La polarizaci¨®n y el factor humano
La fractura no solo es un aburrimiento. Nos distrae de los problemas reales y del debate para encontrar soluciones
La crispaci¨®n ha vuelto y es un regreso llamativo. Hasta hace poco, se hablaba de polarizaci¨®n. Crispaci¨®n remite a los a?os noventa y a un contexto espa?ol; polarizaci¨®n sugiere un fen¨®meno m¨¢s amplio. Polarizaci¨®n se?ala una din¨¢mica general; crispaci¨®n destaca un responsable. Una aspira a una descripci¨®n amplia y otra se centra en una parte: critica una estrategia determinada.
El clima recuerda a la ¡°guerra civil sin lucha armada¡± de Runciman. Desaparecen los espacios moderados. Quienes los ocupaban se desentienden o evolucionan hacia posiciones radicales. Lo que sufren los cercanos se considera grave, in¨¦dito; lo que le pasa al contrario es una exageraci¨®n o una mentira. Ignoras a los extremistas de tu lado: son una an¨¦cdota. Del otro bando escuchas a los m¨¢s estridentes: encarnan la esencia de tu adversario. Deslegitimas la estrategia del rival y racionalizas la tuya. Se erosionan instituciones y principios comunes. Dejan de ser de todos y se convierten en armas en la refriega partidista.
A corto plazo, la polarizaci¨®n produce par¨¢lisis, pero el destino final es la deshumanizaci¨®n de quien no piensa como t¨². La educaci¨®n te ayuda a buscar justificaciones sofisticadas para posiciones instintivas. Una mayor implicaci¨®n en la pol¨ªtica o unas ideas m¨¢s progresistas no te hace menos intolerante, quiz¨¢ porque en esos casos la identificaci¨®n ideol¨®gica ocupa un papel m¨¢s decisivo.
Puede que sea ¨²til cierta distancia ir¨®nica. Una caracter¨ªstica de la polarizaci¨®n es el lenguaje hiperb¨®lico, pero la inflaci¨®n l¨¦xica indica lo poco que valen las palabras. Montserrat Bassa, de ERC, llam¨® verdugos a los diputados del PSOE, y luego vot¨® para facilitar que llegaran al Gobierno. Si crees que alguien es un verdugo, ?apoyas que gobierne? La distancia entre el lenguaje y la realidad es abismal.
La pol¨ªtica espa?ola es un partido en el que se mueven m¨¢s las porter¨ªas que el bal¨®n, y donde a menudo diriges tu mayor vehemencia contra la posici¨®n que ocupabas hace dos minutos. Por eso son valiosos gestos como la demostraci¨®n de afecto a la diputada Aina Vidal o la imagen de una charla distendida entre pol¨ªticos de partidos de ideolog¨ªas muy distintas. La fractura no solo es un aburrimiento. Nos distrae de los problemas reales y del debate para encontrar soluciones, debilita la arquitectura institucional que nos protege y niega lo que da sentido a todo, que es el factor humano. @gascondaniel
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