La nueva izquierda ha dejado sin sexo a Def Con Dos
La nueva canci¨®n del grupo madrile?o, 'Stop puritanismo', denuncia la mojigater¨ªa que, seg¨²n ellos, se ha instalado en los partidos progresistas
Con el paso de los a?os, el grupo madrile?o Def Con Dos se ha convertido en sketch de programa se s¨¢tira pol¨ªtica. Uno no demasiado gracioso, bastante desconectado de la actualidad -por mucho que afirme vivir en ella y de ella- y musicalmente cada vez m¨¢s basto y plomizo. El tercer adelanto de su nuevo disco se titula Stop puritanismo, y es un tema en el que, sin complejos, estos m¨¢quinas destapan la mojigater¨ªa que parece haberse instalado en la izquierda en tiempos recientes. Qu¨¦ cosas.
Y lo hacen con un discurso que nos convence de que alguien muy malo, situado justo en las coordenadas en las que se encuentran la derecha y la izquierda -despu¨¦s de lo de Ciudadanos ya sabemos que esas coordenadas ya no salen en los mapas-, quiere prohibir "el sexo sin amor", "los condones de sabores", "las org¨ªas son restricciones" (son tres expresiones literales de la letra). Alguien con muy mala baba ha confundido progres¨ªa con mojigater¨ªa y est¨¢ dejando a esta gente sin la raci¨®n de sexo que todo persona como dios manda merece. Los incels ya tienen himno. Ojal¨¢ sea broma. Ojal¨¢ hiciera gracia.
En esta lucha enconada por ver qui¨¦n representa al verdadero pueblo, la izquierda Def Con Dos ha decidido utilizar las mismas armas que la ultraderechita cobarde. ?Se han tocado por fin los extremos, como llevan a?os anunciando los paladines del lugar com¨²n?
Como no pod¨ªa ser de otro modo, las redes sociales han respondido inmediatamente a la radical y transgresora propuesta de la banda. Para algunos, ya era hora de que alguien dijera esto que, bueno, es lo mismo que est¨¢n diciendo hace ya tiempo desde el extremo derecho del an¨¢lisis de la realidad. Eso s¨ª, un tipo de an¨¢lisis que se hace con dibujitos sustituyendo las esdr¨²julas, que son palabras para pijos sofisticados con iPhone. En esta lucha enconada por ver qui¨¦n representa al verdadero pueblo, la izquierda Def Con Dos ha decidido utilizar las mismas armas que la ultraderechita cobarde. ?Se han tocado por fin los extremos, como llevan a?os anunciando los paladines del lugar com¨²n?
La ¨²nica diferencia es que la defensa de la libertad para modular y calibrar los sentimientos del vecino no lo hacen se?ores con traje en reservados de restaurantes de lujo mientras beben vino caro, sino se?ores en ch¨¢ndal en bares de lo que ellos llaman "barrio" mientras acumulan botellines sobre la barra. Es gente que dice a¨²n "progre". Es gente que a¨²n demasiadas cosas. Y es una pena, porque el altavoz para lanzar un mensaje que no sea binario lo tienen. Pero es lo que tiene ir de aut¨¦ntico, que si no te andas con cuidado terminas pareciendo simplemente b¨¢sico. No van a pedir perd¨®n por querer echar un polvo, y est¨¢n en su derecho. Pero el sexo es como las drogas, amigos: no se pide, se da.
Lo que se confunde aqu¨ª es la mojigater¨ªa con la normalizaci¨®n. Obviamente, hay elementos descabellados y a veces irritantes en la correcci¨®n pol¨ªtica. Obviamente, hay aspectos que chirr¨ªan del lenguaje inclusivo, o de lo que se le pase ahora mismo a usted por la cabeza si se pone a pensar en colectivos que, por decirlo de alguna a manera, no lo han tenido exactamente igual de f¨¢cil que otros. Pero qui¨¦nes son los miembros de esos colectivos m¨ªnimos, tangenciales e irrelevantes para exigir los mismos derechos y, sobre todo, pedir ser ellos mismos quienes decidan c¨®mo presentarse, qu¨¦ les gusta y qu¨¦ no, qu¨¦ van dejar de dejarse hacer y qu¨¦ van a hacer, les dejen o no. Tendr¨¢n la libertad que se les quiera dar, ni m¨¢s ni menos. Se habr¨¢n pensado.
?Es esta canci¨®n m¨¢s notoria y necesaria que el "Fuck Vox" del tuit de Rosal¨ªa? Aunque parezca todo lo contrario que el casi pol¨¦mico gesto de la catalana, en realidad es lo mismo: apuesta por ser relevante por el mero hecho de existir.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.