?Y si entrase en el Congreso el esp¨ªritu de la Navidad?
El autor relata c¨®mo ni los mejores deseos ablandan la tozudez de los ib¨¦ricos. Un viaje fuera del tiempo y del espacio donde todo es posible salvo formar Gobierno
El esp¨ªritu de la Navidad se apareci¨® a los l¨ªderes pol¨ªticos espa?oles, menos al de Ciudadanos porque no sab¨ªa a qui¨¦n, y les reuni¨® en un lugar fuera del tiempo y del espacio. Esto ya fue un problema porque Santiago Abascal exigi¨® primero saber si el fantasma era espa?ol. Le contest¨® que atravesaba muros y no conoc¨ªa barreras, pero eso de esp¨ªritus sin fronteras al l¨ªder de Vox le son¨® a perroflauta, y ya desconfiaba. El ente le asegur¨®, para calmarle, que estaban en Espa?a.
¡ªImposible, no veo Gibraltar.
¡ªAh, es que desde aqu¨ª se ve el futuro, y desapareci¨® con el cambio clim¨¢tico.
¡°Bueno, al menos al final ni para ti ni para m¨ª¡±, pens¨® Abascal. Resuelta la interrupci¨®n, el ser misterioso se present¨® como el famoso fantasma del cuento, que les iba a mostrar las Navidades pasadas y futuras, aunque, ante sus caras de desconcierto, prefiri¨® no aclarar que hablaba de Dickens, por si acaso no sab¨ªan qui¨¦n era. Despu¨¦s se mostr¨® severo: ¡°Os he reunido, ante un presente bloqueado, que a todos los espa?oles horroriza y aburre, para que recapacit¨¦is, veamos c¨®mo hemos llegado hasta aqu¨ª y qu¨¦ nos espera si no espabil¨¢is¡±. Entonces se fueron todos de excursi¨®n al pasado. Antes se lo pensaron porque alguien dijo que eso reabrir¨ªa viejas heridas, pero a todos les pod¨ªa la curiosidad.
Vieron a Pedro S¨¢nchez adolescente, haciendo break dance en ch¨¢ndal, y se part¨ªan la caja. El moonwalk, cuando se deslizaba hacia atr¨¢s pareciendo que andaba hacia delante, les pareci¨® toda una declaraci¨®n de principios. Luego se les hizo dif¨ªcil seguirle, entre tantos bandazos, auges y ca¨ªdas. Despu¨¦s fueron a buscar a Pablo Casado a un m¨¢ster que hizo, pero no lo vieron en clase en todo el a?o, y cuando fueron a Harvard resulta que estaba en Aravaca. El propio l¨ªder del PP pidi¨® acelerar cuando se asomaron a la votaci¨®n de la Constituci¨®n en el Congreso en 1978, porque cinco diputados de Alianza Popular votaron en contra y otros tres se abstuvieron, y resulta que ¨¦l ahora es su m¨¢s fiel vasallo frente a los felones.
Luego se encontraron a Abascal colocado en Madrid desde 2010 en chiringuitos intrascendentes de la comunidad. Todos se asombraron de lo amigo que era de Esperanza Aguirre. Tambi¨¦n se entretuvieron observando c¨®mo Iv¨¢n Espinosa de los Monteros y Roc¨ªo Monasterio constru¨ªan lofts sin licencia, elud¨ªan los impuestos correspondientes y pegaban pelotazos. Al ver que ahora se presentan como adalides de la ley y la gente llana, a varios ectoplasmas que los acompa?aban en el viaje se les saltaron los plomos. No hay explicaci¨®n ni siquiera sobrenatural para esto. Abascal no dijo nada, como hasta ahora, que sobre esto est¨¢ muy calladito.
Casado, Abascal y otros pidieron entonces, por favor, si era posible dar un peque?o rodeo y pasar por Venezuela. El esp¨ªritu navide?o, ajeno a los mecanismos b¨¢sicos de la dial¨¦ctica pol¨ªtica ib¨¦rica, no comprend¨ªa qu¨¦ se les hab¨ªa perdido en el Caribe, pero accedi¨®. Para all¨¢ que se fueron y hab¨ªa que verlos saltando de gusto, como ni?os, al ver por all¨ª lo que tantas veces hab¨ªan imaginado: a Pablo Iglesias y Juan Carlos Monedero soltando la chapa en pl¨²mbeos seminarios bolivarianos.
