¡°Muchos adoptados son cuestionados por familiares cuando buscan respuestas y se les tacha de ingratos¡±
Lisa Wool-Rim Sj?blom narra la odisea que para ella supuso la b¨²squeda de sus or¨ªgenes y c¨®mo fue una cuesti¨®n de ¡°supervivencia¡±.
La escritora, dibujante y dise?adora gr¨¢fica Lisa Wool-Rim Sj?blom fue adoptada. Sali¨® de Corea siendo una ni?a y aterriz¨® en Suecia. Corr¨ªa el a?o 1979. O eso, al menos, es lo que dicen los papeles de su adopci¨®n, que con el tiempo se han mostrado llenos de erratas, tachones, omisiones, borrados y sobrescrituras, como un palimpsesto. As¨ª, Palimpsesto, precisamente, se llama su potente, dura y conmovedora novela gr¨¢fica, publicada en Espa?a por la editorial Barbara Fiore, que narra la odisea que para Lisa supuso la b¨²squeda de sus or¨ªgenes, de un relato propio que, como explica en el ep¨ªlogo, para ella era una cuesti¨®n de ¡°supervivencia¡±.
¡°La met¨¢fora del palimpsesto funciona a varios niveles con muchos adoptados. Por un lado, reconoce a los hu¨¦rfanos de papel. Es decir, a todos aquellos adoptados que han visto borrados y blanqueados sus or¨ªgenes, reemplazados con informaci¨®n falsa o manipulada sobre sus antecedentes, desde las fechas de sus cumplea?os hasta c¨®mo llegaron a ser adoptados. Por otro lado, tambi¨¦n sirve para visibilizar la forma en que las personas tratan a los adoptados y sus or¨ªgenes. Nuestras adopciones a menudo se ven como una especie de nacimiento y, a trav¨¦s de ¨¦l, se nos cambia el nombre, se nos da una nueva ciudadan¨ªa, una nueva lengua materna y una cultura completamente nueva, de forma que a trav¨¦s de la adopci¨®n nuestras historias de origen se borran y la historia de la adopci¨®n se escribe por encima, haciendo que todo lo que sucedi¨® antes sea irrelevante o de menor valor¡±, explica a El Pa¨ªs.
Lisa, de hecho, creci¨® con un relato pegado en forma de poema en el frigor¨ªfico de la casa de sus padres adoptivos: Ni carne de mi carne / ni sangre de mi sangre / aunque mediante / un prodigio / m¨ªa. / No lo olvides nunca / ni por un instante: / t¨² no cobraste vida bajo / mi coraz¨®n. / Cobraste vida dentro de ¨¦l. Unidos al mismo, todos los lugares comunes que transformaron el tiempo con su familia de origen en un par¨¦ntesis antes de llegar al lugar donde era ¡°deseada¡±, un lugar a salvo de ¡°orfanatos espantosos¡±, en una especie de oportunidad que le ofrece la vida, unos padres que no pod¨ªan tener hijos y decidieron luchar por adoptarla.
Este relato, para malestar de Lisa, se reproduce en la mayor¨ªa de los libros infantiles sobre adopci¨®n. En opini¨®n de la autora de Palimpsesto, este tiende a negar y descartar el trauma que experimenta el ni?o cuando se separa de sus primeros padres, as¨ª como los or¨ªgenes y ra¨ªces de los menores. ¡°Las historias se suelen centrar principalmente en los padres que anhelan un hijo y en c¨®mo esos sentimientos se proyectan hacia el ni?o. El punto crucial de la historia, cuando los padres ven al ni?o por primera vez, a menudo se presenta como ligero, c¨¢lido y predestinado y en muchas ocasiones se usan ciertos t¨¦rminos y expresiones para ayudar a borrar los or¨ªgenes del ni?o, como nacido del coraz¨®n¡±.
Para la escritora, la consecuencia es que estas historias crean una ¡°imagen simplificada¡± de la adopci¨®n que procura borrar cualquier sentimiento complejo o negativo que pueda tener el protagonista adoptado, de forma que los ni?os adoptados que las leen, si no se ven representados en esos sentimientos, ¡°pueden sentir que los suyos est¨¢n equivocados o que no se les escucha ni se los ve, ya que todas las historias son positivas y unilaterales¡±.
La b¨²squeda de un relato
Lisa Wool-Rim Sj?blom creci¨® creyendo en ese relato (¡°muchos de nosotros creemos en serio que nuestras vidas comenzaron con un viaje en avi¨®n¡±). Sin embargo, en la adolescencia comenz¨® a alejarse del discurso oficial, lo que le vali¨® no pocos comentarios culpabiliz¨¢ndola por indagar en su origen. ¡°Muchos adoptados son cuestionados abiertamente por familiares, amigos y comunidades cuando buscan respuestas y se les describe como ingratos, infelices o incluso odiosos. Dentro del ¨¢mbito de la adopci¨®n no tenemos realmente la oportunidad de reclamar nuestros or¨ªgenes sin tener que defendernos y explicarnos, ya que se ve como una traici¨®n al pa¨ªs que nos acogi¨® y a los padres que nos alimentaron y cuidaron", se?ala.
Ella, por suerte, cont¨® siempre con el apoyo de sus padres adoptivos, as¨ª que a trav¨¦s de una agencia de adopci¨®n sueca, intent¨® buscar a sus padres biol¨®gicos. Le dijeron que hab¨ªa sido imposible dar con ellos. Les crey¨®. Todo cambi¨® con la llegada de internet y las redes sociales, que facilitaron las b¨²squedas independientes, pero sobre todo con su embarazo. ¡°Entonces ca¨ª en la cuenta por primera vez de que yo tambi¨¦n estuve un d¨ªa en un vientre de alguien, de que mi vida tambi¨¦n hab¨ªa empezado en el interior de otro ser humano¡±, escribe en Palimpsesto.
