Loter¨ªa de Navidad: milagros y desgracias que ocurrieron un 22 de diciembre
Del mago que predijo el Gordo al marinero que rechaz¨® un d¨¦cimo premiado pasando por la sorprendente aventura de El Triste. Una veintena de historias de una jornada que paraliza Espa?a
Desde su instauraci¨®n en 1892, el sorteo m¨¢s popular de la Loter¨ªa Nacional, cuya facturaci¨®n supone el 30% de lo recaudado por esa organizaci¨®n anualmente, ha dado lugar a infinidad de an¨¦cdotas como las que recordamos a continuaci¨®n.
¨C Los marineros que prefirieron co?ac a un d¨¦cimo (que luego fue el Gordo)
Es habitual que las tripulaciones de los barcos compren loter¨ªa en los puertos donde recalan a lo largo de su traves¨ªa. En 1967, una tripulaci¨®n de Barbate (C¨¢diz) gan¨® el Gordo de la Loter¨ªa de Navidad gracias al d¨¦cimo que hab¨ªan comprado durante su estancia en M¨¢laga, seg¨²n inform¨® en su d¨ªa el diario ABC. En otros casos, sin embargo, los marineros le han lado la espalda a la fortuna. As¨ª sucedi¨® en 1957 con El Castillo de Butr¨®n, un barco que, antes de poner rumbo a Dakar (Senegal) para realizar tareas de pesca, sol¨ªa comprar las provisiones para el viaje en una tienda de Bermeo (Vizcaya). La propietaria, Ramona Barrena, reparti¨® gratuitamente participaciones del 53.414 entre sus clientes habituales. Sin embargo, los marineros del citado barco, en lugar de loter¨ªa, prefirieron dos botellas de co?ac que Ramona les regal¨® gustosamente. Como comentaba la prensa tras el sorteo en el que el 53.414 fue afortunado con los treinta millones de pesetas del Gordo, ¡°esas dos botellas les han costado 675.000 pesetas¡±.
¨C El primer sorteo televisado
1957 fue el primer a?o que se retransmiti¨® el Sorteo Extraordinario de Navidad por televisi¨®n, medio que hab¨ªa iniciado sus emisiones en octubre de 1956, seg¨²n cuenta Francisco Jos¨¦ Montes Fern¨¢ndez en Historia de televisi¨®n espa?ola. El Sal¨®n de Loter¨ªas de la calle Guzm¨¢n El Bueno de Madrid acogi¨® por primera vez las c¨¢maras, los focos, el voluminoso equipo de edici¨®n y todo el personal necesario. La televisi¨®n ocup¨® tanto espacio, que los reporteros de medios escritos se quedaron sin su sala de prensa y tuvieron que seguir el sorteo desde las redacciones, principalmente a trav¨¦s de la radio, habida cuenta de que, a finales de 1957, el n¨²mero estimado de televisores en Espa?a no superaba las 12.000 unidades.
¨C Sobrevivi¨® a la guera, al campo de exterminio, se exili¨®... y viaj¨® todos los a?os a presenciar el sorteo
El d¨ªa del sorteo de Navidad, el espect¨¢culo no solo est¨¢ en el escenario con los bombos y los ni?os de San Ildefonso. En el patio de butacas del Sal¨®n de Loter¨ªas, en origen, y del Teatro Real en la actualidad suceden cosas curiosas. Por ejemplo, el desfile de personas que acuden disfrazadas. De entre todas ellas, destac¨® Salvador Ben¨ªtez que, durante m¨¢s de dos d¨¦cadas, se desplaz¨® a Madrid desde su casa en Francia para lucir sus llamativas levitas repletas de botones, como recogi¨® La Vanguardia en 1993. A Ben¨ªtez nunca le toc¨® la loter¨ªa y tampoco se puede decir que hubiera tenido demasiada suerte en la vida. Exiliado tras la Guerra Civil, se refugi¨® en Francia donde colabor¨® con la Resistencia hasta que fue detenido y enviado al campo de exterminio de Mauthausen. A diferencia de otros prisioneros, Ben¨ªtez sobrevivi¨® y rehizo su vida en Francia. En 2001 anunci¨® que ya no regresar¨ªa m¨¢s al sorteo, no por falta de ganas sino de fuerzas. Tres a?os despu¨¦s, falleci¨® en su domicilio franc¨¦s a la edad de 86 a?os.
