El enigma de Carolina de M¨®naco al cumplir 63 a?os
La princesa de Hannover lleva una vida m¨¢s alejada del foco medi¨¢tico que antes pero sigue moviendo los hilos de palacio
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Carolina Grimaldi, princesa de Hannover y de M¨®naco, cumple este jueves 63 a?os. Llega a esta edad de madurez con la misma discreci¨®n con la que se mueve en esta etapa de su vida: alejada del foco medi¨¢tico en el que estuvo d¨¦cadas por su alocada juventud, sus sonados romances y sus matrimonios frustrados. Ahora se presenta en sociedad como hermana del pr¨ªncipe Alberto en contadas ocasiones y como devota madre y tierna abuela. Pero poco m¨¢s se sabe de la hija de Grace Kelly y Rainiero de M¨®naco. La arist¨®crata ha sabido convertir su vida a estas alturas de su existencia en un enigma. Pero lo que nadie duda es de que en la sombra sigue moviendo muchos hilos en el Principado.
En estos tiempos en que los pr¨ªncipes no quieren serlo, la figura de Carolina de M¨®naco se contempla como una adelantada a su ¨¦poca. Con la oposici¨®n de sus padres se convirti¨® en temprana esposa de Phillippe Junot, con quien tuvo un breve matrimonio de dos a?os. Todo un esc¨¢ndalo en la ¨¦poca. La princesa del glamur se casaba con un playboy 16 a?os mayor que ella. Cuando las j¨®venes de las casas reales no se relacionaban nada m¨¢s que con arist¨®cratas ella sal¨ªa con tenistas y actores. Y se prestaba a robados pactados para financiarse sus caprichos. Todo ello hasta que se cruz¨® en su vida Stefano Casiraghi, el joven italiano de una familia bien situada, del que se enamor¨® como nunca y con quien tuvo tres hijos. Un amor con tr¨¢gico final por la repentina muerte de su esposo en un accidente con una lancha en una carrera de velocidad en el mar.
Carolina no ha tenido suerte en el amor, aunque ha conocido muchos. El ¨²ltimo con Ernesto de Hannover, padre de su hija menor. Una uni¨®n a la que lleg¨® tras a?os de amistad y que se rompi¨® por la vida de excesos de ¨¦l. Es un misterio por qu¨¦ la pareja no ha firmado el divorcio pese a que ha transcurrido una d¨¦cada desde que se dijeron adi¨®s. Hay medios alemanes que aseguran que se debe al deseo de la princesa a serlo de Hannover, que tiene m¨¢s entidad entre los miembros de la realeza que serlo de M¨®naco. As¨ª, en el ranking de nobles su puesto protocolario est¨¢ por delante del de su cu?ada Charlene.
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Que Carolina y Charlene no se soportan no es ning¨²n secreto. Carolina es elegante, simp¨¢tica, educada pero tambi¨¦n, dicen los de su entorno, ambiciosa, cabezota, altiva y conspiradora. No cree que Charlene est¨¦ a la altura del papel que ocupa. Y si al principio la acogi¨® fue porque pens¨® que pod¨ªa tutelarla, pero la exnadadora sudafricana no se ha dejado. Reafirmada en su puesto de primera dama de M¨®naco tras ser madre por partida doble no admite injerencias de la hermana mayor de su esposo. Por eso, evitan coincidir en los actos p¨²blicos y si no les queda m¨¢s remedio, ni se miran. La mano izquierda de Alberto de M¨®naco para manejar los asuntos entre su esposa y su hermana no ha servido de mucho. Carolina considera a Charlene una advenediza con un particular matrimonio con Alberto a quien, eso s¨ª, ha dado los herederos que necesitaba para asegurar la l¨ªnea sucesoria en el Principado.
Con su hermana Estefan¨ªa ha vivido momentos de alejamiento en los que casi ni se ve¨ªan. Ahora, con los a?os, la situaci¨®n se ha calmado. No son amigas pero al menos se relacionan.
De lo que s¨ª presume Carolina es de sus cuatro hijos y de sus siete nietos. Ante el p¨²blico se presenta como una amante madre y una cari?osa abuela. Si antes ocupaba portadas por sus acompa?antes masculinos ahora lo hace por tener en brazos a alguno de sus nietos. Los tres hijos que tiene casados ¡ªAndrea, Carlota y Pierre¡ª lo han hecho con descendientes de familias bien situadas pero alejadas de la realeza. Ellos pertenecen a esa generaci¨®n de j¨®venes ricos que huyen de la fama pero no de los privilegios. No les gustan los palacios y s¨ª las grandes mansiones en las que pueden llevar una vida m¨¢s a su gusto.
Carolina de M¨®naco, a los 63 a?os que cumple este jueves, se ha integrado en este tipo de vida. No se sabe si tiene pareja. Si reside en Montecarlo o en Par¨ªs. De vez en cuando se deja ver. La ¨²ltima vez el pasado martes, en Par¨ªs, donde asisti¨® al desfile de Chanel en el que record¨® a su querido amigo, el dise?ador Karl Lagerfeld, fallecido hace casi un a?o.
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