Diez edificios de universidades p¨²blicas que son joyas de la arquitectura espa?ola
La buena arquitectura se distingue por unos valores que desbordan lo utilitario. Los edificios que hemos seleccionado, de Vigo a Tenerife, pasando por Zaragoza o Almer¨ªa, demuestran que la formaci¨®n universitaria consiste en mucho m¨¢s que recibir clases y presentarse a ex¨¢menes
La universidad p¨²blica espa?ola est¨¢ en peligro. Las pol¨ªticas de la Comunidad de Madrid para la creaci¨®n de ¡°universidades¡± privadas (que el lector entienda este uso de las comillas como considere) y de opresi¨®n financiera hacia las p¨²blicas han puesto en el foco medi¨¢tico una situaci¨®n que, desafortunadamente, no es nueva en absoluto. Las universidades de todos los espa?oles llevan asfixiadas muchos a?os. Demasiados.
La buena arquitectura, como le sucede a la buena educaci¨®n, se distingue por unos valores representativos intr¨ªnsecos que desbordan lo meramente utilitario. Una universidad no puede ser una m¨¢quina expendedora de t¨ªtulos. Tampoco una f¨¢brica de ingenieras, m¨¦dicos, abogadas y maestros. Del mismo modo que una universidad que se precie de serlo deber¨ªa ser garante del buen funcionamiento del ascensor social, de la igualdad de oportunidades y de una investigaci¨®n de calidad e independiente de los intereses de ciertos grupos de poder, hay edificios que hacen que la formaci¨®n universitaria sea mucho m¨¢s que recibir unas clases y presentarse a un pu?ado de ex¨¢menes. Nuestros campus p¨²blicos est¨¢n llenos de ejemplos.
Ciudad Universitaria de Madrid (1928-1943), de Modesto L¨®pez Otero y otros arquitectos
Acostumbrados a una clase pol¨ªtica cuyo mayor empe?o suele ser el de destruir lo que han hecho sus adversarios y predecesores en el cargo, la Ciudad Universitaria de Madrid constituye un rar¨ªsimo ejemplo de estoica resiliencia. Concebida durante el reinado de Alfonso XIII, construida mayoritariamente durante la Segunda Rep¨²blica, escenario de fieras batallas durante la Guerra Civil y reconstruida y concluida durante los primeros a?os de la dictadura franquista, la de Madrid fue la primera ciudad universitaria de toda Europa proyectada siguiendo el modelo t¨ªpico de campus a la americana. Esto es: edificios independientes rodeados de vegetaci¨®n en un entorno aislado en las afueras de la ciudad.
Declarada bien de inter¨¦s cultural (BIC) desde 1999 con la categor¨ªa de conjunto hist¨®rico, el campus madrile?o es un aut¨¦ntico museo de arquitectura al aire libre. A los primeros edificios racionalistas de las facultades de Filosof¨ªa y Letras, Medicina, Derecho o Farmacia, f¨¢cilmente reconocibles por sus fachadas de ladrillo visto, fueron incorpor¨¢ndose obras de algunos de los mejores arquitectos espa?oles del siglo XX. El Centro de Formaci¨®n del Profesorado de Ense?anzas Media y Profesional (1952-1957; actual Facultad de Estudios Estad¨ªsticos) y el Centro de C¨¢lculo Electr¨®nico IBM (1963-1967; actual Centro de Proceso de Datos UCM) son obras de Miguel Fisac, mientras que la Escuela de Ingenieros de Telecomunicaci¨®n (1960-1964), corri¨® a cargo de Javier Carvajal y Jos¨¦ Mar¨ªa Garc¨ªa de Paredes. Los amantes del hormig¨®n brutalista pueden darse un fest¨ªn con ¡®la Corona de Espinas¡¯ (Instituto del Patrimonio Cultural de Espa?a, 1964-1967), de Fernando Higueras y Antonio Mir¨®; con la Facultad de Ciencias Geol¨®gicas (1964-1969), de Fernando Moreno Barber¨¢; y con la Facultad de Ciencias de la Informaci¨®n (1970-1979), de Jos¨¦ Mar¨ªa Laguna Mart¨ªnez y Juan Casta?¨®n Fari?as. Si a?adimos el Centro Nacional de Investigaciones Metal¨²rgicas (1963), de Alejandro de la Sota; la biblioteca de la UNED (1989-1991), de Jos¨¦ Ignacio Linazasoro; y el impresionante cat¨¢logo de colegios mayores distribuidos por todo el campus, el resultado es una de las concentraciones de arquitectura moderna m¨¢s valiosas del mundo.
