La joven quesera que evidencia lo insostenible de vivir y trabajar en la ciudad
?Y si marcharse al pueblo ya no fuera una utop¨ªa recurrente? Nueva entrega de la serie de gestos que cambiaron nuestra forma de pensar
Las tribus recolectoras y cazadoras de la Edad de Piedra dedicaban entre 3 y 5 horas diarias al trabajo, seg¨²n el ensayo cl¨¢sico Econom¨ªa de la Edad de Piedra, del antrop¨®logo Marshall Sahlins. Hoy, en la Espa?a industrializada, la jornada completa est¨¢ndar no baja de las ocho horas. Con todo el respeto al progreso: con el tiempo de ocio, nos la han jugado. Esta es solo una de las razones que ha empujado a Luc¨ªa S¨¢ez, bi¨®loga de 35 a?os, a mirar a Torremocha del Jarama, un pueblo de menos de 1.000 habitantes de la sierra Norte de Madrid, donde ha levantado, junto a su socio Pedro, la queser¨ªa Jaramera, que fabrica todos sus productos con leche de oveja y valores agroecol¨®gicos. "Trabajar 12 horas al d¨ªa por poco m¨¢s de 1.000 euros, saber que no podr¨¢s comprarte nunca una vivienda, esperar colas de 40 minutos en el s¨²per o listas de espera eternas en la sanidad p¨²blica, pasarte la vida en atascos¡ Me sorprende que se hable tanto de la Espa?a vac¨ªa, pero no del colapso de las ciudades. En los pueblos hay centros de salud casi abandonados, tiendas sin clientes, escuelas cerradas y territorios sin personas [el 80% de los espa?oles vive en el 20% del espacio]. ?C¨®mo no plantearse volver a ellos?", defiende.
De momento, vive a caballo entre la urbe y la aldea, "aunque mi idea es mudarme pronto a tiempo completo a Torremocha, donde cada vez hay m¨¢s personas montando sus peque?os proyectos artesanos". Toda una inspiraci¨®n para aquellos que, como S¨¢ez (que dej¨® su trabajo en una consultor¨ªa por motivos de ansiedad), no logran ser felices bajo el modelo imperante. "No se trata de inventar nada, sino de rescatar lo que hemos perdido: la cooperaci¨®n, el contacto con la naturaleza, la ayuda al vecino¡ En los pueblos es m¨¢s f¨¢cil", reflexiona. La quesera habla tambi¨¦n de soberan¨ªa alimentaria: "Que haya muchos peque?os productores permite algo tan sencillo como ser capaz de abastecer a tu poblaci¨®n de alimentos. ?Espa?a, eminentemente agropecuaria, importa el 40% de la comida, con la huella ecol¨®gica que eso supone! Adem¨¢s, es una v¨ªa para distribuir con m¨¢s justicia la riqueza".
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentaci¨®n refrenda en su web: "El modo de vida rural es percibido como de mayor calidad que el urbano, por lo que vivir en ¨¦l es una opci¨®n elegida por la poblaci¨®n, y ya no impuesta por otras condiciones sociales o econ¨®micas". 2019 tambi¨¦n ha sido el a?o de la mujer rural: aunque sigue habiendo brecha en la mayor¨ªa de los aspectos, el n¨²mero de emprendedoras supera al de emprendedores. "Tengo claro que no es una moda, sino la ¨²nica v¨ªa que nos queda. Por eso hacen falta pol¨ªticas p¨²blicas que lo hagan menos traum¨¢tico, como lograr que los fondos de la UE lleguen a su destino [para, entre otras cosas, dotar de fibra ¨®ptica a todo el medio rural, vital para el teletrabajo] o promover la cultura como algo necesario y no un mero lujo de urbanitas", expone la madrile?a. Y acaba contando un prejuicio que a¨²n tienen que soportar los peque?os productores rurales: "Que somos cutres y hippies. Yo me paso el d¨ªa en Excel¡ La gente joven que se est¨¢ yendo a trabajar al campo tiene mucha formaci¨®n".
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