¨C La chiripa de la chirigota
Son muchos los que esperan que el Gordo les permita hacer realidad sus sue?os. Si se repasan los testimonios de los afortunados con ese u otros premios menores a lo largo de los a?os, la compra de una casa es el deseo m¨¢s extendido entre los espa?oles, seguido por ese de ¡°tapar unos agujerillos¡±. Sin embargo, tambi¨¦n hay sue?os que resultan, si no m¨¢s extravagantes, s¨ª m¨¢s originales. Por ejemplo, el de la chirigota Los Caperucitos Enrollaos, que como inform¨® EL PA?S en 1982 emplearon el premio obtenido en el sorteo de Navidad de 1982 en costearse los disfraces con los que actuar en el carnaval. Quer¨ªan ir de toreros y lo consiguieron.
¨C Reivindicaciones laborales y espont¨¢neos efusivos
Adem¨¢s de para lucir disfraces y palmito, el Sal¨®n Nacional de Loter¨ªas ha servido como escenario para actos efusivos y reivindicaciones laborales. Entre los primeros destaca un espont¨¢neo que, en 1983, subi¨® al escenario con intenci¨®n de saludar al respetable que llenaba el lugar y regalar una ensaimada a los ni?os que estaban en ese momento cantando los n¨²meros, seg¨²n cont¨® el ABC. Entre los segundos, un grupo de trabajadores de Chrysler que, en 1979, desplegaron una pancarta con intenci¨®n de que fuera captada por las c¨¢maras de televisi¨®n e informar as¨ª a toda Espa?a del conflicto laboral en el que estaban inmersos. En cuanto vieron la pancarta, las c¨¢maras enfocaron a otro lado y, tras los silbidos y abucheos de un p¨²blico m¨¢s preocupado por el azar que por la lucha de clases, los trabajadores abandonaron pac¨ªficamente el lugar.
¨C Se encerraron para protestar por la precariedad laboral y salieron de all¨ª siendo millonarios
Aunque a los empleados de Chrysler no les sirvi¨® de mucho, en ocasiones la Loter¨ªa de Navidad ha solucionado alg¨²n que otro conflicto laboral o, al menos, ha aliviado la situaci¨®n ag¨®nica que viv¨ªan algunos trabajadores. Seg¨²n narraba una noticia del diario ABC del 23 de diciembre de 1978, los empleados de la f¨¢brica de muebles Malia, en la madrile?a carretera de Fuenlabrada a Pinto, acudieron a su puesto de trabajo la ma?ana del 22 de diciembre, con la intenci¨®n de iniciar un encierro para demandar a la empresa que abonase la extra de Navidad. A media ma?ana, el encierro se desconvoc¨® cuando la plantilla y los propietarios de la empresa comprobaron que el n¨²mero al que jugaban hab¨ªa sido premiado con el Gordo. Los trabajadores, que llevaban menos cantidad, consiguieron un pellizco y, finalmente, cobraron la extra; los propietarios, sin embargo, se estima que ganaron m¨¢s de setecientos millones de pesetas, alrededor de cuatro millones de euros. Unos a?os despu¨¦s, en 1985, uno de los premios de la Loter¨ªa cay¨® en la Editorial Bruguera que, por entonces, no pasaba su mejor momento. ¡°Me han tocado dos millones¡±, contaba uno de los trabajadores agraciados, ¡°pero lo que m¨¢s me alegra es que pr¨¢cticamente todos los compa?eros jugaban. Y, tal como estamos, el premio nos cae como agua de mayo¡±. A pesar de ese bal¨®n de ox¨ªgeno, la editorial cerrar¨ªa sus puertas unos meses m¨¢s tarde, en 1986.
