Los defensores de la carne plantan cara a los cient¨ªficos que aconsejan reducir su consumo

?Comer carne, reducir la cantidad o eliminarla de la dieta por completo? Estas son las tres actitudes ante la duda de qu¨¦ dieta es la m¨¢s saludable y sostenible para el planeta. Los datos de la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la Alimentaci¨®n y la Agricultura (FAO) apuntan que el sector de la ganader¨ªa es el causante de un 5% de las emisiones de efecto invernadero del mundo. Adem¨¢s, se?alan, entre el 25% y el 30% del total de alimentos producidos en el mundo se pierde o se desperdicia.

Los procarne tuvieron en enero de 2019 una oportunidad ¨²nica para demostrar su fuerza virtual y no la desaprovecharon. El d¨ªa 17 de dicho mes, 37 expertos provenientes de 16 pa¨ªses presentaron un macroestudio en el que llevaban tres a?os trabajando sobre la composici¨®n de una dieta sostenible.

Entre las indicaciones contempladas en esta investigaci¨®n estaban la de reducir el consumo mundial de carnes rojas, duplicar la ingesta de frutas, verduras y legumbres y un cambio en el modo de producci¨®n del sector agr¨ªcola y ganadero que reduzca la contaminaci¨®n. Los cient¨ªficos se agrupaban en la llamada EAT¨CLancet Commission. Garantizar un consumo sostenible, reducir el desperdicio de alimentos y el uso eficiente de los recursos naturales es una de las metas que se marc¨® la humanidad hace cinco a?os, cuando se aprobaron los llamados Objetivos de Desarrollo Sostenible.

La publicaci¨®n de este estudio en la prestigiosa revista The Lancet iba acompa?ada de una campa?a en redes bajo el hashtag #EATLancet. Pero, sorprendentemente, al mismo tiempo se publicaron millones de tuits con otra etiqueta: #yes2meat.

Un equipo de investigadores de las universidades de Estocolmo y Viena, entre los que est¨¢ el espa?ol David Garc¨ªa, ha valorado el impacto que tuvieron en las redes ambos hashtags y el resultado es que las publicaciones procarne superaron a las que hablaban sobre el estudio cient¨ªfico. Los expertos analizaron 8,5 millones de tuits y a 4.278 usuarios de esta red social desde diciembre de 2018 a abril de 2019. "Cuando hablamos de desinformaci¨®n es un proceso mucho m¨¢s complejo que simplemente decir 'esto es verdadero' o 'esto es falso'. Hay gente honesta que realmente piensa lo que escribe, otros que mezclan datos verdaderos con otros inexactos, otros que s¨ª distribuyen para manipular...", detalla Garc¨ªa desde Austria al otro lado del tel¨¦fono.

¡°Creemos que las controversias en redes asociadas con la publicaci¨®n de esta investigaci¨®n muestran c¨®mo el nuevo panorama medi¨¢tico y la polarizaci¨®n plantean serios desaf¨ªos a la comunicaci¨®n cient¨ªfica sobre temas de salud y clima¡±, concluyen los especialistas en el estudio. "Podemos aprender que hoy en d¨ªa la manera de comunicar ya no se reduce a unos expertos que se sientan en no s¨¦ d¨®nde y dicen lo que tiene que comer. La gente tiene opini¨®n y hay que tener en cuenta que hoy las redes pueden ser una herramienta a favor para informar", se?ala David Garc¨ªa.

Hoy en d¨ªa la manera de comunicar ya no se reduce a unos expertos que se sientan en no se d¨®nde y dicen lo que tiene que comer. La gente tiene opini¨®n

Los tuits cr¨ªticos de la dieta saludable alcanzaron a 26 millones de personas, en comparaci¨®n con los 25 millones de mensajes a favor de la investigaci¨®n cient¨ªfica. Eso, a pesar de tener menos seguidores (1,3 millones en comparaci¨®n con 3,45). "Entre los que tuiteaban a favor por ejemplo hab¨ªa muchas cuentas institucionales con muchos seguidores, pero observamos que los que escrib¨ªan en contra formaron una pi?a, hab¨ªa mucha retroalimentaci¨®n e interacci¨®n entre ellos", destaca Garc¨ªa.

"Otro dato que observamos es que existe una comunidad que empieza siendo equidistante. Comparte mensajes tanto a favor como en contra, pero vemos que acaban estando en contra de las conclusiones del estudio. Podemos intuir que el mensaje procarne tuvo m¨¢s ¨¦xito en muchos casos porque eran m¨¢s personales. ?A qui¨¦n te crees m¨¢s a un granjero o un tuit impersonal de la ONU? El relato de los esc¨¦pticos pod¨ªa resultar m¨¢s atractivo", resume el Garc¨ªa. Los investigadores recalcan que los tuits no fueron escritos por bots (un programa inform¨¢tico que lanza mensajes de forma autom¨¢tica), sino por usuarios verdaderos que en unas semanas cuestionaron un estudio que 37 cient¨ªficos de alto nivel desarrollaron durante tres a?os.

Los datos dejan tras de s¨ª una reflexi¨®n alarmante. ¡°Nuestro an¨¢lisis confirma que un contramovimiento digital logr¨® organizarse r¨¢pidamente, dominando las discusiones online sobre el informe de una manera interesada y preocupante¡±. Para llegar a esta afirmaci¨®n, los autores comprobaron que los mensajes con el hashtag #yes2meat comenzaron a lanzarse una semana antes de la publicaci¨®n del estudio cient¨ªfico.

Las conclusiones obtenidas de este an¨¢lisis son extrapolables a muchos otros asuntos que hace unos a?os nadie pon¨ªa en duda y ahora caen en las garras de la desinformaci¨®n y las noticias falsas. Por eso, los autores de este estudio lanzan una ¨²ltima advertencia: ¡°Los cient¨ªficos y los medios deben estar continuamente alerta y actuar de manera proactiva para evitar la manipulaci¨®n y la informaci¨®n err¨®nea sobre cuestiones de importancia fundamental para la salud humana y el planeta¡±.

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