?Puede la literatura generar en los ni?os conciencia medioambiental?
Cada vez se lanza al mercado m¨¢s ¨¢lbumes y libros que de alguna u otra forma abordan uno de los problemas m¨¢s importantes de la Humanidad: la emergencia clim¨¢tica
A la par que se anunciaba que Madrid acoger¨ªa la Cumbre anual del Clima de Naciones Unidas, que se celebra del 2 al 13 de diciembre en la capital espa?ola, llegaban a los estantes de las librer¨ªas varios ¨¢lbumes ilustrados y libros informativos infantiles abordando distintos aspectos relacionados con la educaci¨®n medioambiental. No se trata de una estrategia de marketing perfectamente dise?ada por las editoriales de com¨²n acuerdo con la ONU, ni tampoco de una asombrosa coincidencia. Simplemente es el reflejo de una tendencia creciente en el ¨¢mbito de la literatura infantil, que cada vez lanza al mercado m¨¢s ¨¢lbumes y libros que de alguna u otra forma abordan uno de los problemas m¨¢s importantes a los que se enfrenta la Humanidad: el cambio clim¨¢tico.
¡°Las cosas que vemos, aprendemos y descubrimos de peque?os suelen acompa?arnos toda la vida, para bien y para mal. As¨ª que, si los libros pueden dejar un poso, por peque?o que sea, que ayude a conformar una conciencia ecol¨®gica y a establecer pautas de comportamiento y pr¨¢cticas responsables y sostenibles, bienvenido sea¡±, afirma Emilia Lope, editora de la colecci¨®n ¡®Los peque?os Salvajes¡¯ de la editorial Errata Naturae.
En Errata saben de lo que hablan. Tras la gran acogida de Walden, de Henry David Thoreau, en la editorial se dieron cuenta de que les apetec¨ªa lanzar una colecci¨®n que propusiera a los lectores historias sobre naturaleza y ecolog¨ªa, as¨ª como relatos donde primaran la conciencia social y el activismo medioambiental. ¡°Pensamos que nuestro tiempo y nuestra sociedad demanda y necesita estas historias, y estamos realmente contentos con la excelente acogida que han tenido¡±, se?ala Lope. El desarrollo de una colecci¨®n similar destinada a los peque?os lectores era solo cuesti¨®n de tiempo, ya que muchos de los lectores de ese g¨¦nero son padres y madres que quieren compartir su pasi¨®n por la naturaleza con sus hijos. ¡°Nos parec¨ªa importante hacer un hueco a libros que nos hubiera gustado leer de ni?os (?y que nos encanta leer como adultos!), libros en los que la aventura y la exploraci¨®n, el respeto a todos los seres vivos, al medioambiente y al planeta, la conciencia ecol¨®gica¡ fueran el hilo conductor¡±, explica.
En un momento en el que, por regla general, hemos perdido el contacto con la naturaleza, ?puede ser la literatura una forma de acercar los ni?os a la misma?, pregunto a Emilia. ¡°Nos gusta creer que s¨ª¡±, responde. Y la base de su argumento es muy sencilla: ¡°Los ni?os tienen una curiosidad innata por la naturaleza, los animales, los bichos, todo lo que tiene que ver con el mundo natural. Pero es cierto que eso se va perdiendo, y que la vida en las ciudades parece ahogar un poco esa pasi¨®n innata con la que nacemos¡±. Por eso, asegura, desde el primer libro infantil publicado por Errata Naturae han querido mostrar ¡°que tambi¨¦n se puede buscar y encontrar lo natural en el paisaje m¨¢s radicalmente urbano, porque la literatura puede ser una piedra de resonancia para despertar las ganas de salir a la aventura y encontrarse con lo verde¡±. As¨ª lo demuestra uno de sus t¨ªtulos, En busca de lo salvaje, elegido recientemente Libro del A?o al Mejor ?lbum Ilustrado por el Gremio de Librer¨ªas de Madrid.
