La variopinta familia que arropa a Michael Bloomberg, el aspirante a la presidencia de EE UU
El magnate, que fue alcalde de Nueva York, presenta su candidatura dem¨®crata apoyado por sus dos hijas, Georgina y Emma, y su pareja desde hace dos d¨¦cadas, la financiera Diana Taylor
Michael Bloomberg (Boston, 77 a?os) sol¨ªa decir en broma que no terminaba de ver c¨®mo un multimillonario bajito, jud¨ªo y divorciado c¨®mo ¨¦l podr¨ªa ser elegido presidente. ¡°?Qu¨¦ opciones tendr¨ªa?¡±, se pregunt¨® el que era alcalde de Nueva York cuando Barack Obama emergi¨® con fuerza como el rival a batir en las elecciones de 2008. Ocho a?os despu¨¦s, con Donald Trump de contendiente, su hija Georgina suspiraba de alivio al ver que se manten¨ªa de nuevo al margen. Era muy amiga de Ivanka y no le gustaba la idea de que sus mayores insultaran a sus respectivas familias para llegar a la Casa Blanca.
La situaci¨®n, casi cuatro a?os despu¨¦s, es muy distinta y tambi¨¦n los sentimientos que hay entre las dos familias. El pa¨ªs est¨¢ completamente partido en dos. En marzo pasado, cuando el empresario neyorquino pareci¨® descartar cualquier posibilidad de entrar en la contienda para 2020, su hija peque?a?acudi¨® a las redes sociales para expresar su posici¨®n. En el mensaje que public¨® se ve un falso cartel de campa?a con el eslogan: ¡°Bloomberg: que jodan esta mierda¡±.
Georgina, de 36 a?os, es una persona intrigante. Madre soltera desde 2013, est¨¢ llamada a ser junto su hermana Emma la heredera de una fortuna valorada en 52.000 millones de d¨®lares (unos 47.021 millones de euros) y ahora es tambi¨¦n la hija del candidato a presidente de EE UU. Empez¨® a montar a caballo con cuatro a?os y a los seis ya compet¨ªa. Tiene publicadas cuatro novelas para adolescentes y es una activista reconocida en la defensa de los derechos de los animales.
El apellido de su padre fue para ella una carga hasta que se hizo adulta. En el documental Nacido rico, que protagoniz¨® junto a Ivanka Trump, lleg¨® a decir que ¡°apestaba¡±. Pero aprendi¨® a separar a la persona p¨²blica que representa su padre de la faceta humana. ¡°Acab¨¦ teniendo mucho m¨¢s respeto hacia todo lo que hizo y lo duro que trabaj¨® para darnos una vida magn¨ªfica¡±, admiti¨®, ¡°es un apellido del que estoy orgullosa. A los 19, no¡±.
La carrera de Georgina como amazona no fue f¨¢cil, ha tenido dos graves lesiones de espalda y decidi¨® que su pasi¨®n por este deporte no iba a impedirle ser madre. Una entrevista despu¨¦s de nacer su hijo Jasper desvel¨® que Michael Bloomberg no es el tipo de persona que se maneja bien con los ni?os. Aunque la falta de destreza del abuelo no ha impedido que su nieto cuente ya con una galer¨ªa dedicada en el museo Whitney de Nueva York.
Como su hermana mayor, es hija del matrimonio de Bloomberg con Susan Brown, de quien se separ¨® en 1993. Mientras Georgina parece disfrutar paseando por las alfombras rojas de las galas, Emma mantiene un perfil muy discreto. Tiene 40 a?os, es madre de una hija y su carrera se concentra en las organizaciones sin ¨¢nimo de lucro. Trabaj¨® durante varios a?os en la fundaci¨®n Robin Hood, dedicada a la lucha contra la pobreza y despu¨¦s cre¨® Murmuration, para mejorar la ense?anza de los ni?os.
Georgina y Emma son privilegiadas incluso en los c¨ªrculos de lo que se considera como la aristocracia estadounidense. Pero siempre dejan claro que sus padres les ense?aron que deben cuidar a las personas menos afortunadas, a ser humildes y a no pensar demasiado en ellas mismas. La entrada oficial de su padre en las primarias dem¨®cratas impactar¨¢, sin duda, en sus vidas. Lo que est¨¢ por ver es si se implicar¨¢n en la campa?a de su padre si consigue la nominaci¨®n, como hicieron los hijos de Trump.
La que no pasar¨¢ desapercibida en esta carrera electora es Diana Taylor, la pareja del magnate desde hace dos d¨¦cadas aunque entre ellos nunca ha habido planes de boda. Ambos residen en la mansi¨®n que el empresario tiene en el Upper East Side, y ella mantiene una buena relaci¨®n con las hijas de Bloomberg. Taylor, de 64 a?os, tiene una dilatada carrera como financiera y tambi¨¦n experiencia en el terreno pol¨ªtico ya que ejerci¨®, aunque con discreci¨®n, como primera dama oficiosa durante el triple mandato de Michael Bloomberg como alcalde.
La pareja se conoci¨® durante un evento ben¨¦fico cuando ella era la vicepresidenta de la compa?¨ªa KeySpan Energy. Despu¨¦s ejerci¨® como supervisora de la banca en el Estado de Nueva York con el republicano George Pataki en el cargo de gobernador y, desde esta posici¨®n, alert¨® de los abusos que llevaron a la crisis. Su nombre circul¨® incluso para dirigir la agencia que garantiza los dep¨®sitos bancarios en EE UU. Ha ocupado puestos en consejos tan diversos como Citigroup, Sotheby¡¯s, Mayo Clinic, la International Women¡¯s Health Coalition y el Council on Foreign Relations. Su inter¨¦s por la vida p¨²blica le llev¨® a plantearse disputar a la dem¨®crata Kirsten Gillibrand su asiento en el Senado, pero con Michael Bloomberg como alcalde, lo ten¨ªa complicado.
El empresario dice de ella que ¡°puede hacer lo que se propone¡± y la define como una persona sofisticada, directa, inteligente y que tiene los pies en la tierra. Bastante conservadora en asuntos econ¨®micos, se decanta por posiciones muy liberales en cuestiones sociales y, al igual que su pareja, se desv¨ªa de los republicanos tradicionales al defender el matrimonio entre personas del mismo sexo, el derecho al aborto o la regulaci¨®n de posesi¨®n de armas.
Empresario, pol¨ªtico y fil¨¢ntropo
Michael Bloomberg siempre ha actuado como un verso suelto en la pol¨ªtica estadounidense. Ha sido dem¨®crata, republicano e independiente. Su punto d¨¦bil es ser demasiado capitalista para el ala progresista entre los liberales y demasiado progresista entre los conservadores. Alcalde de Nueva York durante 11 a?os (2002-2013), el fundador y consejero delegado de Bloomberg LP, una compa?¨ªa de informaci¨®n financiera, tiene una fortuna estimada en 50.900 millones, seg¨²n la revista Forbes. Esto lo coloca el und¨¦cimo en la lista global de multimillonarios y el octavo m¨¢s rico de EE UU. Una fortuna con la que financia proyectos de forma filantr¨®pica. El pasado noviembre anunci¨® una donaci¨®n de 1.800 millones de d¨®lares a la Universidad Johns Hopkins ¡ªdonde estudi¨®¡ª para facilitar el acceso a personas de pocos recursos. A esta donaci¨®n, la m¨¢s alta en el sector educativo, hay que a?adir otras a causas como la lucha contra el cambio clim¨¢tico y el control de las armas de fuego, adem¨¢s de su f¨¦rrea defensa al derecho al aborto y a los derechos de la comunidad LGTBI.
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