?Qu¨¦ pensar¨ªa Jes¨²s esta Navidad de Greta Thunberg?
?Por qu¨¦ Greta, siempre seria y segura de su misi¨®n, despierta los instintos m¨¢s bajos del machismo?
Greta Thumberg, la ni?a sueca con s¨ªntomas de Asperger, que con solo?16 a?os est¨¢ provocando a los l¨ªderes del mundo por su falta de?compromiso con la defensa del planeta, est¨¢ siendo insultada por los?poderosos hasta con expresiones groseras. En Brasil, el presidente Jair Bolsonaro la ha llamado de ¡°pirralha¡± [mocosa]. Con burda iron¨ªa el?mandatario estadounidense, Donald Trump, le ha aconsejado que se vaya a ver?una pel¨ªcula antigua con una amiga y ha se ha metido con su s¨ªndrome ps¨ªquico para decir,?con p¨¦simo gusto,?que se la ve ¡°con la cara muy feliz¡±. En?Espa?a no han sido menos despectivos con la ni?a que curiosamente?despierta tanto miedo como odio. La han calificado de ¡°falsa¡±, ¡°puta¡± y?¡°marreta¡±. ?Por qu¨¦ Greta, siempre seria y segura de su misi¨®n,?despierta los instintos m¨¢s bajos del machismo? Hasta ha habido quien?le ha aconsejado ¡°usar su sexualidad¡± para calmarse.
Estamos en una Navidad m¨¢s de la historia y cada vez m¨¢s cristianos?serios est¨¢n convencidos de que esa fiesta, que celebra el nacimiento?de un ni?o tambi¨¦n dif¨ªcil que vino al mundo a provocar a los?hip¨®critas y a exaltar a los puros de coraz¨®n, est¨¢ perdiendo su?significado y fuerza original.
Habr¨ªa que preguntarse, en el an¨¢lisis de los s¨ªmbolos y de los?presagios de un mundo cada vez m¨¢s dividido e insatisfecho, qu¨¦?significa la llegada de esa ni?a sueca, que no s¨¦ si es cristiana,?pero que seguro se entender¨ªa con el profeta jud¨ªo de Nazaret que, como ella, fue un inconformista y un fustigador de la hipocres¨ªa.
La Navidad va m¨¢s all¨¢, con sus s¨ªmbolos e historia, de su simple?significado del nacimiento de Jes¨²s, que vino a anunciar un nuevo Reino no solo de paz y amor, sino de esperanza y perd¨®n. No es, en?efecto, solo la fiesta universal del mundo cristiano en?la que caben todos, porque Jes¨²s fue un jud¨ªo al que mataron precisamente por predicar un amor universal, sin distinciones. Si?acaso con una preferencia hacia aquellos que el mundo descarta por ser f¨ªsica y espiritualmente diferentes.
La Navidad deber¨ªa tambi¨¦n decirnos, como lo est¨¢ intentando hacer?la peque?a, seria y segura Greta, que la realidad -que no debe?confundirse con los deseos o sue?os imposibles- es que somos seres amasados por el lodo de la tierra. Que nadie nace ¨¢ngel. Si acaso?nacemos m¨¢s demonio que ¨¢ngel. Celebrar la paz de la Navidad significa tambi¨¦n tomar conciencia de la hipocres¨ªa, del pecado del consumismo que nos devora, de que la paz se conquista a veces con la?fuerza y la resistencia contra los destructores de ilusiones.
Jes¨²s fue, s¨ª, un profeta de paz, que recordando a Isa¨ªas predicaba un?Dios ¡°que tambi¨¦n?es madre¡±, con capacidad infinita de perd¨®n, para?quien no exist¨ªan los excluidos. El Dios que cuida de los p¨¢jaros del?cielo y de los lirios del campo, llega a ser, como afirma la Biblia,?no solo un Dios vengador, sino uno cercano y de coraz¨®n grande, a quien Jes¨²s compara con una madre. ¡°Aunque una madre llegase a?abandonar a los hijos, Dios, no¡±.