¨C El Testigo de Jehov¨¢ que se qued¨® sin Gordo porque sus creencias no le permiten participar en juegos de azar
Es dif¨ªcil no comprar loter¨ªa de la empresa en la que se trabaja. El miedo a quedar fuera de un reparto de millones que puede marcar la diferencia entre seguir fichando todas las ma?anas o dedicarse a la holganza, es superior al esfuerzo econ¨®mico que supone adquirir el d¨¦cimo. Que se lo digan si no a esos tres trabajadores de la Telef¨®nica de Sevilla que, por estar de baja laboral dos de ellos y por haberse tomado el d¨ªa libre el tercero justo cuando se repartieron los d¨¦cimos, se quedaron sin ellos y no percibieron ni una peseta del Gordo de 1982, tal y como recogi¨® en sus p¨¢ginas el ABC. El resto de los empleados, sin embargo, pasearon a hombros por las instalaciones a Fernando V¨¢zquez, que hab¨ªa elegido el n¨²mero. Una cosa semejante sucedi¨® en 1977 en la delegaci¨®n madrile?a de la Asociaci¨®n Mercantil Espa?ola, en la que todos los trabajadores menos uno llevaban participaciones del Gordo. El que no fue agraciado, sin embargo, lo hizo consciente de ello: era Testigo de Jehov¨¢ y esa religi¨®n no permite los juegos de azar.
¨C Le toc¨® el Gordo justo cuando le estaban multando y...
A lo largo de la historia del Sorteo Extraordinario de Navidad, los medios de comunicaci¨®n han dado buena cuenta de c¨®mo los agraciados han recibido la noticia de que les ha tocado el Gordo. Algunos han sufrido desmayos, otros amagos de infarto, otros m¨¢s han estado a punto de tener un accidente de circulaci¨®n e incluso hay documentadas contracciones de parto. Sin embargo, la reacci¨®n tal vez m¨¢s curiosa fue la experimentada en 1970 por Manuel Peromarte, due?o de una granja de aves de Zaragoza, que se enter¨® de que le hab¨ªa tocado el Gordo ¨Cseg¨²n se detall¨® en el ABC¨C mientras discut¨ªa con un polic¨ªa que se dispon¨ªa a multarle por haber dejado mal aparcada la furgoneta con la que repart¨ªa su mercanc¨ªa. Ante semejante noticia, Manuel decidi¨® pagar la multa en el momento y regalarle un pollo al agente.
¨C Cuando a la polic¨ªa le toc¨® el Gordo con Santiago Carrillo
Hablando de agentes de la autoridad, hay que recordar que Santiago Carrillo fue detenido la tarde del 22 de diciembre de 1976, el mismo d¨ªa del Sorteo Extraordinario de Navidad. El l¨ªder comunista, que estaba clandestino desde la Guerra Civil, fue capturado en las inmediaciones de la calle L¨®pez de Hoyos de Madrid ataviado con su famosa peluca. Para la polic¨ªa debi¨® de ser como si le tocase el Gordo.
¨C Los fraudes en las participaciones, ese cl¨¢sico
Los fraudes en las participaciones son casi tan habituales en el sorteo de Navidad como el que se caiga una bola cuando se est¨¢n introduciendo en el bombo. Son muchos los casos de personas que deciden lucrarse vendiendo participaciones de un n¨²mero que no han comprado, con la esperanza de que no toque y as¨ª nadie descubra el enga?o. Uno de ellos fue Manuel Emilio Fern¨¢ndez Almagro que, en 1979, escribi¨® en un talonario un n¨²mero al azar y se dedic¨® a vender participaciones por Sevilla a 500 pesetas cada una hasta que fue detenido por la polic¨ªa. En otra ocasi¨®n, el denunciado no fue el vendedor de las participaciones sino la administraci¨®n de loter¨ªas. Sucedi¨® en 1972, cuando Pascual Miralles, que hab¨ªa reservado 40.000 pesetas en d¨¦cimos para dividir en participaciones, se encontr¨® con la sorpresa de que, cuando fue a recogerlos, la administraci¨®n barcelonesa de V¨ªa Layetana donde los hab¨ªa apalabrado ya los hab¨ªa vendido. Para evitar problemas, Miralles denunci¨® a la administraci¨®n. Aunque la noticia tuvo repercusi¨®n durante las fechas del sorteo, pasada la fiebre navide?a, los medios no volvieron a informar del desenlace.
¨C Las administraciones de loter¨ªa como recompensas del R¨¦gimen
En las informaciones sobre el Sorteo Extraordinario de Navidad se sol¨ªa mencionar la identidad de los propietarios de las administraciones de loter¨ªa, unos negocios que, en muchos casos, sirvieron al r¨¦gimen franquista para pagar favores o compensar a viudas de militares del bando nacional fallecidos en la Guerra. De este modo, buceando en la hemeroteca es posible encontrar administraciones a nombre de la hija del General Garc¨ªa de la Herr¨¢n, militar que se levant¨® contra la Rep¨²blica en el alzamiento de Sanjurjo de 1932 y que falleci¨® posteriormente en el Cuartel de la Monta?a en 1936; a nombre de la viuda de Jos¨¦ Luis P¨¦rez Mogena, ch¨®fer de Carrero Blanco que muri¨® en el atentado junto al almirante; o a nombre del ch¨®fer de Franco que, despu¨¦s de 25 a?os de servicio para el dictador, fue recolocado en una administraci¨®n en la mism¨ªsima Puerta del Sol de Madrid.
