El falangista Aznar
Dilema inminente: ?figurar¨¢ la extrema derecha en la Mesa del Congreso?
![El expresidente del Gobierno Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar en Madrid, el pasado 18 de noviembre.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/DLGH5GBZYGA5ILGNG7OGHLCLAI.jpg?auth=e2bd7ec78bb40d0aae70c939aa12344ce53971c82ae3867f4b77236274ef0161&width=414)
Dilema inminente: ?figurar¨¢ la extrema derecha en la Mesa del Congreso? Aritm¨¦ticamente solo puede acceder a este ¨®rgano clave, que marca la agenda pol¨ªtica, si el Partido Popular le vota. ?Qu¨¦ har¨¢? Ya sabemos que el PP gobierna Andaluc¨ªa, y Madrid, y Murcia gracias a su pacto con Vox.
Pero desde que sucedi¨® eso, han ocurrido cosas peores, que indican c¨®mo el partido ultra se ha vuelto, si cabe, m¨¢s ultra: ah¨ª est¨¢ la designaci¨®n a dedo de los dos nuevos jefes del partido en Catalu?a. Ambos militaron en el partido xen¨®fobo y racista Plataforma per Catalunya, liderado por Josep Anglada ¡ªconmilit¨®n de Blas Pi?ar, condenado por violento y expulsado por l¨ªos de dinero¡ª, que acog¨ªa a simpatizantes confesos de Adolf Hitler.
Tambi¨¦n han sucedido cosas muy buenas en la derecha europea. Como la elecci¨®n del expresidente del Consejo Europeo, el polaco Donald Tusk, como presidente del PPE. Tusk arremeti¨® en el congreso de Zagreb de este partido contra el programa parafascista de Viktor Orb¨¢n: ¡°Tenemos que ser muy decididos en la lucha contra este tipo de ideas¡± iliberales del primer ministro h¨²ngaro, afirm¨®, solemne.
Claro y directo, Tusk reconoci¨® que la democracia cristiana debe decidir si mantiene la suspensi¨®n, expulsa o valida a sus socios h¨²ngaros de Fidesz, tras un debate sobre el cord¨®n sanitario contra los ultras como el que practican alemanes, franceses, suecos o finlandeses: ¡°Me gustar¨ªa que lo termin¨¢ramos lo m¨¢s r¨¢pido posible con una conclusi¨®n obvia: no sacrificaremos valores como las libertades c¨ªvicas, el Estado de derecho y la decencia en la vida p¨²blica en el altar de la seguridad y el orden¡±, concluy¨®. Ojal¨¢ la derecha democr¨¢tica venza a quienes quieren vender su alma por conservar consigo los 13 esca?os de Orb¨¢n en Estrasburgo. Como la vendi¨® Josemari Aznar a Berlusconi.
Si Pablo Casado sintoniza en la pr¨¢ctica con lo que ¨¦l mismo afirm¨® en Zagreb, atacando a los xen¨®fobos de Vox por racistas y ¡°negacionistas de la ideolog¨ªa de g¨¦nero¡±, podremos aspirar a disfrutar de una derecha como la alemana. Y de una Mesa del Congreso decente, sin ultras. Pero no si obedece al patrocinador de los pactos con Vox, Aznar, que promociona un acuerdo de ¡°constitucionalistas¡± excluyendo al vencedor de las elecciones. ?l, tan constitucionalista que bendijo la ¡°abstenci¨®n beligerante¡± contra la Constituci¨®n¡± (La Nueva Rioja, 23/2/1979) y que se vanaglori¨® de ¡°militar al lado de los falangistas¡± (SP, 1/7/1969) como militante del fascista Frente de Estudiantes Sindicalistas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.