Ese fue el inicio de una b¨²squeda ¡°extraordinariamente frustrante¡± a trav¨¦s de la cual, pese a las trabas y las mentiras burocr¨¢ticas, acab¨® localizando a su madre biol¨®gica y descubriendo los muchos recovecos oscuros de la adopci¨®n internacional, para ella ¡°cada vez m¨¢s una cuesti¨®n de unos adultos sin hijos que quieren formar una familia y, cada vez menos, una cuesti¨®n de ni?os hu¨¦rfanos que necesitan protecci¨®n¡±; algo a lo que se suma, en su opini¨®n, tal y como refleja en la novela gr¨¢fica, el hecho de que haya ¡°en juego grandes sumas de dinero que propician claros incentivos para, por medios corruptos, ofrecer al mercado lo que se necesita: ni?os que se puedan adoptar, cuanto m¨¢s peque?os, mejor¡±.
¡°Crec¨ª creyendo que la adopci¨®n era una buena acci¨®n, que siempre ten¨ªa en mente el inter¨¦s superior del ni?o y que nuestros primeros padres nos hab¨ªan abandonado voluntariamente. Aprender que esto estaba lejos de la verdad, no solo con mi propia adopci¨®n sino con tantas otras, fue horrible. Me sent¨ª enga?ada y como si me hubieran puesto en rid¨ªculo¡±, afirma antes de reconocer que escribir Palimpsesto ha sido ¡°la parte f¨¢cil¡± de un proceso ¡°traum¨¢tico y doloroso¡± plagado de mentiras y medias verdades: ¡°Me parece que contar la historia de una puede ser bastante curativo, as¨ª que me siento afortunada de poder haber expuesto mis experiencias dolorosas en el papel, ya que se ha convertido en una salida y una forma de dar sentido al trauma¡±.
La novela gr¨¢fica recoge la b¨²squeda por parte de Lisa Wool-Rim Sj?blom de su propio relato, un relato todav¨ªa incompleto y del que considera que a¨²n est¨¢ ¡°lejos¡± de haber encontrado todas las piezas que faltan. ¡°Hay tantas preguntas que siguen sin respuesta sobre mi primera familia, mi adopci¨®n y mis primeros dos a?os de vida¡ No creo que alguna vez conozca toda la historia de lo que me sucedi¨® y creo que, de alguna manera, he renunciado a descubrir la verdad¡±, explica con tristeza antes de se?alar que, como activista, se ha dado cuenta de que su propia historia es solo una parte peque?a de algo muy grande ¡°lleno de corrupci¨®n y de fechor¨ªas horribles cometidas en nombre de la adopci¨®n¡±.
Atrapada entre dos mundos
Gracias a su perseverancia y a la ayuda de su pareja, Lisa pudo viajar a Corea y conocer a su madre. Tambi¨¦n un poco mejor la historia por la que acab¨® dada en adopci¨®n. Sin embargo, su madre acab¨® pidi¨¦ndole cortar el contacto, una relaci¨®n que a¨²n hoy no han restablecido. ¡°Fue extremadamente duro y doloroso, pero en cierto modo creo que he entendido por qu¨¦ ella necesita distancia o al menos he inventado una explicaci¨®n razonable que lo hace soportable para m¨ª. Yo no puedo entender lo que realmente significa haber perdido un hijo, ni tampoco lo que en una sociedad como la coreana, en aquella ¨¦poca, significaba el haber tenido un beb¨¦ fuera del matrimonio a una edad temprana. Estoy tratando de aceptar que estas son razones v¨¢lidas por las que ella no puede mostrarse receptiva a mi existencia¡±, reflexiona.
Esta negaci¨®n por parte de su madre de origen tambi¨¦n ha contribuido a reforzar una sensaci¨®n que Lisa Wool-Rim Sj?blom expresa en las p¨¢ginas de Palimpsesto, la de sentirse atrapada entre dos mundos sin poder reclamar ninguna de ellos como propio. ¡°Pertenecer es mucho m¨¢s, tambi¨¦n implica ser aceptado por las personas y el lugar al que deseas pertenecer¡±, afirma la escritora.
Lisa narra en el libro los ataques racistas que ha sufrido en Suecia, donde asegura que le han hecho sentir como ¡°una extra?a y una extranjera¡± desde la infancia: ¡°Adem¨¢s, con el creciente racismo y la violencia contra los migrantes y las personas de color, siento que es cada vez m¨¢s dif¨ªcil sentirse seguro en Suecia, donde por otra parte la representaci¨®n de los asi¨¢ticos tambi¨¦n tiende a ser racista y estereot¨ªpica, y tiene un impacto directo y perjudicial en nuestras vidas, lo que contribuye a la alienaci¨®n¡±.
Llegar a Corea, por su parte, le hizo ser consciente del desconocimiento que ten¨ªa del idioma y la cultura de su pa¨ªs de origen, por lo que aunque reconoce que en muchos aspectos se siente como en casa cuando visita el pa¨ªs asi¨¢tico, en otros muchos, al no entender las normas y c¨®digos culturales, sigue siendo una extra?a. ¡°Tiendo a sentirme m¨¢s en casa cuando vivo en otros pa¨ªses, donde simplemente soy extranjera por mi propia cuenta¡±, concluye.
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