Tapa blanda
Bienvenido sea el cart¨®n para devolver a la tierra lo que le pertenece
No deja de ser curioso que los ata¨²des se abran y se cierren como los libros. Nacemos de cualquier manera, pero morimos encuadernados. El cuerpo sin vida de mi amigo reposa en el interior del f¨¦retro como un conjunto de cuartillas cuidadosamente amontonadas. Cuando el funcionario cierre la caja, habremos terminado su lectura y la introduciremos en un nicho como metemos en la estanter¨ªa la novela le¨ªda. En las conversaciones posteriores al entierro, la existencia de este hombre quedar¨¢ reducida a cuatro o cinco an¨¦cdotas, que es lo que queda de muchas ficciones, por largas que sean. Uno de los hijos del difunto me da un cuaderno atado con unas correas de cuero: ¡°Mi padre¡±, dice, ¡°quiso que te entreg¨¢ramos este cuaderno¡±. Lo abro por curiosidad y resulta que est¨¢ sin estrenar, vac¨ªo.
Esa noche, dando vueltas por la periferia de Internet, doy con una noticia seg¨²n la cual se fabrican ya ata¨²des de cart¨®n m¨¢s sostenibles, dicen, que los de madera. El redactor de la noticia asegura que estos f¨¦retros, pensados para los difuntos de las clases medias, invadir¨¢n enseguida el mercado debido a su precio. Significa, pienso, que a partir de ahora, cuando fallezcas, podr¨¢n encuadernarte en tapa dura o en tapa blanda. Me pregunto qu¨¦ elegir¨ªa yo y acabo decant¨¢ndome por la tapa blanda, como si fuera un muerto de bolsillo. La mayor¨ªa de la gente que lee en el metro prefiere la tapa dura porque en el metro, fundamentalmente, se leen best sellers. Pero los libros de tapa dura tienen algo de pante¨®n, de templo o mausoleo. Dejemos, pues, los ata¨²des de madera para las personas ilustres: expresidentes de Gobierno, banqueros, premios Nobel, pont¨ªfices¡ Bienvenido sea el cart¨®n para devolver a la tierra lo que le pertenece.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.