Facultad de Filosof¨ªa y Ciencias de la Educaci¨®n de la Universidad de Valencia (1956-1959), de Fernando Moreno Barber¨¢
Fernando Moreno Barber¨¢ abri¨® en Espa?a una puerta a la arquitectura de los grandes maestros del Movimiento Moderno. Hibrid¨® la expresiva contundencia en el uso del hormig¨®n de Le Corbusier, el funcionalismo org¨¢nico de Alvar Aalto y la radicalidad geom¨¦trica de Mies van der Rohe, para crear un lenguaje propio que encontr¨® su fil¨®n en la arquitectura docente y universitaria. La Escuela de Ingenieros Agr¨®nomos y Forestales de la Universidad de C¨®rdoba (1963-1969), la Facultad de Ciencias Geol¨®gicas de Madrid (1964-1969), o el apabullante conjunto de la Universidad Laboral de Cheste (1965-1969), son s¨®lo unas muestras del legado de un arquitecto que construy¨® mucho y muy bien.
La Facultad de Filosof¨ªa y Ciencias de la Educaci¨®n (1956-1959; antigua Facultad de Derecho) de la Universidad de Valencia fue el primero de los tres edificios que Moreno Barber¨¢ proyect¨® para el campus de Blasco Ib¨¢?ez. El conjunto se organiza alrededor de un exuberante patio ajardinado en diferentes vol¨²menes cuyas tratamientos en fachada responden a la orientaci¨®n solar. As¨ª, el bloque m¨¢s alto, que alberga el decanato, salas de profesores y seminarios, se abre al norte con un muro cortina de perfiler¨ªa met¨¢lica negra muy similar a los rascacielos norteamericanos del momento. Las fachadas soleadas, sin embargo, se protegen con un expresivo cat¨¢logo de celos¨ªas y parasoles de hormig¨®n claramente inspirados en los brise-soleil de Le Corbusier. El resultado, internacional y vibrante, constituye uno de los mejores edificios de la modernidad arquitect¨®nica espa?ola.
Facultad de Geol¨®gicas y Biol¨®gicas de la Universidad de Oviedo (1965-1969), de Ignacio ?lvarez Castelao
El arquitecto asturiano Ignacio ?lvarez Castelao proyect¨® tres facultades para la Universidad de Oviedo. La Facultad de Geol¨®gicas y Biol¨®gicas fue la primera de ellas y, seguramente, la mejor obra de su carrera. Todo en el proyecto opera por contraste. Biolog¨ªa y geolog¨ªa, lo org¨¢nico y lo mineral, se traducen en un conjunto de dos piezas tan diferentes que parecen pertenecer a dos edificios distintos. Por un lado, los laboratorios, los despachos, los seminarios y la biblioteca se concentran en un solo volumen vertical en forma de L. A su lado, se encuentra el aulario: un edificio bajito de planta centr¨ªfuga similar a la concha de un molusco. En su interior, ocho muros de hormig¨®n definen ocho aulas triangulares, todas diferentes, dispuestas en orden ascendente de tama?o alrededor de una rampa circular que envuelve un impresionante vest¨ªbulo central.
