareja.
Despu¨¦s de aquel pl¨¢cido fin de semana en Toledo estaba previsto que Enrique ingresara en una cl¨ªnica para continuar tratando su enfermedad. Y as¨ª lo hizo. El m¨²sico estaba limpio, se encontraba ilusionado con su grupo Los Problemas y hab¨ªa pedido a su novia que se casara con ¨¦l. Pero algo fall¨®. ¡°Iba todo bastante bien, pero su cabeza segu¨ªa ah¨ª, dando vueltas. Le lleve un teclado a la cl¨ªnica, para componer. Creo que era un momento clave para saber si se pod¨ªa recuperar definitivamente¡±, relata Ambite.
Mientras Enrique estaba ingresado a Ambite le sali¨® un trabajo fuera de Espa?a, en Latinoam¨¦rica: una gira de la obra de teatro Carmen. Ambite trabajaba de regidor. Era una buena oportunidad. Se lo coment¨® a Enrique y le pareci¨® muy bien. Tambi¨¦n a P¨ªa. As¨ª que se despidi¨® y se march¨®. Una decisi¨®n que le ha atormentado durante a?os: ¡°Estoy convencido de que si yo llego a estar en Madrid a Enrique no le pasa lo que le pas¨®¡±. P¨ªa piensa lo mismo. Ambite, un tipo alto y duro, cuenta que un d¨ªa (pasados los a?os), hablando con Manuel Notario, se desplom¨® y llor¨® hasta que no le quedaron l¨¢grimas.
Notario es uno de los m¨¢nager m¨¢s conocidos del pop y rock espa?ol. Era el representante de Los Secretos y Urquijo ten¨ªa plena confianza en ¨¦l. Hac¨ªan planes fuera de la m¨²sica, quedaban a pasar el d¨ªa las dos familias (Enrique con P¨ªa y su hija Mar¨ªa y Notario con su pareja y sus dos hijos) e intercambiaban confidencias. ¡°No he encontrado a alguien con una sensibilidad art¨ªstica como ¨¦l. Era muy puro. Aunque pod¨ªa actuar para miles de personas, ¨¦l prefer¨ªa peque?os garitos, donde su m¨²sica se pudiera apreciar mejor y el contacto con el espectador fuera lo m¨¢s cercano posible¡±.
Tras unos d¨ªas ingresado, Urquijo empez¨® a sentirse inquieto. No estaba c¨®modo en aquella instituci¨®n privada. Y el lunes 15 de noviembre por la tarde decidi¨® marcharse. Fue a la direcci¨®n de la cl¨ªnica y pidi¨® el alta voluntaria. Como estuvo menos del tiempo por el que pag¨®, le reembolsaron un dinero. Con ese remanente fue a visitar a su proveedor. P¨ªa recuerda hoy c¨®mo fue a la casa aquella del camello en el barrio de Malasa?a porque ten¨ªa un p¨¢lpito. Y no estaba en Madrid Ambite, el hombre de confianza de su pareja. Fue acompa?ada de la polic¨ªa. Ella ten¨ªa ciertas certezas de que su novio estaba all¨ª, pero no pudieron entrar porque no hab¨ªa una denuncia por desaparici¨®n. Llamaron, sali¨® alguien, dijo que all¨ª no estaba el m¨²sico y la puerta se cerr¨®. ¡°La polic¨ªa se port¨® bien. Estuvo durante horas dando vueltas por la zona, para ver si lo encontraba. Nos recomendaron que, al ser una persona conocida, no denunci¨¢semos todav¨ªa su desaparici¨®n, porque se iba a armar un gran revuelo en la prensa¡±, recuerda P¨ªa. Al no existir denuncia, la polic¨ªa no pod¨ªa entrar en la casa.
Aquel mi¨¦rcoles 17 de noviembre de 1999 por la noche, un periodista de EL PA?S, Juan Franc¨¦s, que entonces cubr¨ªa sucesos, se enter¨® por sus contactos en la polic¨ªa de que hab¨ªan encontrado un cuerpo en un portal de la calle Esp¨ªritu Santo n¨²mero 23, en las entra?as de Malasa?a. Era el de Enrique Urquijo. Este periodista llam¨® a Diego Manrique, especialista en m¨²sica de EL PA?S, este avis¨® al director de la discogr¨¢fica de Urquijo, Alfonso P¨¦rez (de Dro), y este a su vez telefone¨® al m¨¢nager del m¨²sico, Notario. ¡°Fui al portal, pero no pude entrar. No tuve valor. Era horrible, horrible¡¡±, recuerda Notario. Enrique Urquijo hab¨ªa muerto. A partir de aqu¨ª las especulaciones. Algunos de los m¨¢s cercanos apuntalan una teor¨ªa: el m¨²sico tuvo una sobredosis en el piso, alguien de la casa donde estaba se asust¨®, lo cogi¨® y carg¨® con ¨¦l hasta el portal, donde dej¨® el cuerpo.

Veinte a?os despu¨¦s la dimensi¨®n art¨ªstica de Enrique Urquijo es cada vez m¨¢s reivindicada. Por haber fundado uno de los grandes grupos de los ochenta (Los Secretos), por sus dos discos con Los Problemas (que han ganado con los a?os) y por su forma de escribir sobre los sentimientos da?ados. Y, claro, por su voz, con esa capacidad para estremecer al oyente.
Mar¨ªa, de 25 a?os, la hija del m¨²sico, ten¨ªa seis a?os cuando su padre falleci¨®. Todas las ma?anas cuando abre su armario ve la cazadora de cuero de su padre. Mar¨ªa vive en Madrid. Se independiz¨® hace unos cuatro a?os. Es la dise?adora y la propietaria de su propia firma de ropa, Simun Basics, que viste con prendas urbanas a artistas espa?olas como Rosal¨ªa, Aitana o Mala Rodr¨ªguez. ¡°No recuerdo con tristeza a mi padre. Me gusta pensar en ¨¦l en positivo. Era un hombre tranquilo, muy papi¡±, dice. Urquijo dej¨® una composici¨®n a su hija, Ag¨¢rrate a m¨ª Mar¨ªa, una de sus canciones m¨¢s ¨ªntimas, dentro de un cancionero ya de por s¨ª ¨ªntimo. ¡°S¨ª, la escucho. No me entristece. Siento inspiraci¨®n y emoci¨®n¡±, confiesa Mar¨ªa.
Hace tiempo que ella y P¨ªa no coinciden. P¨ªa vive tambi¨¦n en la capital. Es muse¨®grafa y realiza trabajos como editora de dise?o. ¡°Nunca superas la p¨¦rdida de alguien al que has amado tan profundamente¡±, dice. Reh¨ªzo su vida sentimental y ahora tiene una hija de tres a?os, Lea: ¡°Claro que se lo contar¨¦ cuando sea m¨¢s mayor. Yo soy lo que soy en parte por Enrique. Y mi hija debe conocer eso¡±.
P¨ªa estuvo muchos a?os esquivando la calle Esp¨ªritu Santo. Cuando deb¨ªa pasar por esa zona, siempre daba un rodeo. Hasta que hace alg¨²n tiempo se enfrent¨® a ello.
Desde que no nos vemos. Concierto homenaje a Enrique Urquijo. Domingo 17 de noviembre de 2019 en WiZink Center (Madrid). Con Los Secretos, Miguel R¨ªos, Amaral, Coque Malla y Rozal¨¦n, entre otros.
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