El decorador de la alta sociedad se queda sin 'cash': esta es tu oportunidad para hacerte con sus tesoros (a precio de saldo)
El gran Nicky Haslam podr¨ªa haber sido un personaje secundario de 'The Crown'. Ahora, tiene que vaciar el pabell¨®n de caza del siglo XV que ha ocupado durante 40 a?os y del que salen una fotograf¨ªa de Andy Warhol, una cer¨¢mica de Garibaldi y otras locuras decorativas
Para entender qui¨¦n es Nicky P. Haslam hay que saber que podr¨ªa ser tanto un personaje secundario de The Crown ¨Casegura que tuvo un affaire con Lord Snowdon un a?o antes de que ¨¦ste se casara con la princesa Margarita¨C como un protagonista de la versi¨®n inglesa de Ven a cenar conmigo: gourmet edition.
Haslam, hijo de un diplom¨¢tico y una se?ora con poco pero suficiente v¨ªnculo aristocr¨¢tico como para salir en el Tatler (es nieta del s¨¦ptimo conde Bessborough y ahijada de la reina Victoria), es una de esas personas cuya vida se explica a base de los nombres importantes con los que se ha ido rozando. Decorador de la alta sociedad e invitado profesional de fiestas, fue asistente de Diana Vreeland en Vogue, colabor¨® con Richard Avedon y, como no pod¨ªa ser de otra manera, acab¨® topando con Andy Warhol y con los duques de Windsor. Todos ellos aparecen en sus memorias, Redeeming features, que escribi¨® en 2010, y en las que tambi¨¦n se dejan caer los nombres de Tallulah Bankhead, Jayne Mansfield, Cole Porter, Mick Jagger y la princesa Diana. Juntos y revueltos.
A pesar de que Haslam tiene una casa muy fotografiada en Belgravia y un estudio de interiorismo, NH, que lo mismo hace hoteles en Hong Kong que villas en Barbados, a punto de cumplir los 80 a?os, el interiorista se ha encontrado corto de dinero cash, por usar la inmortal expresi¨®n de Carmen Lomana. Y como coincide que el National Trust (Patrimonio Nacional) deja de alquilarle el pabell¨®n de caza de estilo jacobeo que ha ocupado durante 40 a?os en la zona de Hampshire, ha decidido hacer un mercadillo de patio trasero pero a lo grande, es decir una subasta en Bonhams, que se celebrar¨¢ el pr¨®ximo d¨ªa 20. Una venta de piezas ¨²nicas cargadas con cierta munici¨®n de su trabajada est¨¦tica personal: ¨¦l, Rod Stewart y el fallecido Johnny Halliday tienen la patente de ese estilo de anciano rockerete medio M¨®naco medio Ibiza.
Joyas y recuerdos personales a cambio de cash
Saca al mercado decenas de objetos, obras de arte y antig¨¹edades. L¨¢mparas, consolas estilo Luis XVI, un retrato de Coco Chanel que hizo Cecil Beaton y un dibujito de David Hockney en lo que parece una hoja arrancada de libreta. Lo mejor es ver al propio Haslam vender los art¨ªculos en su Instagram. Sobre un autorretrato, tambi¨¦n de Beaton, explica: "Am¨¦ a Cecil desde el momento en que le conoc¨ª, sol¨ªa llevarme al colegio. La primera vez que fui a Hollywood le visit¨¦ en el plat¨® [?de My Fair Lady?] y me sent¨¦ en la silla de Audrey Hepburn. Despu¨¦s alquil¨¦ una casa que hab¨ªa sido suya, hab¨ªa sido decorada con pareces de terciopelo negro y extraordinarios muebles modernos. Colgu¨¦ ah¨ª el retrato y pod¨ªas notar su sonrisa. Le gustaba estar ah¨ª".