Al mismo tiempo, Jes¨²s, en su corta vida terrestre, en la que?pretendi¨® sacudir a la humanidad de su letargo de siglos de guerras y?tab¨²s, la invita a participar del nuevo banquete del Reino de Dios.?Pero ello tiene tambi¨¦n un coste. No es solo con un pacifismo vac¨ªo?que se conquista un mundo m¨¢s libre y se respeta y salvaguarda el?planeta.
Son innumerables los pasajes de los Evangelios donde Jes¨²s da a?entender, desde que era ni?o, como hoy lo es Greta, que el mundo, la paz, la?justicia, la igualdad y hasta la felicidad capaz de vencer a la?muerte no se construyen solo con un falso pacifismo, sino que es?necesario preparar la guerra espiritual contra quienes nos?obligan a vivir sumergidos en un capitalismo cada vez m¨¢s salvaje, dictatorial, disgregador y maldito. Y coloc¨® siempre a los ni?os como?ejemplo de vida. Lleg¨® a pedir la pena de muerte para quienes profanen?a uno de ellos.
La peque?a Greta ha entendido eso a los 16 a?os. Dicen que es?demasiado joven. Jes¨²s fue a¨²n m¨¢s precoz. Ya a los 12, tras haberse?perdido y separado de su familia en el Templo durante tres d¨ªas,?les hizo ver a sus padres desconsolados, seguramente con gran respeto,?que ¨¦l se deb¨ªa ya a una causa mayor que la pura familiar.
Fue Jes¨²s, el hijo que muchas madres querr¨ªan tener, quien?les explic¨® a los disc¨ªpulos que ese mundo de paz que todos so?amos ¡°padece violencia¡± y que ¡°solo los violentos lo conquistar¨¢n¡±. Lleg¨® a?predicar que a veces es necesario, para ser fieles a la propia fe e?historia, que las familias est¨¦n divididas a causa de la violencia.?Sab¨ªa Jes¨²s que la familia no es algo id¨ªlico y que a veces es?necesario que entre ellas haya desgarros y luchas, para imponer?verdades que nos superan.
El fariseo Nicodemo tuvo curiosidad en conocer de cerca a aquel?profeta que predicaba una paz que es, a la vez, violenta, y a quienes?le ped¨ªan, como el gobernador Herodes, que ¡°dejase de predicar¡±?aquellas cosas absurdas en las que exaltaba ¡°todo lo que el mundo?rechaza¡±. Por ejemplo, los diferentes, desde los locos a las prostitutas, desde los endemoniados a los leprosos, esa caravana doliente que lo buscaba con esperanza. Al recado autoritario de Herodes, Jes¨²s respondi¨® que le dijeran ¡°a aquella zorra¡± que ¨¦l seguir¨ªa adelante con su misi¨®n. El precio de defender una paz violenta y no la falsa hipocres¨ªa no se hizo esperar. Poco despu¨¦s fue colgado de una cruz y agoniz¨® sin entender por qu¨¦ Dios lo hab¨ªa abandonado.
La Navidad, este a?o con la peque?a Greta como nuevo s¨ªmbolo de los que se atreven, como Jes¨²s en sus d¨ªas, a llamar de hip¨®critas a los jefes de Estado que cierran los ojos ante la destrucci¨®n del planeta, podr¨ªa ser una fiesta diferente. Una Navidad de reconciliaci¨®n entre los que viven en guerra dentro del ceno familiar, para abrir nuevos espacios de vida, de di¨¢logo y de comprensi¨®n, que en definitiva eso significa la hoy tan desfigurada celebraci¨®n. Es decir, la fiesta de todo lo que nace dentro y fuera de nosotros. Con dolor, pero tambi¨¦n con esperanza.
Feliz Navidad, una fiesta con la peque?a Greta que nos mira seria y?desafiante, y nos invita a luchar por este planeta que se nos est¨¢?muriendo.
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