Un mar de pl¨¢stico
Pero si hay un tema de conciencia medioambiental que est¨¢ generando r¨ªos y r¨ªos de tinta, tambi¨¦n en la literatura infantil, ese es el del excesivo consumo de pl¨¢stico. Paremos la invasi¨®n(Andana Editorial), escrito a cuatro manos por Ra¨¹l Hurtado y Jos¨¦ Ib¨¢?ez e ilustrado por Claudia Mosquera, es un ejemplo de ello. Un ¨¢lbum informativo que tiene un origen poco com¨²n: una campa?a de sensibilizaci¨®n que los autores, miembros de un estudio creativo, llevaron a cabo en 2017 a petici¨®n de la concejal¨ªa de Medio Ambiente del Ayuntamiento del municipio valenciano de Algemes¨ª. ¡°Decidimos vaciar los contenedores de la localidad y crear con los pl¨¢sticos recuperados unos monstruos que transmitieran lo realmente peligrosos que son este tipo de residuos¡±, cuenta a El Pa¨ªs Ra¨¹l Hurtado, que se?ala que la acci¨®n de marketing de guerrilla llam¨® la atenci¨®n de la editorial Andana, que les propuso aprovechar la ¡°enorme cantidad de informaci¨®n¡± que hab¨ªan recopilado en la fase de investigaci¨®n de la campa?a para transformarla en un formato con el que poder entrar en muchos hogares y centros educativos.
El resultado, tras descartar material que, asegura, dar¨ªa para publicar dos libros m¨¢s, es un ¨¢lbum que permite dos niveles de lectura, por lo que gustar¨¢ tanto a adultos como a ni?os. Por un lado est¨¢ la aventura de descubrimiento y evoluci¨®n de los tres personajes protagonistas, el gancho para los lectores m¨¢s j¨®venes; por otro, toda la informaci¨®n m¨¢s objetiva sobre los pl¨¢sticos que ¡°justifica la necesidad de que, como sociedad, vivamos esa transformaci¨®n de h¨¢bitos junto con estos personajes¡± porque, como destaca Hurtado, la responsabilidad de preparar un futuro mejor ¡°no puede recaer sobre nuestros hijos, sino que debemos ser nosotros los que los guiemos con nuestros actos¡±.
Tambi¨¦n en la invasi¨®n de pl¨¢sticos centra su atenci¨®n la autora brit¨¢nica Victoria Furze, autora de Hogar (Vegueta), un ¨¢lbum con ilustraciones preciosas y evocadoras, reconocido por los Premios Creative Conscience de Reino Unido, en el que narra la historia de una tortuga que ve c¨®mo su h¨¢bitat natural es colonizado por miles de bolsas de pl¨¢stico.
¡°He sido buceadora durante muchos a?os y he tenido la suerte de bucear en algunos de los mares m¨¢s incre¨ªbles del mundo, desde Indonesia hasta la costa de Espa?a y las islas del Caribe. Todos tienen una cosa en com¨²n y es que, por muy remoto que fuera el lugar, el pl¨¢stico estaba all¨ª¡±, explica. De ah¨ª el libro, en cuyo tramo final recopila algunos datos significativos, como que cada d¨ªa cerca de ocho millones de piezas de pl¨¢stico terminan en los oc¨¦anos o que 100.000 tortugas y mam¨ªferos marinos mueren cada a?o a causa de la contaminaci¨®n por pl¨¢sticos. ¡°Pas¨¦ un a?o viviendo en Indonesia y vi la tortuga verde todos los d¨ªas, as¨ª que cuando empec¨¦ a hacer las im¨¢genes para Hogar sent¨ª a la tortuga como el protagonista obvio, esa criatura hermosa y gentil que no hace da?o a nadie y que, sin embargo, est¨¢ en peligro por nuestras acciones¡±, argumenta.
Literatura para un mundo mejor
En la ¨²ltima p¨¢gina de Hogar se ve a la tortuga escapar del pl¨¢stico, nadar hacia nadie sabe d¨®nde. Un final abierto con el que Victoria pretende que los lectores se pregunten qu¨¦ est¨¢ sucediendo, hacia d¨®nde puede ir la tortuga, qu¨¦ escape hay para ella. ¡°La historia a¨²n no ha terminado, tenemos la oportunidad de darle esperanza a la tortuga, devolverle su hogar¡±, asegura la autora.
