Camino de la decepci¨®n en M¨¦xico
La subida del salario m¨ªnimo, la moralizaci¨®n de la vida p¨²blica y el solidario empe?o con los pobres y los ind¨ªgenas, conviven con el clientelismo y el sutil allanamiento de los contrapesos institucionales
Si nos atenemos a los resultados del primer a?o de Gobierno de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, vayan perdiendo la esperanza quienes apostaron a que su sexenio concluir¨¢ con una transformaci¨®n de M¨¦xico tan profunda como las gestas independentistas de 1810, las Leyes de Reformas de Benito Ju¨¢rez o la revoluci¨®n popular contra Porfirio D¨ªaz. Hasta ahora, su ¨²nica gesta es disfrutar de una popularidad cercana al 70% sin haber encauzado las transformaciones que el pa¨ªs necesita para salir del subdesarrollo.
No hay gobernante que no se haya comprometido con reformas medulares hacia el desarrollo y la seguridad, pero ninguno fue tan superlativo, ni prometi¨® tanto, ni despert¨® tantas expectativas como L¨®pez Obrador, cuya decencia personal, voluntarismo y austeridad no bastan en una federaci¨®n tan complicada como la mexicana. Los retos son numerosos, y los fondos para llenar de contenido la agenda social y los proyectos escasean; la reforma fiscal sigue a la espera. La ciudadan¨ªa est¨¢ siendo m¨¢s tolerante que nunca con los incumplimientos de un pol¨ªtico de origen pri¨ªsta y convicciones de izquierdas, avezado en el arte de la marruller¨ªa, que no consolida reformas pese a la mayor¨ªa parlamentaria de su Movimiento Regeneraci¨®n Nacional.
Herramientas fundamentales de una gesti¨®n personalista y frecuentemente autoritaria son las ruedas de prensa, mon¨®tona variante del Al¨® Presidente de Hugo Ch¨¢vez y de la propaganda de Juan Domingo Per¨®n, que disimulan la recesi¨®n, la abulia inversora, las salvajes estad¨ªsticas del delito y una creaci¨®n de empleo tan pobre como los compatriotas que lo demandan. La renuncia al uso del Boeing, la eliminaci¨®n de las pensiones de los expresidentes, la conversi¨®n de Los Pinos en museo o el pliego de cargos contra la monarqu¨ªa espa?ola son se?uelos populistas.
La transici¨®n prometida a¨²n resulta estimulante para los millones de incondicionales de L¨®pez Obrador, que disfruta de un importante capital simb¨®lico al percib¨ªrsele ¨ªntegro, tenaz y redentor, v¨ªctima tambi¨¦n de las mafias en el poder, confabuladas para arrebatarle la victoria electoral de 2012 y malograr las buenas intenciones de un presidente que firm¨® ante notario no intentar la reelecci¨®n: un alarde demag¨®gico pues la Constituci¨®n la proh¨ªbe.
La subida del salario m¨ªnimo, el combate contra el robo de combustible, la moralizaci¨®n de la vida p¨²blica y el solidario empe?o con los pobres y los ind¨ªgenas, conviven con el clientelismo de siempre y el sometimiento a las imposiciones migratorias de Donald Trump. El crimen y la impunidad galopan. De enero a septiembre se cometieron 25.890 homicidios, r¨¦cord desde 1997, seg¨²n datos oficiales. Quedan cinco a?os de legislatura para corregir y progresar, para impedir que la prometida Cuarta Transformaci¨®n de M¨¦xico no se convierta en la en¨¦sima decepci¨®n de quienes le confiaron su futuro.
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