El gris rugoso del hormig¨®n visto de esta ¡°plaza del pueblo¡±, como le gustaba decir al arquitecto, se enriquece con un ambicioso programa de arte integrado que destila el universo disciplinar de la facultad. Los murales escult¨®ricos de Joaqu¨ªn Rubio Cam¨ªn extraen conceptos de la geodin¨¢mica y la paleontolog¨ªa, mientras que el dise?o del suelo, obra del pintor Antonio Su¨¢rez, incorpora formas ameboides de colores. Perteneciente al colectivo art¨ªstico de El Paso, Su¨¢rez tambi¨¦n contribuy¨® con vidrieras policromadas en el claristorio (hoy desparecidas), as¨ª como con el mosaico del microscopio, un mural de colores que rinde homenaje al invento que revolucion¨® nuestra manera de observar el mundo.
Facultad de Matem¨¢ticas de la Universidad de Sevilla (1972), de Alejandro de la Sota
Alejandro de la Sota tuvo que esperar hasta los 61 a?os para recibir el Premio Nacional de Arquitectura. Le lleg¨® con uno de los edificios m¨¢s complicados de su carrera: el edificio de aulas y seminarios de la Universidad de Sevilla, actual sede de la Facultad de Matem¨¢ticas. Cuando el arquitecto visit¨® el solar, no le gust¨® demasiado lo que hab¨ªa a su alrededor. Decidi¨® que iba a dar la espalda al entorno, y proyect¨® una caja de ladrillo casi ciega. Unas ventanas alargadas, peque?as y parcialmente cubiertas por unas celos¨ªas blancas, dibujan la imagen de una fortaleza impenetrable.
Una vez dentro, el hermetismo exterior se diluye y deja paso a un interior transparente y fluido. La estructura de acero, as¨ª como las barandillas de las pasarelas ligeras y dem¨¢s elementos met¨¢licos, est¨¢n pintados de azul celeste (en su d¨ªa eran de color marr¨®n rojizo). Su aspecto fabril contrasta con la joya del edificio: un gran jard¨ªn central equipado con unos toldos textiles retr¨¢ctiles que dejan pasar la luz en invierno y se protegen del inclemente sol sevillano el resto del a?o. ¡°Al modo de las calles y patios andaluces¡±, dijo de la Sota.
Universidad Laboral de Almer¨ªa (1973-1974), de Julio Cano Lasso, Alberto Campo Baeza, Antonio Mas-Guindal y Miguel Mart¨ªn Escanciano
Julio Cano Lasso ten¨ªa fama de generoso. ¡°Demasiado, incluso¡±, recordaba Alberto Campo Baeza en el acto de conmemoraci¨®n de su centenario. ¡°?ramos unos ni?os, y nos llamaba para trabajar en su estudio¡ ?y firm¨¢bamos los proyectos a medias y cobr¨¢bamos lo mismo que ¨¦l!¡±. Aquella relaci¨®n maestro-disc¨ªpulo se tradujo en la d¨¦cada de 1970 en una serie de proyectos docentes: los Centros de Formaci¨®n Profesional de Vitoria, Pamplona y Salamanca, y la Universidad Laboral de Almer¨ªa, una de las obras m¨¢s emocionantes de sus respectivas trayectorias.
Aulas, talleres y laboratorios para 1.200 alumnos, as¨ª como despachos para el profesorado, una cafeter¨ªa, comedores y dos residencias femeninas de 200 plazas cada una. La necesidad de satisfacer un programa m¨¢ximo con un presupuesto m¨ªnimo forz¨® a los arquitectos a proyectar un edificio austero. Su restrictiva ret¨ªcula estructural, de s¨®lo 4 x 4 metros, sirvi¨® como tablero de juego para organizar un complejo flexible cuya secuencia de calles interiores, patios y muros encalados de blanco alud¨ªan a la tradici¨®n arquitect¨®nica de la Andaluc¨ªa mediterr¨¢nea. ¡°La sequedad del clima, el viento y el polvo, y la luz deslumbradora aconsejaban un edificio cerrado al exterior y abierto hacia infinidad de patios interiores¡±, escribi¨® Cano Lasso. M¨¢s all¨¢ de su aspecto, para el arquitecto ¡°lo esencial de este edificio es la forma de tratar el espacio, de relacionar el interior con los espacios exteriores en una riqu¨ªsima gradaci¨®n de ambientes¡±.
