Un genio normal
Un medallista Fields propone ideas para mejorar la ense?anza de las matem¨¢ticas
La medalla Fields es casi una definici¨®n del genio matem¨¢tico, de modo que, si intentas formarte una imagen de las 60 personas que han recibido el galard¨®n desde 1936, lo m¨¢s f¨¢cil es que te salga la casa de la familia Adams o cualquier otro fotograma del infierno, todo lleno de gente calva, gorda y abstra¨ªda, con el chaleco de ochos perdido de tiza y un calcet¨ªn de cada color. Uno de los medallistas de 2017 destruye el cuadro por completo. Romano, 35 a?os, alto y distinguido, amable, sensato y estudiante de humanidades antes que cient¨ªfico, Alessio Figalli parece dise?ado para desmentir el arquetipo del genio matem¨¢tico que todos tenemos incrustado en la cabeza. Lee en Materia una interesante entrevista con ¨¦l.
Hay genios que parecen gente normal. Maxwell, el f¨ªsico y matem¨¢tico visionario que formaliz¨® todos los fen¨®menos el¨¦ctricos y magn¨¦ticos conocidos y por conocer en solo cuatro ecuaciones de una simplicidad insultante, era un hombre afable y amante de su familia, con una personalidad que jam¨¢s delat¨® la revoluci¨®n impetuosa que se estaba fraguando dentro de su cabeza. Tambi¨¦n era as¨ª Niels Bohr, el fundador de la escuela de Copenhague que revel¨® la naturaleza cu¨¢ntica del mundo. Y Emmy Noether, la fabulosa matem¨¢tica que descubri¨® las simetr¨ªas profundas que rigen las leyes de la f¨ªsica e inspiran a los f¨ªsicos a encontrarlas. Y el premio Nobel Frank Wilczek, codescubridor de la fuerza nuclear que mantiene unidos los ¨¢tomos. No s¨¦ por qu¨¦ me viene a la cabeza Diana Krall, la pianista de jazz que ha destruido los t¨®picos psicotr¨®picos sobre el piano y sobre el jazz.
Las cuestiones que plantea Figalli sobre la pedagog¨ªa de las matem¨¢ticas son seguramente muy importantes. Muy poca gente percibe la naturaleza creativa, casi art¨ªstica, de las matem¨¢ticas, y la raz¨®n m¨¢s probable es que lo que vieron en la escuela fue m¨¢s bien un encadenamiento sopor¨ªfero de doctrinas ca¨ªdas del cielo sin la menor conexi¨®n con los intereses de la chavaler¨ªa, una pesadilla memor¨ªstica de tiza sobre pizarra y borrador h¨²medo. Figalli enfatiza que las matem¨¢ticas son una escuela de razonamiento, y una de las mejores gimnasias mentales que se puedan comunicar a la chavaler¨ªa para estimular su imaginaci¨®n y su creatividad.
Y da un mont¨®n de ideas de aplicaci¨®n directa en la pedagog¨ªa: la estrecha relaci¨®n entre los n¨²meros primos y la criptograf¨ªa que protege todas las transacciones digitales; el centro l¨®gico del algoritmo de Google, que se basa en un concepto estad¨ªstico avanzado, las cadenas de Markov; c¨®mo el an¨¢lisis de Fourier subyace a los mensajes de voz de Whatsapp, y c¨®mo el ¨¢lgebra multidimensional cimienta los filtros de Instagram. Son recetas para enganchar a un chaval hasta que no pueda evitar aprender las matem¨¢ticas que explican su mundo. Grandes ideas de un genio normal.
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