El mensaje gal¨¢ctico
En unas placas agregadas a las sondas espaciales 'Pioneer' se indica nuestra posici¨®n en el universo, as¨ª como nuestro aspecto f¨ªsico
El astrof¨ªsico Carl Sagan cre¨ªa en Dios a la manera cient¨ªfica, es decir, como el conjunto de leyes f¨ªsicas que dominan el universo. Por ello, rezar a la ley de la gravedad, o al cuadrado orbital de los planetas, siempre le result¨® un disparate. Tanto como ponerse a rezar a la mec¨¢nica celeste, por mucho que su nombre resulte evocador.
A muchas personas, su serie?Cosmos nos ha ayudado a comprender la explosi¨®n primigenia que aceler¨® la vida en el universo. La serie la dieron por televisi¨®n durante el verano de 1982, cuando todav¨ªa el color no hab¨ªa llegado a las pantallas de muchas casas y s¨®lo hab¨ªa dos canales. Con la citada serie, Carl Sagan se convertir¨ªa en un miembro m¨¢s de nuestras familias, al igual que ya lo eran el comandante Cousteau y el malogrado F¨¦lix Rodr¨ªguez de la Fuente.
Adem¨¢s de hacerlo por televisi¨®n, Carl Sagan tambi¨¦n divulg¨® sus estudios -o rezos- en forma de libro. Destacamos t¨ªtulos como?Los Dragones del Ed¨¦n (Planeta), donde Sagan reconstruye la evoluci¨®n del ser humano a partir del desarrollo de la inteligencia, o ese otro libro compuesto por tres figuras cient¨ªficas como lo fueron Paul Broca, neur¨®logo franc¨¦s del siglo XIX, Robert Goddard, pionero en la ingenier¨ªa de cohetes, y Albert Einstein. El libro se titula?El cerebro de Broca (Planeta).
Entre unas cosas y otras, Sagan tuvo tiempo para escribir una novela titulada Contacto (recientemente reeditada por Nova). Se trata de un emocionante relato cuyo tema principal es la existencia de vida en otros mundos. Ellie Arroway, su protagonista, es un gui?o a Jill Tarter, cient¨ªfica estadounidense que fue directora del SETI, instituto dedicado a la b¨²squeda de inteligencia extraterrestre.
'Contacto' nos cuenta la historia de una mujer que lucha por hacerse un sitio en el ¨¢mbito cient¨ªfico; mundo donde domina la misoginia. Por otro lado, nos lleva a comprender que no estamos solos en el universo
Por un lado, la novela nos cuenta la historia de una mujer que lucha por hacerse un sitio en el ¨¢mbito cient¨ªfico; mundo donde domina la misoginia. Por otro lado, nos lleva a comprender que no estamos solos en el universo.
Hay que se?alar que la vida en otros planetas era un tema frecuente en los estudios de Sagan. Tanto fue as¨ª que, llegado el momento, se las ingeni¨® para lograr lo m¨¢s parecido al mensaje de una botella lanzado al espacio interestelar. Para ello, dise?¨® unas planchas met¨¢licas junto a su esposa, la artista Linda Salzman, y su amigo, el astr¨®nomo Frank Drake.
Tales planchas fueron agregadas a las sondas espaciales Pioneer 10 y Pioneer 11, que ser¨ªan lanzadas a principios de los a?os setenta con el fin de transmitir im¨¢genes desde J¨²piter y Saturno. Cada una de las planchas hab¨ªa sido grabada con figuras descifrables para cualquier ser con suficientes conocimientos cient¨ªficos. En ellas se indicaba nuestra posici¨®n en el universo, as¨ª como nuestro aspecto f¨ªsico.
El informe de ambas sondas espaciales ha quedado como a continuaci¨®n sigue:
Esperemos que alguna cultura extraterrestre se encuentre con las placas en las sondas espaciales y las descifre
La sonda Pioneer 10 fue lanzada el 2 de marzo de 1972, llegando hasta J¨²piter en diciembre de 1973. En junio de 1983 atraves¨® la ¨®rbita de Neptuno y a principios del 2003 se perdi¨® su se?al, mientras que la sonda espacial Pioneer 11 fue lanzada el 5 de abril de 1973, alcanzando Saturno el primero de septiembre de 1979, detectando anillos adicionales en el planeta gigante. A finales de 1995 dar¨ªa por finalizada su misi¨®n.
Esperemos que alguna cultura extraterrestre se encuentre con las placas y las descifre. De ser as¨ª, tendr¨ªamos que dar las gracias a Carl Sagan por mostrar al universo que comunicarse con Dios s¨®lo es posible haci¨¦ndolo en su mismo lenguaje cient¨ªfico.
El hacha de piedra es una secci¨®n donde Montero Glez, con voluntad de prosa, ejerce su asedio particular a la realidad cient¨ªfica para manifestar que ciencia y arte son formas complementarias de conocimiento.
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