'Blurred lines': por qu¨¦ sus autores reniegan de este ¨¦xito
El m¨²sico estadounidense Pharrell Williams, reconvertido en un icono de la nueva masculinidad, denuncia el contenido sexista de la canci¨®n
El verano de 2013 son¨® a Blurred Lines. Robin Thicke, hijo de Alan Thicke (el patriarca de Los problemas crecen) y, hasta la publicaci¨®n de su segundo ¨¢lbum The evolution of Robin Thicke, letrista de popularidad moderada, parec¨ªa haber encontrado la f¨®rmula del ¨¦xito. A saber: una melod¨ªa pegajosa y cansina, letras bastante cuestionables y el respaldo de las estrellas urbanas del momento, el rapero T.I. y Pharrell Williams. En resumen, la canci¨®n perfecta del verano. Durante doce semanas consecutivas encabez¨® la lista?Billboard Hot 100 y tan solo en Estados Unidos se vendieron m¨¢s de cinco millones de copias en tan solo 22 semanas, un r¨¦cord hist¨®rico.
"Me di cuenta de que hay hombres que usan ese mismo lenguaje cuando se aprovechan de una mujer, y no importa si ese no es mi comportamiento o mi forma de pensar, simplemente importa c¨®mo afecta a las mujeres"
Seis a?os despu¨¦s, la canci¨®n ha sido acusada de plagiar un tema de Marvin Gaye, Got to give it up. Los autores han tenido que pagar a los herederos del m¨²sico fallecido, por sentencia del tribunal de California, cinco millones de d¨®lares (4.500.000 de euros, aproximadamente). Robin Thicke no ha vuelto a conseguir un ¨¦xito similar y el rey midas de las colaboraciones, Pharrell Williams, se arrepiente de todo.
"Creo que Blurred Lines me abri¨® la mente. Al principio no lo entend¨ª, porque hab¨ªa mujeres mayores blancas que cuando sonaba esa canci¨®n se comportaban de formas de lo m¨¢s sorprendentes. Era como ?wow!, me hac¨ªan sonrojar. As¨ª que, cuando empezaron a cuestionar la letra pens¨¦, literalmente: "?De qu¨¦ est¨¢is hablando?". Las mujeres cantan cosas como "I know you want it" ["S¨¦ que lo quieres"] todo el tiempo. ?Qu¨¦ hay de malo en eso?", recordaba el m¨²sico, de 46 a?os, en una extensa entrevista en la edici¨®n estadounidense de GQ, en la que aborda el debate de la nueva masculinidad y el despertar feminista. ?l mismo se responde. "Me di cuenta de que hay hombres que usan ese mismo lenguaje cuando se aprovechan de una mujer, y no importa si ese no es mi comportamiento o mi forma de pensar, simplemente importa c¨®mo afecta a las mujeres".?
"Eres la perra m¨¢s caliente del lugar", "D¨¦jame ser al que le arrimes al trasero" o "Te dar¨¦ algo lo suficientemente grande que partir¨¢ tu culo en dos", son los versos m¨¢s problem¨¢ticos de la canci¨®n. En su momento, algunos cr¨ªticos incluso la consideraron un alegato mis¨®gino y una alusi¨®n directa a la violaci¨®n. El videoclip que acompa?¨® al lanzamiento, y que forma ya parte de la historia del pop, solo sirvi¨® para alimentar la pol¨¦mica. Tres crooners trasnochados, con sus trajes caros perfectamente ajustados, tonteando con chicas ligeras de ropa, que se paseaban juguetonas y bailan para su regocijo. "Mi reacci¨®n inicial fue preferir la versi¨®n con ropa, no cre¨ªa que debi¨¦ramos publicar la versi¨®n desnuda, pero le mostr¨¦ las dos a mi mujer y a sus amigas y me dijeron que deb¨ªa poner la segunda porque era sexi y molona", intent¨® defenderse Thicke en la BBC, asegurando que todos eran respetables padres de familia y que aquello tan solo era una transgresi¨®n festiva. Una versi¨®n que hasta la fecha respaldaban sus otros compa?eros.
"Me di cuenta de que vivimos en una cultura machista. No me hab¨ªa dado cuenta de eso. No me hab¨ªa dado cuenta de que algunas de mis canciones respond¨ªan a ello. Eso me vol¨® la cabeza", explicaba Pharrell Williams, muy cr¨ªtico, ahora que lo ha descubierto, con el sistema patriarcal dominante. "El otro d¨ªa termin¨¦ de leerme la Declaraci¨®n de Independencia y me qued¨¦ boquiabierto. Se refiere a los nativos americanos como salvajes despiados ¨Ceso pone en la Declaraci¨®n de Independencia, eso est¨¢ ah¨ª escrito¨C. Para referirse a los hombres utilizan el t¨¦rmino 'humanidad'. Bueno, ?y qu¨¦ pasa con las mujeres?", reivindica.
Para el autor de Happy, todo se trata de un juego de poderes y es muy importante determinar qui¨¦n lo tiene. "Hay coches que vuelan. No muchos, pero existen. Y sin embargo, todav¨ªa hay viejos arrugados que deciden el destino de los ¨®rganos reproductivos de las mujeres y utilizan el dogma religioso y el cristianismo para asustar a las personas". Sin embargo, el artista no ha perdido la esperanza. "?C¨®mo ser¨ªa el mundo si las mujeres tuvieran los puestos m¨¢s altos? Las mujeres empiezan a ser conscientes de que tienen el poder. Las mujeres, los millennials y la generaci¨®n Z tienen el poder. Lo ¨²nico que debemos hacer es equilibrar la balanza".
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