¨C La fant¨¢stica historia de El Triste
El Sorteo de Navidad ha ido transform¨¢ndose al tiempo que cambiaba la sociedad. En las d¨¦cadas pasadas, el bajo poder adquisitivo de los espa?oles hac¨ªa que fuera m¨¢s frecuente adquirir participaciones de d¨¦cimos que d¨¦cimos completos. De igual forma, la precariedad laboral obligaba tambi¨¦n a que muchas personas se ganasen la vida, o al menos un sobresueldo, vendiendo d¨¦cimos o participaciones de manera ambulante, cargando una peque?a comisi¨®n al comprador. Ese era el caso de vendedores como El T¨ªo Alfileres, que reparti¨® el Gordo en 1986 o El Triste, que lo reparti¨® en 1962. Antes de vender loter¨ªa y de ser El Triste, Jos¨¦ Egea Rubio vend¨ªa verduras. Una de las clientas nunca le pagaba. ¡°El fiado de un d¨ªa y otro me pon¨ªa m¨¢s serio de lo que soy. Ella, despu¨¦s de no soltar una peseta, me dec¨ªa: ¡®No se ponga triste, nombre; hay que ver lo triste que es usted¡±, relataba Egea a los periodistas. Y explicaba que ese a?o estaba menos triste porque las ventas del d¨¦cimo que llevaba no hab¨ªan sido buenas y, al llegar la fecha del sorteo, se tuvo que quedar con varios que no hab¨ªa conseguido vender. Y ese n¨²mero sali¨® premiado. Gracias a eso, lo que en un principio iban a ser p¨¦rdidas se convirtieron en varios millones de pesetas de beneficio.
¨C El hombre que se atrincher¨® en la administraci¨®n al grito de: "Cuando no ten¨ªa nada nadie me hac¨ªa caso"
El Triste viv¨ªa en el tercer piso del n¨²mero 12 la calle Abedul en el barrio sevillano de Torreblanca. Lejos de ocultar su identidad o de ser prudentes a la hora de tratar los datos personales de los agraciados para evitar robos, secuestros o cualquier otra amenaza, la prensa de los a?os 60, 70 y 80, as¨ª como los afortunados, no dudaban en proporcionar sus nombres y direcciones completas. Lo extra?o era, justamente, ser prudente, como demuestra la an¨¦cdota acontecida con un agraciado con el Gordo de 1985, que se atrincher¨® en la administraci¨®n de loter¨ªas donde hab¨ªa comprado su d¨¦cimo y no quiso atender a la prensa alegando lo siguiente: ¡°Cuando no ten¨ªa nada nadie le hac¨ªa ning¨²n caso, y que ahora era ¨¦l quien no quer¨ªa saber nada con nadie¡±.
¨C Famosos afortunados
La loter¨ªa de Navidad no solo toca a personas an¨®nimas. Tambi¨¦n ha habido famosos que han sido afortunados con el Gordo o alg¨²n premio menor. Sin llegar a los extremos de ?ngel Matanzo, controvertido concejal del Partido Popular en el Ayuntamiento de Madrid al que le tocaba casi todos los a?os, algunos de los afortunados han sido Ignacio Bay¨®n, exministro de Industria y Energ¨ªa con Adolfo Su¨¢rez y Calvo Sotelo; el torero Manuel Ben¨ªtez El Cordob¨¦s; el actor Manolo G¨®mez Bur, o Jos¨¦ Maya, due?o de la Editorial Sedmay, al que le tocaron alrededor de sesenta millones de pesetas en 1977, algunos de los cuales fueron repartidos entre amigos y colaboradores de la editorial.