Ampliaci¨®n de la Escuela T¨¦cnica Superior de Arquitectura de Barcelona (ETSAB) (1978-1982), de Jos¨¦ Antonio Coderch
Jos¨¦ Antonio Coderch fue un arquitecto genial que despreciaba a los genios. ¡°Todos quieren ganar mucho dinero o ser Le Corbusier¡±, lamentaba en su famoso art¨ªculo-manifiesto ¡°No son genios los que necesitamos ahora¡±. Su ideolog¨ªa ultraconservadora y car¨¢cter histri¨®nico e irascible opacaban su talento arquitect¨®nico. Quiz¨¢ por ello tuvo que esperar al final de su carrera para recibir su primer encargo p¨²blico. La ampliaci¨®n de la Escuela de Arquitectura de Barcelona le lleg¨® por designaci¨®n de su director, Oriol Bohigas, quien tambi¨¦n era delegado de urbanismo del primer ayuntamiento democr¨¢tico tras la dictadura, regido por el socialista Narc¨ªs Serra. Coderch acud¨ªa a aquellas reuniones con los m¨¢s selectos representantes de la Gauche Divine catalana con el peri¨®dico falangista El Alc¨¢zar bajo el brazo y explicaba, en perfecto castellano, que la forma de las aulas era como la de los cascos de los soldados nazis.
M¨¢s all¨¢ de la provocaci¨®n, la realidad es que la adopci¨®n de la soluci¨®n curva respond¨ªa a la voluntad de orientar todas las aulas al norte, y as¨ª iluminarlas con una luz indirecta y tamizada. Hacia el exterior, las soluciones de forma, color y textura en fachada diferencian con absoluta claridad la ampliaci¨®n del edificio preexistente. El recubrimiento de plaqueta cer¨¢mica se adapta a las formas sinuosas del proyecto, a la vez que constituye un homenaje a la tradici¨®n material catalana. Porque para Coderch, los arquitectos deb¨ªan trabajar ¡°con una cuerda atada al pie, para que no puedan ir demasiado lejos de la tierra en la que tienen ra¨ªces¡±.
Campus de la Universidad de Vigo (1999-2003), de Miralles Tagliabue EMBT
En un bello entorno natural de suaves laderas y rodeado por el bosque del monte del que debe su nombre, el Campus Universitario de Lagoas-Marcosende es el de mayor extensi¨®n y principal de la Universidad de Vigo, con sede triple en Vigo, Pontevedra y Orense. El proyecto de 1999 de Enric Miralles y Benedetta Tagliabue llev¨® a cabo la reordenaci¨®n y sutura de las instalaciones ya existentes, as¨ª como la construcci¨®n de nuevos edificios docentes y auxiliares. El resultado fue un continuo construido que sigue el modelo de ciudad universitaria t¨ªpicamente estadounidense: facultades, residencias, centros deportivos, dotaciones comerciales y de entretenimiento se conectan f¨ªsica y visualmente mediante carreteras sinuosas, senderos peatonales, colinas artificiales, estanques y plazas.
En este paisaje universitario destacan los edificios proyectados por el estudio Miralles Tagliabue, que parecen surgir de las complejas reglas topogr¨¢ficas y geom¨¦tricas previamente dictadas en su plan de ordenaci¨®n para el campus. Esta coherencia formal se traslada igualmente a su dimensi¨®n material, gracias al empleo del hormig¨®n visto y el granito gris Mondariz en las fachadas de los edificios y en la pavimentaci¨®n del campus.