En otro miniv¨ªdeo ense?a una chaqueta de cuero con p¨²as de Craig Morrison y la fotograf¨ªa que le tom¨® Terrence Donovan, pero no puede evitar hacer un poco m¨¢s de namedropping: "Deber¨ªais contratar a Bryan Ferry para decorar vuestra casa. Es un genio. ?l dice que yo le form¨¦. Es el mejor decorador que hay". Tambi¨¦n ha ense?ado un armario de campa?a de finales del siglo XIX, de los que llevaban los militares a las colonias y una copia de un libro de Warhol dedicado por el artista "a Nicky H." y con varias inscripciones de bromas privadas de miembros de la Factory.
Querer a tus padres y otras vulgaridades
Haslam es famoso por las listas de cosas que considera vulgares y que ha ido actualizando a lo largo de 50 o 60 a?os. Durante a?os escribi¨® una columna en prensa titulada as¨ª, "How Common" o "Qu¨¦ vulgar". Incluyen, o han incluido, las botas Wellington de cualquier color que no sea el verde, los gemelos de camisa, el jazz, Uber, no comer carbohidratos, el agua embotellada, el jet lag, querer a tus padres, el vodka con t¨®nica, los cisnes, los puntos de exclamaci¨®n, las pinturas de Farrow&Ball, lavar la fruta, ser puntual, las iniciales en las camisas, las palmeras, las ferias de arte, Halloween, las bicicletas caras y pedirle a los invitados que se quiten los zapatos. Lo mejor de todo es que imprimi¨® la lista en un trapo de cocina con una foto suya y las vende en su estudio. A 20 libras el sencillo y 25 el firmado (23 y 29 euros).
El esnobismo brit¨¢nico es una religi¨®n cabalista con reglas complicadas y ciertas dosis de arbitrariedad, que explicar¨ªan que, en su vejez, Haslam se haya hecho fan de Primark, donde compra 'packs' de tres camisetas a nueve euros, y de la cadena Gregg¡¯s, famosa por sus pastas baratas de carne picada, donde desayuna cada ma?ana. En sus casas, y en las que decora para sus clientes ricos, tambi¨¦n es aficionado al fake y al trampantojo, a montarse un Giacometti a partir de unas tuber¨ªas y a pintar cosas con spray para que de lejos parezcan porcelana buena.
La casa que ahora desmantela se construy¨® para Enrique VII, el primer rey Tudor, cuando esa zona de Windsor era un bosque real. La impresionante fachada, de estilo jacobeo, se a?adi¨® en 1620. Antes de que la ocupara Haslam, que ha tenido all¨ª de invitados a todo Inglaterra (y seguramente parte de todo Escocia) ya integraba la leyenda del interiorismo, porque la alquilaba John Fowler, el renovador del estilo ingl¨¦s de casa solariega. Entre sus hitos est¨¢n los nombres que pon¨ªa a sus colores preferidos: salm¨®n muerto, espalda de rat¨®n y ¨Cestos los a?adi¨® al cat¨¢logo su primera clienta famosa, Nancy Lancaster¨C caca de delf¨ªn y v¨®mito de la reina.
Haslam mantuvo en el pabell¨®n algunos elementos decorativos que incluy¨® Fowler, como el empapelado del dormitorio principal, a base de tiras verticales de papel floreado. "Creo que las casas y las habitaciones te hablan. Te dicen: haz esto, haz aquello. Pero al final espero salir yo ganando", explica en un v¨ªdeo en el que cuenta su romance con la casa, c¨®mo la vio por primera vez en una soleada tarde de verano. Tambi¨¦n recuerda todas las fiestas que celebr¨® all¨ª, como su 40 cumplea?os, y todas las personas que han pasado por all¨ª, desde Joan Fontaine a Joan Collins.
En el mundo de Haslam caben desde los souvenirs hasta un collage con purpurina y pegatinas que le envi¨® su amiga Paris Hilton. Lo que nadie encontrar¨¢ en una casa de Nicky Haslam son velas perfumadas, calefacci¨®n central o cojines que digan "love", puntos 53, 241 y 502 respectivamente de la lista de "cosas vulgares", la verdadera opus magna de Nicky P. Haslam.
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