Los cient¨ªficos adelantan el ¡®reloj del apocalipsis¡¯: quedan cien segundos para el fin del mundo

"El mundo ha entrado en un per¨ªodo en el que el peligro es alto y el margen de error, bajo. Si los responsables de la toma de decisiones contin¨²an sin actuar, los ciudadanos de todo el mundo deber¨ªan hacerse eco de las palabras de la activista clim¨¢tica Greta Thunberg y preguntar: '?C¨®mo os atrev¨¦is?". Con estas palabras, Rachel Bronson, presidenta del Bolet¨ªn de Cient¨ªficos At¨®micos adelantaba la decisi¨®n de este grupo de expertos: la humanidad est¨¢ a solo 100 segundos del apocalipsis, lo m¨¢s cerca que ha estado nunca. Como cada a?o, el bolet¨ªn ha dado a conocer su diagn¨®stico sobre el riesgo de exterminarse que afronta la humanidad. Para medirlo, este grupo de expertos de primer nivel con 13 premios Nobel en sus filas, cre¨® un reloj simb¨®lico, el Reloj del Apocalipsis (Doomsday Clock), que muestra los minutos que nos quedan hasta la medianoche, es decir, el fin del mundo. Desde 2018 las manecillas estaban colocadas a las 23.58, a dos minutos del final, que es lo m¨¢s cerca que el reloj hab¨ªa estado de la medianoche en sus 73 a?os de historia. A esa misma hora, a 120 segundos, estuvo en 1953, cuando las armas termonucleares sovi¨¦ticas y estadounidenses se pon¨ªan a prueba en plena carrera armament¨ªstica. Ahora est¨¢ todav¨ªa m¨¢s cerca del fin.

"La situaci¨®n de seguridad internacional ahora es m¨¢s peligrosa que nunca, incluso en el apogeo de la Guerra Fr¨ªa", aseguran los cient¨ªficos

Ya el a?o pasado Bronson advert¨ªa de que la humanidad est¨¢ viviendo una "tormenta perfecta" y recordaba que desde 2007 se incluy¨® el cambio clim¨¢tico como un riesgo grave para la humanidad que demandaba una respuesta "urgente e inmediata". "Parece que estamos normalizando un mundo muy peligroso", a?ad¨ªa Bronson. Este a?o, la presidenta del bolet¨ªn asegur¨® que les gustar¨ªa alejar las manecillas de la medianoche, pero que la realidad se lo imped¨ªa. El comit¨¦ reconoci¨® que hab¨ªan tomado esta decisi¨®n incluso antes de las escaramuzas b¨¦licas entre Ir¨¢n y EE UU de las ¨²ltimas semanas.

"Frente a este panorama de amenaza desalentador y la nueva tendencia de los l¨ªderes pol¨ªticos a rechazar las negociaciones e instituciones que pueden proteger a la civilizaci¨®n a largo plazo, el Bolet¨ªn mueve hoy el Reloj del Juicio Final veinte segundos m¨¢s cerca de la medianoche, m¨¢s cerca del apocalipsis que nunca", aseguran los expertos. "Al hacerlo, los miembros de la junta advierten expl¨ªcitamente a los l¨ªderes y ciudadanos de todo el mundo de que la situaci¨®n de seguridad internacional ahora es m¨¢s peligrosa que nunca, incluso en el apogeo de la Guerra Fr¨ªa", a?ade el informe.

"La humanidad contin¨²a afrontando dos peligros existenciales simult¨¢neos: la guerra nuclear y el cambio clim¨¢tico, que se ven agravados por un multiplicador de amenazas, una guerra de informaci¨®n cibern¨¦tica, que socava la capacidad de respuesta de la sociedad", explica el informe. "La situaci¨®n de seguridad internacional es grave, no solo porque existen estas amenazas, sino porque los l¨ªderes mundiales han permitido que la infraestructura pol¨ªtica internacional para gestionarlos se erosione", a?aden.

Los expertos aseguran en su diagn¨®stico que los conflictos pol¨ªticos sobre los programas nucleares en Ir¨¢n y Corea del Norte "siguen sin resolverse y, en todo caso, empeoran". "La cooperaci¨®n entre EE UU y Rusia en el control de armas y el desarme es casi inexistente", advierte. Y sobre la emergencia clim¨¢tica afirman: "En las reuniones clim¨¢ticas de la ONU el a?o pasado, los delegados nacionales pronunciaron excelentes discursos, pero presentaron pocos planes concretos para limitar a¨²n m¨¢s las emisiones de di¨®xido de carbono que est¨¢n alterando el clima de la Tierra". No en vano, "2019 cierra una d¨¦cada de calor global excepcional, p¨¦rdida de hielo y r¨¦cord de aumento del nivel del mar impulsados por los gases de efecto invernadero que expulsan las actividades humanas", seg¨²n la Organizaci¨®n Meteorol¨®gica Mundial.