¨C Cuando nadie compra un n¨²mero por "feo", y toca
Otro cl¨¢sico de la loter¨ªa de Navidad es afirmar que "un n¨²mero es feo". Un detalle que dificulta su venta, aunque son muchos los casos en los que esos n¨²meros poco agraciados han recibido importantes premios. En 2002, varias administraciones de Granada tuvieron problemas a la hora de vender el 00091 que, finalmente, gan¨® un cuarto premio. Lo mismo les sucedi¨® un a?o m¨¢s tarde a varias administraciones de Ourense, que devolvieron d¨¦cimos del 02150 porque la gente pensaba que era un n¨²mero feo y que acab¨® recibiendo un quinto premio. Cuando los d¨¦cimos se devuelven a Loter¨ªas y Apuestas del Estado y no son reclamados por otra administraci¨®n, el beneficiario del premio es la Agencia Tributaria, que no tiene que abonar la cantidad correspondiente. Sirva como consuelo que, en esos casos, ganamos todos.
¨C El abonado que se desabon¨®
Son abundantes tambi¨¦n los casos de personas que, despu¨¦s de a?os jugando al mismo n¨²mero y hartos de no obtener premio alguno, deciden abandonarlo justo el a?o en el que toca. As¨ª le sucedi¨® a un soriano, abonado al n¨²mero 24.746 que, tras diez a?os de fidelidad, se dio de baja en agosto de 1987, apenas unos meses antes de que fuera agraciado con el segundo premio de ese a?o.
¨C Comprar loter¨ªa de Navidad en verano
Algunas de las cr¨®nicas de d¨¦cadas pasadas que narran lo sucedido en la jornada del 22 de diciembre suelen resaltar como algo excepcional que los d¨¦cimos premiados se hab¨ªan adquirido en septiembre u octubre. Con ello dan a entender que, antiguamente, no era habitual adquirir los d¨¦cimos con tanta antelaci¨®n. Este hecho contrasta con la situaci¨®n actual, en la que la venta de d¨¦cimos para el Sorteo Extraordinario de Navidad comienza en pleno verano, aprovechando que la gente se desplaza de su residencia habitual para pasar las vacaciones en otra localidad y piensa eso de: ¡°?Y si cae aqu¨ª?¡±.
¨C Bromas que pueden provocar infartos
La loter¨ªa y todo lo relacionado con la fortuna es campo abonado para las supersticiones. Las agencias de noticias, por ejemplo, se hac¨ªan eco en 1977 de un directivo de banca de Bilbao que le hab¨ªa pedido a un amigo de Madrid que le comprase d¨¦cimos del 34.571 y que se los enviase por correo, no sin antes pas¨¢rselos por la espalda a una persona jorobada. Quiso la suerte que el d¨¦cimo fuera premiado con el Gordo y que esa superstici¨®n de bastante mal gusto lejos de olvidarse, se perpetuase. M¨¢s simp¨¢tica fue la inocentada que Diario 16 prepar¨® a sus lectores el 28 de diciembre de 1989. Esta era la noticia: ¡°La Audiencia ordena repetir el sorteo de la loter¨ªa de Navidad por irregularidades en el recuento de bolas¡±. Para tranquilidad de los que hab¨ªan obtenido premios el d¨ªa 22 diciembre, todo era una broma.
¨C La pol¨¦mica con el n¨²mero que acert¨® el mago Anthony Blake
Es habitual que todos los a?os aparezcan en los medios futur¨®logos que aseguran saber cu¨¢l ser¨¢ el n¨²mero premiado con el Gordo. En 1979, una pitonisa, de la que no trascendi¨® su identidad, afirm¨® que el Gordo caer¨ªa en Carmona, provincia de Sevilla, en el n¨²mero 47.532, pero no acert¨® ni el reintegro. Hablando de reintegros, en 1986 Rappel vaticin¨® que el primer premio del sorteo acabar¨ªa en 2 y se vender¨ªa en M¨¢laga. Para sorpresa de todo el mundo, el mago madrile?o acert¨®, ya que ese a?o el Gordo cay¨® en el n¨²mero 03772, algunas de cuyas series se vendieron en Archidona, provincia de M¨¢laga. En 1988, un futur¨®logo del que los medios no dan su nombre afirm¨® en RTVE que caer¨ªa un premio en Legan¨¦s. La predicci¨®n era tan et¨¦rea que, efectivamente, cay¨® un quinto premio en esa barriada madrile?a. En 1991, Rappel volvi¨® a acertar con otra vaga predicci¨®n que afirmaba que el Gordo caer¨ªa en ¡°unos grandes almacenes¡± y posteriormente muchos de los trabajadores de Galer¨ªas Preciados fueron agraciados con el premio. Sin embargo, en 1993, lo volvi¨® a intentar atrevi¨¦ndose a dar un n¨²mero en concreto, el 46.156, y fall¨®. En todo caso, nada de esto puede compararse a la performance desarrollada por Anthony Blake en colaboraci¨®n con Antena 3 en 2002. El mentalista se comprometi¨® a acertar el n¨²mero del Gordo de ese a?o que, una vez escrito en un papel, fue introducido en una urna custodiada las 24 horas del d¨ªa por seguridad privada y c¨¢maras de la cadena de televisi¨®n que emit¨ªan la se?al por internet. Cuando la urna fue abierta, el n¨²mero coincid¨ªa pero, seg¨²n informaciones del El Mundo, el papel original hab¨ªa sido cambiado por una persona de talla reducida oculta en la peana sobre la que estaba colocada la urna.
