Cargos contra Trump

A pesar de haber restado importancia al proceso ¡ªy hasta de haberlo ninguneado neg¨¢ndose a participar en las partes celebradas hasta ahora¡ª, el presidente de EE?UU, Donald Trump, vio ayer c¨®mo se formalizaba un paso fundamental en el impeachment, el mecanismo legal que, te¨®ricamente, podr¨ªa terminar con su expulsi¨®n de la Casa Blanca. La mayor¨ªa dem¨®crata de la C¨¢mara de Representantes de Estados Unidos hizo p¨²blicos dos cargos sobre los que tendr¨¢ que expresarse el Congreso en votaci¨®n. Se trata de un momento que resalta la fortaleza institucional de EE?UU donde sus legisladores se ratifican en que ¡ªen palabras expresadas por el presidente del Comit¨¦ Judicial de la C¨¢mara¡ª ¡°nadie, ni siquiera el presidente, est¨¢ por encima de la ley¡±.

En concreto, los dem¨®cratas acusan formalmente a Trump de ¡°delitos graves¡± y ¡°faltas¡± por abusar del poder de la jefatura del Estado en su propio beneficio personal y obstrucci¨®n de la labor del Congreso durante sus investigaciones. Estas versaron sobre las posibles presiones que el presidente de EE?UU ejerci¨® sobre su hom¨®logo ucranio, Volod¨ªmir Zelenski, para que el pa¨ªs europeo investigara las actividades en Ucrania del hijo de exvicepresidente Joe Biden, quien cuenta con importantes opciones de ser el candidato presidencial dem¨®crata en las elecciones de 2020. Es decir, el contendiente que puede impedir que Trump siga siendo presidente. Esto ¨²ltimo es especialmente grave porque supone involucrar a un tercer pa¨ªs en el proceso electoral, un tema especialmente sensible en EE?UU desde que la propia victoria de Trump en 2016 fuera puesta bajo sospecha precisamente ante una posible interferencia extranjera.

Es preciso recalcar que las audiencias previas a esta presentaci¨®n celebradas ante el Comit¨¦ de Inteligencia de la C¨¢mara han sido impecables tanto desde el punto de vista formal como desde el de la transparencia. Las declaraciones de los testigos han sido televisadas en directo y los congresistas ¡ªrepublicanos y dem¨®cratas¡ª encargados de preguntar han tenido la oportunidad de que sus opiniones llegaran a todo el pa¨ªs. Por el contrario, Trump opt¨® por atacar los testimonios en su contra¡ª y a los testigos¡ª a trav¨¦s de Twitter y en encuentros con la prensa donde el presidente estaba tan lejos de los periodistas que ten¨ªa que gritar para hacerse o¨ªr.

Aunque el impeachment termine siendo rechazado en una ¨²ltima y decisiva votaci¨®n en el Senado, donde el Partido Republicano tiene mayor¨ªa, el proceso ha servido para demostrar que la democracia estadounidense no tolera sin resistencia el uso indigno de sus instituciones y que la confianza que los votantes depositan en el presidente no son un cheque en blanco, sino un compromiso de confianza que no se puede romper sin consecuencias.