Lejos queda aquel pl¨¢cido 1991, cuando el reloj estaba a 17 minutos de las 0.00 horas, cuando George Bush padre y Mija¨ªl Gorbachov firmaron el Tratado de Reducci¨®n de Armas Estrat¨¦gicas. El desarme at¨®mico era posible, la Guerra Fr¨ªa se disolv¨ªa y algunos, como el polit¨®logo Francis Fukuyama, pensaban que lleg¨¢bamos al fin de la historia. En ese momento, los peligros del cambio clim¨¢tico ya estaban presentes, pero hab¨ªa tiempo para actuar y no se consideraba, en general, como una emergencia.

Las advertencias del Bolet¨ªn de Cient¨ªficos At¨®micos no son una idea exc¨¦ntrica, reservada a ancianos expertos con mucho conocimiento de los peligros de las armas at¨®micas. Una encuesta publicada la semana pasada por Cruz Roja Internacional se?alaba que el 54% de los millennials, nacidos despu¨¦s de 1980, cree que se usar¨¢n armas at¨®micas en la pr¨®xima d¨¦cada y la mitad teme que a lo largo de su vida habr¨¢ un conflicto de escala global: la Tercera Guerra Mundial.

En la ¨²ltima d¨¦cada, en la que la emergencia clim¨¢tica ha empezado a mostrar sus efectos, la manecilla del reloj no ha dejado de acercarse a la medianoche. Los cinco a?os en los que se ha registrado una mayor temperatura del planeta han sucedido despu¨¦s de 2015. Adem¨¢s, cada a?o se van incorporando lo que los expertos llaman riesgos existenciales: factores que ponen en peligro la continuidad de la humanidad tal y como la conocemos. La inteligencia artificial, la biotecnolog¨ªa o las nuevas pandemias son amenazas que aumentan la presi¨®n sobre el Reloj del Apocalipsis, sum¨¢ndose al peligro at¨®mico original y la emergencia clim¨¢tica.

De ah¨ª que se produzcan circunstancias parad¨®jicas como que hoy, seg¨²n el Doomsday Clock, estemos mucho m¨¢s en riesgo que en 1962, en plena crisis de los misiles cubanos, cuando el reloj estaba a siete minutos de la medianoche. Por esta raz¨®n, el f¨ªsico Lawrence Krauss, miembro del consejo del Bolet¨ªn de Cient¨ªficos At¨®micos de 2009 a 2018, ha pedido este jueves en un art¨ªculo en el Wall Street Journal que se pare el reloj para siempre porque ha perdido su raz¨®n de ser. "Hay un problema m¨¢s profundo. No solo el Doomsday Clock no es cient¨ªfico; los factores que lo determinan est¨¢n m¨¢s dominados por cuestiones pol¨ªticas que por cuestiones cient¨ªficas. Lo primero puede ser importante, pero reclamar la autoridad de los 'cient¨ªficos at¨®micos' es apropiado solo para lo segundo".

Quiz¨¢ por eso ahora los cient¨ªficos del bolet¨ªn se hacen acompa?ar por aut¨¦nticos expertos en pol¨ªtica internacional, como sucede en esta ocasi¨®n con Ban Ki-moon, ex secretario general de Naciones Unidas; Mary Robinson, expresidenta de Irlanda, o Jerry Brown, exgobernador de California. Se trata de la organizaci¨®n The Elders (los ancianos, en ingl¨¦s), fundada en 2007 por Nelson Mandela para aprovechar la experiencia de exl¨ªderes mundiales para promover la soluci¨®n de problemas globales.

"Lo que intentamos hacer es dar al p¨²blico la capacidad de hablar sobre el estado de la seguridad nuclear y presionar a los l¨ªderes para que presten atenci¨®n a eso y al cambio clim¨¢tico, y demuestren que est¨¢n preocupados", explicaba Rachel Bronson en la pasada edici¨®n. "La nueva anormalidad corre el riesgo de envalentonar a los aut¨®cratas y adormecer a los ciudadanos de todo el mundo frente a una peligrosa sensaci¨®n de anomia y par¨¢lisis pol¨ªtica", dijo la presidenta de la organizaci¨®n.

Estos miedos eran inimaginables hasta mediados del siglo XX, cuando las grandes superpotencias alcanzaron una potencia militar impensable hasta el momento. Fue entonces cuando los cient¨ªficos expertos en f¨ªsica decidieron crear el Bolet¨ªn de Cient¨ªficos At¨®micos, carcomidos por los remordimientos tras su decisivo papel en la creaci¨®n del armamento nuclear. En los pl¨¢cidos a?os de la d¨¦cada de los noventa lleg¨® a estar a 17 minutos de las 0.00 horas, pero desde 2011 no ha dejado de aproximarse a la medianoche. Las 23.55 en 2014, las 23.57 en 2015, las 23.57 y 30 segundos en 2017... Hasta 1947, cuando se cre¨® este organismo, la humanidad no ten¨ªa forma de autodestruirse por completo.

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