Facultad de Bellas Artes de la Universidad de La Laguna (2015), de GPY Arquitectos
Erigida en un solar encajonado entre carreteras, la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de La Laguna se formaliza como una curva sinuosa continua de hormig¨®n rugoso que se enrosca sobre s¨ª misma. Este gesto le permite protegerse del exterior y envolver la plaza p¨²blica de acceso, coraz¨®n de la facultad. Alrededor de esta plaza se despliegan las zonas de circulaci¨®n, fundidas en un continuo de terrazas, rampas y pasillos abiertos que diluyen la tradicional separaci¨®n entre interior y exterior.
Estos lugares, convertidos en puntos de encuentro e intercambio entre estudiantes y profesorado, tambi¨¦n se utilizan como espacios expositivos y aulas abiertas para la docencia art¨ªstica de la facultad. Por su parte, las aulas interiores disponen de paredes divisorias m¨®viles que permiten crear espacios de distintos tama?os, en funci¨®n de las necesidades. ¡°Nos gusta ver la nueva Facultad de Bellas Artes como un edificio que ofrece espacios rompedores e innovadores para la educaci¨®n experimental y creativa de los futuros estudiantes de artes visuales¡±, declaran sus autores.
Facultad de Psicolog¨ªa y Logopedia de la Universidad de M¨¢laga (2021), de LLPS Arquitectos
La nueva Facultad de Psicolog¨ªa y Logopedia de la Universidad de M¨¢laga divide su programa en dos universos arquitect¨®nicos claramente diferenciados. La planta baja es completamente transparente y permeable, y alberga las zonas comunes y funciones p¨²blicas, tales como la cafeter¨ªa y los comedores, el sal¨®n de actos, las oficinas de secretar¨ªa y la biblioteca. Sobre ella, se dispone la actividad docente de la facultad: las aulas, los seminarios, los laboratorios de investigaci¨®n y los despachos para el profesorado se aglutinan en un cuerpo herm¨¦tico, sin apenas ventanas, protegido del exterior gracias a un revestimiento de piezas cer¨¢micas de color blanco.
Una ret¨ªcula de patios distribuida uniformemente sirve de conexi¨®n entre estas dos zonas. Estos huecos permiten la entrada de luz, tanto a los espacios docentes superiores como al nivel inferior p¨²blico, a la vez que favorecen la circulaci¨®n del aire y la ventilaci¨®n natural. En la cubierta, junto a las placas fotovoltaicas, se ubica un jard¨ªn-bioclim¨¢tico que posibilita que los patios se encuentren hasta cinco grados por debajo de la temperatura ambiente.
Facultad de Filosof¨ªa y Letras de la Universidad de Zaragoza (2018-2021), de Mag¨¦n Arquitectos
En 2016 la Universidad de Zaragoza convoc¨® un concurso para la rehabilitaci¨®n, ampliaci¨®n y adecuaci¨®n de los espacios exteriores de la Facultad de Filosof¨ªa y Letras, primera construcci¨®n del Campus de San Francisco, de 1941. La propuesta vencedora abord¨® el proyecto desde una perspectiva doble. Por un lado, mantener la continuidad visual y f¨ªsica con el edificio hist¨®rico; y por el otro, implementar un despliegue tecnol¨®gico encaminado a la m¨¢xima eficiencia energ¨¦tica.
El extenso programa del nuevo edificio (incluye cuarenta y dos aulas, laboratorios, estudios de radio y plat¨® de televisi¨®n, cafeter¨ªa, sala de exposiciones, sala de estudio y despachos) se resolvi¨® en un volumen que reformula en clave contempor¨¢nea el lenguaje de muros de ladrillo visto y la distribuci¨®n regular de vanos de la estructura original. La rotunda severidad exterior contrasta con un interior amable, ajardinado y luminoso. ¡°Un edificio universitario remite a cierta idea de comunidad, de encuentro y relaci¨®n entre estudiantes e investigadores, no s¨®lo en los espacios reglados, sino tambi¨¦n en lugares improvisados¡±, explican sus autores. ¡°Generar espacios comunes, abiertos y vers¨¢tiles ha sido un prop¨®sito clave del proyecto¡±.
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