El hombre en el tanquero
Desde su billonario exilio, el expresidente de Petr¨®leos de Venezuela Rafael Ram¨ªrez pretende posicionarse como el candidato a disputar la presidencia a Maduro
En un mismo d¨ªa, a fines de 2017, Rafael Ram¨ªrez, quien por m¨¢s de una d¨¦cada hab¨ªa sido mandam¨¢s de Petr¨®leos de Venezuela, fue arrojado de la c¨²pula de la dictadura madurista ¨Cera a la saz¨®n embajador ante la ONU? y forzado a una clandestinidad tan conspicua que no cesa de intrigarme. Todos los corresponsales de la prensa global que conozco tienen su n¨²mero de tel¨¦fono y se avienen a la condici¨®n sine qua non que exige Ram¨ªrez para conceder entrevistas: no revelar el lugar donde se encuentra.
Sin embargo, una editora de una agencia de noticias me confi¨®, hace m¨¢s de un a?o, que Ram¨ªrez interrumpi¨® cort¨¦smente la conversaci¨®n telef¨®nica que ambos sosten¨ªan para abrirle la puerta a una gatita que maullaba impaciente. O tal vez era un gatito; no retuve bien esa parte del relato. El gesto hizo pensar a mi amiga que, dondequiera que est¨¦, el zar vive un exilio asentadamente dom¨¦stico ¨C con gatos, por ejemplo?, sin sobresaltos, como cuadra a un superejecutivo petrolero, jubilado y con su dinero bien guardado en el §À§ß§Ú§Ü§â§Ö§Õ§Ú§ä §Ò§Ñ§ß§Ü, el Banco Unicredit de Mosc¨².
Fue inevitable, llegados aqu¨ª, la comparaci¨®n con un c¨¦lebre pariente del antiguo hombre fuerte de Petr¨®leos de Venezuela. Hablo de Illitch Ram¨ªrez S¨¢nchez, conocido como ¡°Carlos, el chacal¡±. S¨ª, ambos Ram¨ªrez son primos.
Un tipo como Carlos, razonaba mi amiga, perseguido por todas las suret¨¦s, todas las interpoles y todos los mossads del planeta, anda siempre a salto de mata; no est¨¢ para gatitos. Un pr¨®fugo, lo que se dice un pr¨®fugo, no tiene ¨¢nimo de parar en el s¨²per, camino a su guarida, para comprar latitas de Purina Miau Mix. No s¨¦ porqu¨¦ los maullidos que alcanz¨® a escuchar sugirieron a mi amiga que Ram¨ªrez ofrec¨ªa sus reposadas declaraciones contra Maduro desde una id¨ªlica villa de la Saboya italiana.
Por mi parte, sospecho, no s¨¦ con cuanta punter¨ªa, que Ram¨ªrez bien puede vivir en un supertanquero del tipo Suezmax, reconvertido, gracias al dinero que ¨¦l dice habar ganado con su trabajo de 30 a?os como ingeniero petrolero, en una especie de yate-b¨²nker, con interiores dignos de la p¨¢gina de celebridades de Architectural Digest.
El tanquero, dotado de helipuerto en cubierta, dispone de un sofisticado escudo tecnol¨®gico que le permite evadir el rastreo satelital del tr¨¢fico de buques mercantes. El tanquero se llama Hugo Ch¨¢vez. As¨ª al menos, lo bautizar¨ªa yo en el guion de una serie de Netflix basada en el saqueo de Venezuela bajo el chavismo.
Donde quiera que se halle, lo cierto es que en febrero del a?o pasado, un juez federal de Houston orden¨® a Ram¨ªrez pagar 1.400 millones de d¨®lares como compensaci¨®n en un juicio por fraude incoado por Harvest Natural Resources.
La empresa de energ¨ªa sostuvo que Venezuela no permiti¨® que la compa?¨ªa vendiera sus activos en el pa¨ªs desde 2012, lo que la llev¨® a perder 472 millones de d¨®lares. Acus¨® a Ram¨ªrez, y otros asociados suyos, de solicitar un soborno de 10 millones de d¨®lares para aprobar la transacci¨®n. Esto ocurri¨® mientras Ch¨¢vez viv¨ªa, cuando, adem¨¢s de ser presidente de Petr¨®leos de Venezuela, Ram¨ªrez era tambi¨¦n ministro del Poder Popular de Petr¨®leo y Miner¨ªa.
La verdad, trat¨¢ndose de un pa¨ªs donde un exguardaespaldas de Hugo Ch¨¢vez, designado por este como tesorero del pa¨ªs, admite en un acuerdo de culpabilidad con el Departamento de Justicia estadounidense haber gestionado ?mil millones de d¨®lares! en sobornos, 10 pinches millones de d¨®lares deben lucir como resecas pieles de ajo a quien durante m¨¢s de una d¨¦cada presidi¨® el exhaustivo saqueo del pa¨ªs m¨¢s rico de la regi¨®n.
Consid¨¦rese: la semana pasada, en el curso de una entrevista televisada por la Deutsche Welle, Ram¨ªrez admiti¨® paladinamente que bajo su ¨¦gida, que se extendi¨® de 2002 a 2014, coincidiendo con el boom de precios m¨¢s prolongado de la historia, la revoluci¨®n bolivariana volatiliz¨® 700 mil millones de d¨®lares.
Las apariciones medi¨¢ticas del hombre en el tanquero se han hecho ¨²ltimamente cada vez m¨¢s frecuentes. La nuez de su discurso es culpar a Nicol¨¢s Maduro, y solo a Nicol¨¢s Maduro, de la cat¨¢strofe nacional parida por Ch¨¢vez.
Desde su billonario exilio, Ram¨ªrez propone a todos los venezolanos la salida pol¨ªtica a nuestra tragedia: un acuerdo nacional al cual aspira modestamente a contribuir. Ya en 2014, muerto su mentor, Ram¨ªrez busc¨® sin ¨¦xito disputar a Maduro la presidencia de la Rep¨²blica.
Creyendo llegado ahora su momento, entra a escena quien faltaba. La boliburgues¨ªa, impensable sin la complicidad de Rafael Ram¨ªrez, tendr¨ªa en ¨¦l un candidato a quien agradecida y adecuadamente llamar propio.
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