Quim Torra pas¨® el viaje muy enfadado porque no se ve¨ªa en ning¨²n lado un pueblo catal¨¢n sufriendo, y eso que ¨¦l aseguraba que hab¨ªan vivido fatal todos estos a?os, oprimid¨ªsimos. Pero solo se encontraban gente viviendo tranquilamente y hablando en el idioma que les daba la gana. Dijo entonces que quer¨ªa darse otra vuelta, que le esperaran, pero ya no regres¨®, se qued¨® perdido buscando un pasado que le gustara. La ¨²ltima vez que le vieron le dejaron hablando solo con unos dinosaurios.
El esp¨ªritu de la Navidad estaba impresionado. ¡°Qui¨¦n lo iba a decir, gente que pr¨¢cticamente no ha dado ni golpe y ahora casi todos ten¨¦is casopl¨®n¡±, les confes¨® ante el chal¨¦ de Pablo Iglesias, porque lo acababan de dejar a?os atr¨¢s en un piso de 60 metros cuadrados en Vallecas. El l¨ªder de Unidas Podemos se puso un poco melanc¨®lico viendo que, de todos los amigos con los que hab¨ªa empezado, no le quedaba ni uno. En todo caso, la presencia fantasmal, ignorante de asuntos terrenales, sugiri¨® que si todos los espa?oles entraran en pol¨ªtica tendr¨ªan la vida resuelta y se terminar¨ªan todos los problemas del pa¨ªs, pero el grupo le explic¨® que la cosa no funcionaba as¨ª, que solo lo hacen unos pocos y los dem¨¢s tienen que esperar a lo que se les ocurra.
El fantasma navide?o les cont¨® entonces su asombro cuando iba y ven¨ªa, del pasado al futuro, porque no comprend¨ªa c¨®mo lleg¨® a depender un d¨ªa el futuro de Espa?a de esos jovenzuelos que tan poco apuntaban. Rebobinaba y se lo volv¨ªa a mirar y no cesaba de preguntarse c¨®mo lo hab¨ªan conseguido, qu¨¦ serie de carambolas del destino lo hab¨ªan hecho posible. Lo de Albert Rivera fue por azar, asistieron en un hotel a la reuni¨®n de 2006 en que fue elegido primer presidente de Ciudadanos solo porque era el primero de la lista por orden alfab¨¦tico. Tambi¨¦n contemplaron c¨®mo Pedro S¨¢nchez se mantuvo en pol¨ªtica de milagro al llegar a concejal en 2004 y luego a diputado en 2009 y 2011 siempre por renuncias de compa?eros. Casado y Abascal, en cambio, no dejaron resquicio al azar: vivieron de cargos p¨²blicos desde su m¨¢s tierna edad.
Seg¨²n su experiencia, dijo el esp¨ªritu, en la vida de una persona normal no suelen caber tantas incoherencias y tanto morro, se ve¨ªa que estos l¨ªderes eran gente especial, ambiciosa. As¨ª que los amonest¨® de forma solemne: ¡°Ahora, haced el favor. Con el pasado que ten¨¦is, que mejor no removerlo y eso que a algunos es lo mejor que os queda, deber¨ªais preocuparos al menos por tener un futuro¡±. Entonces el?espectro se concentr¨® para trasladarles a todos a los a?os venideros. Pero no se mov¨ªan. El ente trasteaba con su m¨®vil. ¡°Ha debido de haber un fallo en la aplicaci¨®n porque voy a las Navidades de 2020, a las de 2021, y siempre me sale lo mismo, no hay Gobierno y se repiten las elecciones¡±, explic¨® perplejo. Todos miraron al suelo haci¨¦ndose los distra¨ªdos. Pidieron bajarse y seguir en el presente. Una vez aterrizados, se pusieron a tuitear. El esp¨ªritu de la Navidad se fue a un aparte espacio-temporal acolchado con espumill¨®n y se puso un copazo de an¨ªs.
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