C¨¦dric Villani, un matem¨¢tico a su bola
El cient¨ªfico franc¨¦s traiciona a Macron y se presenta como independiente a la alcald¨ªa de Par¨ªs
En poco m¨¢s de una d¨¦cada, C¨¦dric Villani (Brive-la-Gaillarde, 1973) ha pasado de llenar enormes pizarras universitarias con los teoremas que le valieron una Medalla Fields, el Nobel de las matem¨¢ticas, a emborronar con c¨¢lculos y porcentajes de voto las servilletas y manteles de papel de las cafeter¨ªas de Par¨ªs, que se han convertido en su escenario favorito desde que decidi¨® dar el salto definitivo a la pol¨ªtica y presentarse como candidato a alcalde de la capital francesa en las elecciones de marzo de 2020.
Por mucho que este sea su campo, la suma de votos del otrora fichaje estrella del macronismo ¡ªfue uno de los candidatos m¨¢s populares a las legislativas de 2017 que consolidaron el mandato de Emmanuel Macron¡ª sigue resultando complicada, cuando no imposible, para el hombre que decidi¨® desafiar a su partido y hasta a su presidente y se postul¨® como independiente, despu¨¦s de que La Rep¨²blica En Marcha (LREM) eligiera como candidato oficialista al exportavoz del Gobierno Benjamin Griveaux. De hecho, las encuestas publicadas confirman que mientras que ni Griveaux ni Villani suman suficientes fuerzas por s¨ª solos, la suma de ambos s¨ª servir¨ªa para sobrepasar la intenci¨®n de voto de su mayor rival, la socialista Anne Hidalgo, que aspira a renovar mandato.
Esto, en el planeta Macron, es un problema. Para el joven partido creado en torno al hoy presidente, las municipales son un reto para una formaci¨®n nueva, urbanita y falta a¨²n de arraigo territorial. Y Par¨ªs, encima, es la joya de la corona de las alcald¨ªas, un aut¨¦ntico s¨ªmbolo de poder que LREM daba por conquistado. Inquieta ver c¨®mo uno de los suyos le roba ahora votos como los de muchos antiguos macronistas convencidos que acudieron el 4 de septiembre a la presentaci¨®n oficial de la candidatura de Villani. Fue en un bar del distrito 14, donde ¨¦l ha instalado su residencia ¡ªcerca de donde vivi¨® Simone de Beauvoir ¡ª tras dejar la casa en las afueras de Par¨ªs donde criaba pollos y conejos junto a su esposa y dos hijos. Intranquiliza, sobre todo, cuando coincide con el descontento manifestado por no pocos macronistas ¡ªy no tan macronistas¡ª con el candidato oficial Griveaux, percibido como un hombre del partido, un pol¨ªtico ¡°de carrera¡± ajeno a esa frescura social del macronismo de los primeros tiempos. Esto pone a Griveaux visiblemente inc¨®modo. ¡°Creo que estoy m¨¢s preparado¡± que Villani, dec¨ªa en un reciente encuentro con periodistas extranjeros. ¡°Me he entregado mucho en estos ¨²ltimos a?os y he demostrado que puedo convocar a gente de izquierda, de derecha y de centro¡±. Parad¨®jicamente, Villani habla casi en los mismos t¨¦rminos. ¡°Encarno la reconciliaci¨®n mejor que cualquier otro candidato¡±, asegur¨® este cient¨ªfico reconvertido en pol¨ªtico que rechaza las etiquetas de izquierdas y derechas y que aspira a atraer a todos los sectores a una candidatura que, asegura, es la ¡°m¨¢s ecologista¡± de todas.
Cuando se le pregunta si sigue teniendo contacto con el presidente, Villani calla. Subraya que su candidatura ¡°no es contra el partido¡± y que le advirti¨® a Macron que se presentar¨ªa antes de hacerlo p¨²blico. Queda claro que la antigua qu¨ªmica entre ambos ¡ª?se conocieron en 2013, cuando los papeles estaban invertidos: Macron era un total desconocido y Villani ya era un influyente cient¨ªfico¡ª se ha diluido. El matem¨¢tico devenido en pol¨ªtico es consciente de que ha provocado indignaci¨®n ¡ªadem¨¢s de inquietud¡ª en las filas de su partido: sigue ostentando un esca?o en la Asamblea Nacional que, reconoce, es lo que le decidi¨® a dar un giro de 180 grados a su carrera. ¡°Jam¨¢s habr¨ªa entrado en pol¨ªtica sin la ola macronista¡±, se?ala.
Aunque la pol¨ªtica siempre le interes¨®, dedicarse a ello no entraba en sus planes. Cuenta que lo rechaz¨® varias veces. Pero justo antes de las elecciones presidenciales hubo lo que llama una fake news: un diario anunci¨® que presentaba su candidatura como dipu?tado y decidi¨® lanzarse a ello para no desmentirlo. Nunca lo ha lamentado. Y eso que para este matem¨¢tico crecido en un ambiente m¨¢s bohemio que cient¨ªfico ¡ªsus padres son profesores de literatura, su hermano es compositor de m¨²sica para pel¨ªculas¡ª supuso abandonar el prestigioso Instituto Henri Poincar¨¦, que dirigi¨® desde 2009. A los que lo conocen no les sorprende su apuesta. No ha hecho m¨¢s que aplicarse el consejo que daba a sus alumnos: ¡°No dejarse encerrar en cajas. Moverse siempre, desde el momento mismo en que se controla un tema. Dejar algo de espacio al azar¡±.
Un?coach le ense?a a gesticular menos y ha abandonado los gigantescos lazos de seda que luc¨ªa
Azar s¨ª, pero tampoco tanto. El aspirante a alcalde Villani ha perdido algo de la naturalidad que constitu¨ªa su marca de la casa. Ha aceptado un coach que le ense?a a gesticular menos y a no meter tanto la pata. Y ha moderado un poco el aspecto de dandi barroco que le hace inconfundible en cualquier lugar donde se encuentre: se ha recortado la melena a lo ¡°pr¨ªncipe valiente¡± que sol¨ªa lucir y ha abandonado los gigantescos lazos de seda que usaba en vez de corbata. Pero contin¨²a usando trajes a medida con chaleco a juego. Y aunque el reloj con cadena de oro parece aparcado, sigue luciendo en la solapa uno de sus lujosos broches con forma de ara?a ¡ªahora algo m¨¢s peque?os, eso s¨ª¡ª cuyo significado nunca revela. ?Y si fracasa en su asalto a la alcald¨ªa? No importa, sonr¨ªe. Seguir¨¢ en pol¨ªtica: ¡°Cuando me comprometo a algo es para largo¡±.
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