Ficci¨®n vs. Realidad
?Por qu¨¦ ser¨¢ que podemos pasar de leer una nota sobre el narcotr¨¢fico a m¨¢s tarde buscar en Netflix una serie sobre luchas entre carteles?
?La ficci¨®n puede ser como un meteorito en medio de la calle, entre los coches, el metrob¨²s, en medio del tr¨¢fico, entre la gente que camina en las banquetas ¨Cun perrito sin correa y una adolescente con el gorro puesto de la sudadera se acercan, curiosos, a mirar ese meteorito en medio la calle¨C las historias pueden estar incrustadas entre la realidad a pleno calor, a plena luz de mediod¨ªa, y as¨ª pareciera la primera y hermosa novela Declaraci¨®n de las canciones oscuras (Sexto Piso, 2019) de Luis Felipe Fabre (Ciudad de M¨¦xico, 1974). Situada en Espa?a en siglo XVI, narra el camino de tres hombres que trasladan el cuerpo de fray Juan de la Cruz, el gran poeta y m¨ªstico carmelita. Esa historia leemos hoy, una que imagina esa forma de hablar, que imagina c¨®mo fue el recorrido del cuerpo inerte de fray Juan de la Cruz de ?beda a Segovia, en agosto de 1592, que va despertando deseo y furor, como un rockstar al que todos quieren tocar, del que todos quieren algo, un mech¨®n de pelo, una u?a, algo. Una novela que ocurre en Espa?a, escrita desde Latinoam¨¦rica, que leemos hoy entre tuits, noticias de varios de los peri¨®dicos que seguimos, notas que hablan de los abusos de poder que todos los d¨ªas nos dejan perplejos, y, en medio de todo, brillante a plena luz del d¨ªa, esta una novela que pone a pensar en el lugar de la ficci¨®n hoy.
Hay una muy bella met¨¢fora de E.M. Forster que habla de una paloma sobrevolando una plaza p¨²blica, compara la sombra de la paloma con la realidad y la paloma con la ficci¨®n, habla de c¨®mo cada historia proyecta una sombra de cerca, acaso proyecta un punto peque?o o no proyecta nada de lo distante que est¨¢. Anecd¨®ticamente esta novela vuela lejos, no proyecta sombra en la plaza p¨²blica que es nuestra realidad, sin embargo, forma parte de la imagen, la paloma ah¨ª est¨¢, y creo que ese es uno de los lugares que tiene la ficci¨®n hoy en el que hay historias que no hablan, por ejemplo, directamente de migraci¨®n, narcotr¨¢fico o la violencia. Este es otro modo de tensar la realidad, de cuestionarla, por ejemplo, qu¨¦ tiene que decirnos el culto al individuo, a la personalidad, ?c¨®mo as¨ª que un fray casto, un poeta m¨ªstico, que al morir, en el trayecto de un punto a otro, va despertando el deseo m¨¢s carnal, m¨¢s terrenal, las pasiones m¨¢s bajas de posesi¨®n? Cu¨¢nto dice esto del capitalismo que nos da la ilusi¨®n de poseer, cu¨¢nto dice esto de una sociedad que rinde culto a la celebridad, ?qu¨¦ dice todo esto de nosotros? Y qu¨¦ tiene que ver con una sociedad que consume, comparte y lucra con im¨¢genes de tragedias, muertos. Por qu¨¦ ser¨¢ que buscamos que la ficci¨®n se relacione de forma directa de lo que vemos en las noticias, ?por qu¨¦ ser¨¢ que podemos pasar de leer una nota sobre el narcotr¨¢fico a m¨¢s tarde buscar en Netflix una serie sobre luchas entre carteles? ?Qu¨¦ le pedimos a la ficci¨®n? ?Parecerse a la realidad? ?Ser moralmente correcta? ?Que nos ense?e algo? ?Descansar de las noticias? ?Y qu¨¦ pasa con las historias que contamos, que vemos, que leemos que est¨¢n lejos de la realidad, que no proyectan una sombra en la plaza p¨²blica?
En nuestros pa¨ªses, el periodismo no solo es relevante para cuestionar el presente, no solo nos da horizonte y los periodistas cuentan las historias que a todos nos interesa seguir, sino que ellos y ellas ponen en riesgo su integridad, como en el caso mexicano que es una labor peligrosa, vulnerable. Vivimos en tiempos en los que el cuerpo de los periodistas es un cuerpo pol¨ªtico. El acceso a la informaci¨®n es veloz, vertiginoso y desde ah¨ª leemos las noticias y, adem¨¢s, estamos al tanto de lo que pasa en las calles por medio de las redes sociales que nos ofrecen un relato m¨¢s amplio, una narrativa m¨¢s completa que suman al relato. As¨ª se ha ampliado el espacio de los hechos. No por nada periodista bielorrusa Svetlana Aleksi¨¦vich mereci¨® el premio Nobel en 2015 haciendo m¨¢s el¨¢stica la palabra literatura. El asunto de la ficci¨®n no es exclusivo de la literatura, es un tema que se rebasa a s¨ª mismo, es un asunto pol¨ªtico que va m¨¢s all¨¢ de los l¨ªmites de los libros, las pel¨ªculas, las series porque el lenguaje es tambi¨¦n el espacio en el que ocurre nuestro d¨ªa a d¨ªa: la ficci¨®n y los peri¨®dicos est¨¢n hechos con el mismo material. Sin embargo, la ficci¨®n que se hace hoy tambi¨¦n tiene tanto que ver con la econom¨ªa ¨Chistorias que est¨¢n hechas para el mercado¨C, con el poder ¨Chistorias que contin¨²an el canon predominante y masculinista¨C, historias que perpet¨²an jerarqu¨ªas ¨Chistorias contadas desde el punto de vista opresor¨C,? yentonces ?la ficci¨®n tiene un deber ser con respecto a los hechos? Para hacer un zoom out m¨¢s amplio, ?qu¨¦ lugar tiene el arte con respecto a la realidad hoy?
Veo que trato de pegarle a la pi?ata y no consigo, pero me gusta mucho una an¨¦cdota que cuenta Oscar Wilde que, adem¨¢s de que la rompe y habla de la novela Declaraci¨®n de las canciones oscuras (que a la vez me parece un momento, un hit muy representativo de esa m¨¢quina de hits que se llama Oscar Wilde): ¡°Ayer por la tarde la se?ora Arundel insist¨ªa en que me acercara a la ventana y admirara el ?glorioso cielo?, en sus propias palabras. Por supuesto, tuve que mirarlo. [¡] Y ?qu¨¦ era? Era, sencillamente un Turner muy segund¨®n, un Turner de un mal periodo que exageraba y enfatizaba mucho los peores defectos del pintor.¡± Porque el arte no necesita ser una copia de la realidad, puede estar lejos, venir de lejos como un meteorito,incrustase en medio de la calle, puede tensar lo que ocurre en la plaza p¨²blica, embellecerla, darnos un nuevo espacio sin dialogar de manera directa con lo que ocurre. Clarice Lispector alguna vez escribi¨® en el peri¨®dico: ¡°Lo que me tranquiliza es que todo lo que existe, existe con una precisi¨®n absoluta¡±. Y quiz¨¢s al arte le queda imaginar lo que no existe, abrir otros caminos posibles.
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