Y la literatura infantil puede ser parte de esa ¡°esperanza¡±, porque como indica Victoria Furze los ¨¢lbumes ilustrados son ¡°una herramienta excelente¡± para permitir a los ni?os y ni?as ¡°visualizar el efecto¡± de las acciones humanas en el medio ambiente. ¡°Mi intenci¨®n es que Hogar promueva el pensamiento y la discusi¨®n sobre una parte desconocida de nuestro mundo, una parte que rara vez es visualizada, incluso por los adultos, ya que est¨¢ fuera de nuestra vista y, por tanto, fuera de nuestra mente".
Su opini¨®n la comparte Ra¨¹l Hurtado, que considera que el hecho de que los ¨¢lbumes ilustrados permitan tratar estos temas, con diferentes aproximaciones y puntos de vista y con contenidos adaptados a cada franja de edad, convierte a la literatura infantil en ¡°una herramienta esencial con la que descubrir el mundo a los m¨¢s peque?os¡±. Tambi¨¦n sus reversos m¨¢s oscuros, como el del cambio clim¨¢tico y la contaminaci¨®n, temas para los que los ni?os y ni?as est¨¢n m¨¢s preparados de lo que muchas veces pensamos: ¡°Cuando trabajamos campa?as de concienciaci¨®n casi siempre preparamos mensajes para los m¨¢s peque?os, ya que suelen ser los m¨¢s permeables a los problemas sociales y ambientales, y gracias a ellos el debate entra en casa, e incluso son los que suelen promover los cambios de h¨¢bito familiares. Por lo tanto, los beneficios de utilizar los ¨¢lbumes ilustrados, como v¨ªa de acceso directa para la generaci¨®n de valores en los adultos del futuro, son incuestionables¡±.
La duda entonces es si los padres somos conscientes del potencial de la literatura infantil a ese respecto y de la importancia de compartir ratos de lectura con nuestros hijos para abordar con ellos estas preocupaciones y problemas, as¨ª como sus posibles soluciones. Victoria Furze lamenta que los ¨¢lbumes ilustrados que tratan temas serios sean percibidos por algunos padres y editores como ¡°inapropiados¡± para los ni?os y ni?as. ¡°Como madre entiendo el deseo de proteger a nuestros hijos de la tristeza del mundo, pero siento que es vital tener conversaciones con los ni?os sobre los problemas ambientales a los que sin duda tendr¨¢n que hacer frente en el futuro¡±, asegura.
Ra¨²l Hurtado, por su parte, afirma que, sin querer generalizar, ¡°es mucho m¨¢s habitual ver a los ni?os y ni?as con pantallas en las manos que con libros¡±, algo que atribuye al ¡°escaso valor¡± que padres y madres dan a la literatura infantil, as¨ª como a la escasez de tiempo de calidad que dedicamos en el d¨ªa a d¨ªa a nuestros hijos e hijas: ¡°Al momento nocturno del ¡°cuento¡± solemos llegar bajos de energ¨ªas y recursos, as¨ª que desgraciadamente ¨¦ste se convierte en un tr¨¢mite rutinario, sin interacci¨®n ni di¨¢logo con los m¨¢s peque?os, que est¨¢n deseando disfrutar con nosotros de estos espacios compartidos¡±.
Para Emilia Lope, por ¨²ltimo, el momento en el que leemos un cuento a nuestros hijos e hijas y surgen preguntas que intentamos responder lo mejor posible es ¡°especial¡±, porque en su opini¨®n ¡°invita a hablar de much¨ªsimos temas¡±. Por eso, sostiene la editora, es importante que tanto los autores como los padres y madres ¡°no paupericen el lenguaje ni los conceptos¡± en la literatura infantil y juvenil, tampoco cuando se traten temas como la contaminaci¨®n o el cambio clim¨¢tico. ¡°Si hacemos eso, ?qu¨¦ ganamos? ?c¨®mo convertimos esos momentos de lectura en com¨²n en algo motivador, enriquecedor e interesante?¡±, concluye.
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