Onda venezolana
El Gobierno de Pedro S¨¢nchez carece en estos momentos de una pol¨ªtica reconocible frente a la situaci¨®n en Venezuela
La ins¨®lita comedia de enredo protagonizada en el aeropuerto de Madrid por el ministro de Transportes, Jos¨¦ Luis ?balos, y la vicepresidenta del Gobierno de Nicol¨¢s Maduro, Delcy Rodr¨ªguez, no puede ocultar la realidad de que el Gobierno de Pedro S¨¢nchez carece en estos momentos de una pol¨ªtica reconocible frente a la situaci¨®n en Venezuela. Al producirse la crisis que llev¨® a Juan Guaid¨® hasta la presidencia del pa¨ªs, disputando la legitimidad a Maduro, Espa?a obtuvo la confianza de la Uni¨®n Europea para liderar una posici¨®n com¨²n. La decisi¨®n adoptada entonces por Espa?a, y seguida por los socios, fue reconocer a Guaid¨® frente a Maduro. Por esta raz¨®n, resulta inexplicable que, sin haber mediado cambio alguno en la situaci¨®n interna de Venezuela, y sin que se haya producido tampoco ninguna revisi¨®n de la posici¨®n com¨²n de los europeos, el Gobierno espa?ol vaya ahora contra sus propias decisiones y rebaje la interlocuci¨®n que le corresponder¨ªa a Guaid¨®.
El mensaje que se desprende de una decisi¨®n que es pol¨ªtica y no protocolaria resulta perjudicial para los intereses de Espa?a en cualquiera de los escenarios involucrados. El cr¨¦dito cosechado entre la oposici¨®n al r¨¦gimen chavista queda en entredicho. De igual manera, y por lo que respecta al conjunto de Am¨¦rica Latina, Espa?a se pone trabas a s¨ª misma para afianzarse como el interlocutor fiable que el continente necesita en un momento de grave crisis social y pol¨ªtica. Y no cabe pasar por alto que la incongruencia de promover el reconocimiento de Guaid¨® como presidente de Venezuela para luego devaluarlo a la condici¨®n de jefe de la oposici¨®n, seg¨²n ha hecho el vicepresidente Pablo Iglesias, repercutir¨¢ negativamente en el papel de Espa?a en la Uni¨®n.
Tampoco la pol¨ªtica interna espa?ola parece estar libr¨¢ndose de la onda expansiva de una gesti¨®n diplom¨¢tica inconsecuente frente a Guaid¨® e incomprensible por lo que respecta a los representantes de Maduro en tr¨¢nsito por Espa?a, que el ministro ?balos tiene pendiente explicar tanto en el Congreso como a los socios europeos que acordaron sanciones contra Venezuela.
La fractura entre el Gobierno y la oposici¨®n a cuenta de un asunto que deber¨ªa ser abordado desde el consenso para fortalecer la posici¨®n internacional de Espa?a se ha visto ahondada tras el rechazo del presidente Pedro S¨¢nchez a recibir a Guaid¨®. Con el agravante de que, adem¨¢s, ha proyectado la divisi¨®n sobre dos expresidentes socialistas y sobre la cohesi¨®n del Ejecutivo espa?ol.
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