Francia s¨ª que lo tiene claro
Mande quien mande en El El¨ªseo, Par¨ªs sabe qu¨¦ papel quiere jugar en el mundo
Se est¨¢ produciendo un curiosa confusi¨®n general entre lo que es la pol¨ªtica del Estado y la pol¨ªtica de Estado. La mezcla de ambos ingredientes raramente sale bien y aunque el plato parezca pint¨®n cuando se presenta al comensal, el resultado suele ser decepcionante. Los franceses, que algo de cocina saben, conocen perfectamente la diferencia y en su cocina ambos elementos est¨¢n separados y claramente etiquetados. Por si acaso.
La pol¨ªtica de Estado francesa, por ejemplo, no tiene miedo de llamar a las cosas por su nombre, caracter¨ªstica cada vez m¨¢s rara en el ¨¢mbito internacional. Sin ir m¨¢s lejos ah¨ª est¨¢ la Escuela de Guerra Econ¨®mica, un organismo educativo creado en 1997 a partir de un informe oficial que se centra en definir y ense?ar la estrategia del mundo empresarial y del Estado franc¨¦s en un mundo donde la informaci¨®n se ha convertido en el campo de batalla global. Ni ¡°estudios¡±, ni ¡°cooperaci¨®n¡±. Guerra econ¨®mica.
Otro ejemplo. Mucho antes de Trump invadiera las redes con su Am¨¦rica primero, los franceses ya lo ven¨ªan practicando en el ¨¢mbito internacional. Cada presidente puede darle su estilo pero el rumbo de la nave est¨¢ marcado y todos los tienen claro. Francia ha estado interviniendo ¡ªa veces militarmente¡ª en ?frica defendiendo exclusivamente sus intereses. Rep¨²blica Centroaficana o Libia son dos ejemplos. En ocasiones, y por rebote, defienden el de todos los dem¨¢s. Sus servicios de informaci¨®n y tropas son el verdadero enemigo contra la expansi¨®n del yihadismo en el ?frica subsahariana. Y cuando se trata de arriesgar, se arriesga.
Y no es solo ?frica. Cuando en diciembre de 2014 EE?UU y Cuba anunciaron el comienzo de la normalizaci¨®n de sus relaciones, al presidente Fran?ois Hollande le falt¨® tiempo para subirse a un avi¨®n y plantarse en La Habana, siendo el primer jefe de Estado europeo que lo hac¨ªa. Emmanuel Macron ha recibido la semana pasada al presidente encargado de Venezuela, Juan Guaid¨®, en El El¨ªseo y, aunque en pol¨ªtica la memoria es corta, no parece probable que cuando se restaure la democracia en Venezuela este gesto sea olvidado. La semana pasada, en la iglesia de Santa Ana en Jerusal¨¦n, Macron tranquilamente le puso la mano el hombro a un oficial israel¨ª ¡ªrecuerda al chiste del paciente que agarra por los test¨ªculos a su dentista y le dice ¡°?verdad que no nos vamos a hacer da?o?¡±¡ª y lo ech¨®. Dej¨® claro que en territorio franc¨¦s ¡ªel templo lo es desde 1856¡ª manda el Estado franc¨¦s.
?Convierte esto a Francia en una potencia ego¨ªsta y aislada? Lo primero, probablemente. Lo segundo, no. La alianza con Alemania se considera una pol¨ªtica de Estado mande quien mande en Par¨ªs o Berl¨ªn. Incluso se ha llegado a producir que en reuniones de la UE el representante franc¨¦s hable en nombre de Alemania. No est¨¢ mal para tratarse de un feroz enemigo hasta hace apenas unos a?os. Los dem¨¢s europeos a veces ridiculizamos la grandeur. Ellos no. Es pol¨ªtica de Estado.
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