Diez a?os en un minuto
Los escenarios nuevos y la irresponsabilidad de los l¨ªderes tensan el tejido institucional, pero las noticias de la muerte del sistema de 1978 pueden ser exageradas
La crisis financiera transformada en crisis fiscal y el estallido de la burbuja inmobiliaria obligaron al presidente Zapatero a hacer recortes. El Tribunal Constitucional anul¨® 14 y sujet¨® a interpretaci¨®n 27 de los 223 art¨ªculos del Estatut de Catalu?a; un president de la Generalitat socialista particip¨® en una manifestaci¨®n contra la sentencia. Se reform¨® apresuradamente el art¨ªculo 135 de la Constituci¨®n.
El 15-M cuestion¨® el bipartidismo y la representaci¨®n. Hab¨ªa inquietud por la corrupci¨®n y una sensaci¨®n de estafa. El PP gan¨® por mayor¨ªa absoluta las elecciones generales. Hubo rescate bancario, subidas de impuestos, reforma laboral, ajustes. Todos sab¨ªamos lo que era la prima de riesgo. ?ramos un pa¨ªs en concurso de acreedores. Artur Mas decidi¨® renegociar la financiaci¨®n auton¨®mica: sab¨ªa que no ser¨ªa posible. A su regreso, una multitud le esperaba; ¨¦l decret¨® el inicio del proc¨¦s.
Algunos ve¨ªan en la crisis la oportunidad de realizar reformas. El cambio fue limitado; la recuperaci¨®n cerr¨® esa ventana. Surgieron nuevos partidos: el descontento encontr¨® un cauce institucional. Los polit¨®logos quitaron el sitio a los economistas. Se hablaba de la clase media, aunque sufrieron sobre todo las clases bajas. Las expectativas de los j¨®venes se recortaron: se extend¨ªa un r¨¦gimen de precariado, eran adultos de Schr?dinger. Era otro pa¨ªs. ETA dej¨® de matar. Abdic¨® el rey. El bipartidismo termin¨®: el problema pas¨® de la representaci¨®n a la gobernabilidad. Se celebraron cuatro elecciones en cuatro a?os. Se extendi¨® una hiperpersonalizaci¨®n de los liderazgos pol¨ªticos; la nueva pol¨ªtica envejeci¨® r¨¢pidamente.
Hubo cosas in¨¦ditas. La deriva insurgente del independentismo provoc¨® una crisis constitucional y la aplicaci¨®n del art¨ªculo 155. Triunf¨® una moci¨®n de censura, motivada por un caso de corrupci¨®n. Pol¨ªticos importantes y el cu?ado del Rey fueron a la c¨¢rcel. Se dej¨® de hablar de pol¨ªticas p¨²blicas; la identidad, la moralizaci¨®n y la guerra de posiciones lo invadieron todo, del clima al feminismo. El espacio socioliberal se rompi¨® con el tono amargo de una pelea de familia. Despertamos y la Espa?a vac¨ªa todav¨ªa estaba ah¨ª. La ultraderecha apareci¨® de pronto y se convirti¨® en la tercera fuerza. Quienes criticaban la judicializaci¨®n de la pol¨ªtica reclaman ahora la politizaci¨®n de la justicia. Los escenarios nuevos y la irresponsabilidad de los l¨ªderes tensan el tejido institucional, pero las noticias de la muerte del sistema de 1978 pueden ser exageradas. @gascondaniel
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