¨C Alto y Gordo
El n¨²mero m¨¢s alto en el que ha tocado el Gordo fue el 79.250. Sucedi¨® en 2010 y, seg¨²n recogi¨® la prensa, tambi¨¦n influy¨® la magia. En declaraciones a los medios, los responsables de la administraci¨®n La Mexicana de Alcorc¨®n afirmaron haber contratado a la Maestra Ayala, una m¨¦dium que, durante dos meses, acudi¨® al local de loter¨ªas para generar buenas vibraciones y atraer la suerte. Si bien la Maestra Ayala nunca se decant¨® por uno u otro n¨²mero, s¨ª que afirm¨® que el Gordo caer¨ªa en ese local, y cay¨®.
¨C Contra la magia, estad¨ªstica
Los responsables de la administraci¨®n Loter¨ªas Pedrolo, de San Pedro del Pinatar (Murcia), convencieron a los vecinos de esa localidad para utilizar la estad¨ªstica de cara a aumentar las posibilidades de que alguno de los grandes premios del Sorteo de Navidad de 2016 cayese en el pueblo, como inform¨® RTVE. Para ello sugirieron los vecinos que iban a comprar loter¨ªa que adquirieran cada uno un n¨²mero diferente, lo que increment¨® las posibilidades en m¨¢s de un 90%. Al final fueron m¨¢s de 19.000 los d¨¦cimos vendidos, que dejaron en San Pedro del Pinatar m¨¢s de un mill¨®n y medio de euros repartidos entre un cuarto premio, dos quintos y varias pedreas.
¨C La fortuna en Fortuna
En 1964, el Gordo cay¨® en el pueblo murciano de Fortuna, algo que no deja de tener toda la l¨®gica. As¨ª lo cont¨® La Verdad de Murcia. Los d¨¦cimos fueron adquiridos por el alcalde del lugar, que los vendi¨® en participaciones como forma de ayudar a la financiaci¨®n del ayuntamiento.
¨C La loter¨ªa como motivo literario
Como es de esperar trat¨¢ndose de una tradici¨®n tan arraigada en la sociedad espa?ola, la Loter¨ªa Nacional tambi¨¦n ha formado parte de las obras literarias. Por un d¨¦cimo de loter¨ªa capic¨²a de sietes y cincos, empe?¨® Max Estrella su capa para despu¨¦s morir aterido de fr¨ªo en Luces de Bohemia. Por su parte, Francisco Casavella hizo que fuera el sorteo de Navidad, concretamente el del 22 de diciembre de 1975, el que cambiase la fortuna de la familia protagonista de Un enano espa?ol se suicida en Las Vegas. A partir de ese d¨ªa, los Losada abandonar¨¢n su peque?o y oscuro piso para trasladarse a una casa en la avenida del Tibidabo. Un cambio de vida que afectar¨¢ a los miembros de la familia de manera desigual. Mientras que Carlos, el hijo mayor, aprovechar¨¢ la bonanza para convertirse en un gamberro y un jugador, Ignacio, el peque?o, se revelar¨¢ como un estudiante modelo de arquitectura que est¨¢ a punto de seguir su carrera profesional en Estados Unidos. Para saber si finalmente Ignacio toma el vuelo hacia ese futuro prometedor, acudan a su librer¨ªa de confianza o a la biblioteca p¨²blica m¨¢s cercana.
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