Cortinas para ver el mundo, la nueva colecci¨®n de Kinnasand
Las vistas de un avi¨®n, las ondulaciones del mar o las arenas del desierto son algunas de las formas que replican los modelos de un dise?o que aspira a ofrecer "una visi¨®n caleidosc¨®pica de la naturaleza"
A las afueras de Ebeltoft, un pueblo pesquero al noreste de Dinamarca, la sede de la firma de textiles Kvadrat no se dise?¨® con el prop¨®sito de llamar la atenci¨®n. Pero lo ha tenido francamente dif¨ªcil: su edificio imita las formas caprichosas de la misma ladera sobre la que se levant¨® en 1980. En el interior, el pasillo central conduce ¨Ca trav¨¦s de las oficinas, la cafeter¨ªa y una escalera con ¨¢rbol incluido- hasta una sala circular en la que, este a?o, se exhibe la nueva colecci¨®n Spheres de Kinnasand, la marca sueca que desde 2012 forma parte de la compa?¨ªa danesa.
Spheres aplica sobre cortinas y alfombras la perspectiva que cualquiera puede tener ahora del planeta. ¡°Parece que estemos en un constante tr¨¢nsito, yendo siempre de un punto A a un punto B, C o D. Nos movemos y viajamos m¨¢s que nunca, y eso hace que veamos el mundo a diferentes velocidades¡±, opina la directora creativa de Kinnasand, Isa Glink, antes de diseccionar sus dise?os uno a uno en el showroom de Kvadrat. ¡°En conjunto, son una visi¨®n caleidosc¨®pica y topogr¨¢fica de la naturaleza, incluida la que construye el hombre¡±.
Entre los 21 modelos de cortinas, hay algunas que se inspiran en las vistas desde un avi¨®n. La Bayou recrea en su entramado de lino la imagen de las nubes que dejan entrever los campos de cultivo; y la Alley ¨Cde lino lavado en piedra¨C, Crop ¨Ccon estructura Jacquard¨C o Fields ¨Cen poli¨¦ster ign¨ªfugo¨C calcan la arquitectura cenital de esos terrenos. Otras cortinas reproducen las ondulaciones del mar, como la Dive tejida en crep¨¦ translucido, y las arenas de un desierto, en el caso de la Erin II en tonos tierra.
Glink le dedica al modelo Zone, de rejilla abierta, el paisaje que se diluye por la ventanilla de un tren. ¡°Pasa algo similar cuando vas atr¨¢s o de copiloto en el coche: si te quedas mirando a un punto fijo del cristal no ver¨¢s la carretera, farolas o ¨¢rboles, y ni siquiera sus formas, sino manchas que se van abstrayendo cada vez m¨¢s¡±, explica la dise?adora durante la presentaci¨®n.
Del mismo enfoque visual parten las tres alfombras de Spheres. La Kanon Pattern Plow juega a la percepci¨®n, en nueve colores distintos, a partir de una mezcla de lana y algod¨®n de Nueva Zelanda anudada a mano. Igual que la Kanon Pattern Rake. Y la Lavo, que combina lana de Cerde?a con otra m¨¢s virgen, sobre una base que va cambiando ligeramente de tonalidad y ganando en brillo, seg¨²n la luz en el ambiente.
¡°Lo que quiero conseguir con estos productos, m¨¢s all¨¢ de que cumplan su funci¨®n en casa o en una oficina, es que inviten a contemplarlos¡±. Glink lo comenta por una raz¨®n: las cortinas y alfombras se han confeccionado con microestructuras. ¡°Cuanto m¨¢s de cerca las observes, m¨¢s detalles podr¨¢s ver¡±, defiende, y admite que es ah¨ª donde est¨¢ el valor de su trabajo.
¡°El mejor ejemplo son los tejidos lisos: siempre funcionan y todos los talleres los pueden fabricar¡±, a?ade. ¡°Ahora, que un tejido liso venga con un hilado distinto a cualquier otro, y con un tacto que te sorprenda, es lo m¨¢s complicado. Pero es lo que tambi¨¦n marca la diferencia entre un buen y un mal dise?o¡±.
Por eso, el equipo de la firma nunca empieza sus colecciones por el concepto o la narrativa, sino hablando primero con los proveedores, ¡°para saber cu¨¢les son los nuevos tejidos que han salido al mercado¡±, y desmenuzando despu¨¦s la t¨¦cnica en prototipos, ¡°para encontrar enlaces y soluciones que no sean demasiado obvias¡±, concluye la directora creativa. ¡°Cada a?o, el proceso se repite. En Kinnasand no le damos apariencia y tacto a una historia. Al contrario, es la historia la que se a?ade al proceso de nuestros materiales¡±.
Kvadrat, un anfitri¨®n democr¨¢tico
En sus m¨¢s de 50 a?os de trayectoria, la compa?¨ªa danesa ha sabido crear un discurso dentro y fuera de casa, invitando a marcas y figuras que han pluralizado la conversaci¨®n: desde los dise?adores Patricia Urquiola, Peter Saville, Raf Simons y Verner Panton, o los hermanos Ronan & Erwan Bouroullec, hasta el fot¨®grafo-escultor Thomas Demand y el artista Olafur Eliasson.
La ¨²ltima colaboraci¨®n de la casa se instal¨® a principios de este a?o en el Museo de Arte Moderno de Louisiana, a 30 minutos en tren de Copenhague, y se inclu¨ªa hasta el pasado septiembre en la exposici¨®n Pipilotti Rist: ?bn min lysning (Open My Glade).
¡°No es la primera vez que trabajamos con la artista sueca¡±, informa el consejero delegado de Kvadrat, Anders Byriel. ¡°Ya lo hicimos en 2016, en el New Museum de Nueva York, y un a?o despu¨¦s en su muestra individual en el MCA de S¨ªdney¡±.
Open My Glade, haciendo balance, ha repasado muchas de las performances con las que Rist, antes de los 90, se gan¨® el t¨ªtulo de femme fatale en la categor¨ªa del videoarte, y ha abierto la veda a obras nuevas de gran escala. Como Reversed Eyelid, una habitaci¨®n que simula el interior de un p¨¢rpado, con m¨¢s de 40 paneles textiles de Kvadrat, tapizados a mano expresamente para la exposici¨®n.
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