Las morsas del Oceanogr¨¤fic se hacen mayores... y se independizan
La instituci¨®n valenciana de investigaci¨®n se despide de ¡®Nini¡¯, ¡®Tany¡¯ y ¡®Petri que viajan primero a Alemania para buscar un hogar definitivo y adaptado en B¨¦lgica
Durante 15 a?os he tenido la maravillosa oportunidad de convivir, junto a mis compa?eros, con tres incre¨ªbles animales. Tres morsas (Odobenus rosmarus) en el Oceanogr¨¤fic de Valencia. Mi labor, junto con el resto del equipo de cuidadores y veterinarios, era precisamente eso, cuidar de Petruska, Ninotchka y Tanya, aport¨¢ndoles nuestros conocimientos sobre bienestar, enriquecimiento ambiental, nutrici¨®n y salud animal, con toda nuestra dedicaci¨®n, y sobre todo nuestro respeto y cari?o.
Con estas tres grandes peques, de 750, 850 y 1000 kilos respectivamente, hemos vivido de todo. Noches, ma?anas, guardias, momentos agotadores, o llenos de energ¨ªa, pero juntos. Hemos jugado a las guerras de agua, al f¨²tbol y al escondite. Nos hemos muerto de la risa con los despistes de Tany, los sustos tontos de Nini y los mocos de Petri de cada ma?ana. En definitiva, hemos llegado a conectar, a conocernos, a elegirnos y a querernos mucho.
En este camino de conocernos poquito a poquito fue sucediendo la magia, en la que tanto ellas como nosotros conseguimos descifrarnos y entendernos con solo mirarnos. Esa magia de cuando puedes detectar, como con un ser querido, cuando tienes un d¨ªa bueno, o uno menos bueno¡ Y en todos ellos nos hemos acompa?ado. Incluso cuando hemos estado pachuchos, ellas y nosotros, lo hemos pasado juntos.
Les hemos puesto por delante un mill¨®n de desaf¨ªos y las tres de una forma fant¨¢stica, nos han respondido con otros a¨²n mayores. Ellas nos han hecho estar siempre atentos, curiosos, avanzando y mejorando para adaptarnos a sus necesidades, para crear el mejor hogar para ellas.?
Las tres han aprendido tantas cosas que a veces es casi dif¨ªcil de creer. Y, lo m¨¢s fascinante de todo, adem¨¢s de una parte preciosa de nuestro trabajo y de haber formado parte de este aprendizaje es que muchas de esas cosas han servido para arrojar luz sobre esta especie tan desconocida. Todo el conocimiento generado es crucial para proteger a sus cong¨¦neres, muy amenazados en sus h¨¢bitats naturales.
El ?rtico es uno de los m¨¢s sensibles y vulnerables, habi¨¦ndose fundido m¨¢s de un 20% de su hielo en los ¨²ltimos 30 a?os, un cambio enorme y rapid¨ªsimo. Es muy grande el impacto que esto est¨¢ teniendo en aspectos como el tr¨¢fico mar¨ªtimo, por ejemplo, o la supervivencia de algunas poblaciones. Por eso para nosotros, cuidadores e investigadores, esta es una de las partes m¨¢s gratificantes y bonitas del trabajo, saber que a trav¨¦s de nuestros estudios estamos avanzando en aspectos cruciales para la conservaci¨®n de esta y otras especies.?
Ahora Tanya, Ninotch y Petri van a cumplir 17 a?os, se hacen mayores, adultas¡Y con mucho esmero hemos dise?ado entre muchos profesionales de distintas ¨¢reas del cuidado animal y de distintas instituciones europeas, un programa especial para ellas. Ahora podr¨¢n disponer de un espacio m¨¢s adaptado, un grupo social m¨¢s numeroso, y en el que adem¨¢s tendr¨¢n la oportunidad de llevar a cabo algo tan importante como es el poder reproducirse de manera natural, pudiendo adem¨¢s as¨ª contribuir con la conservaci¨®n de esta especie, catalogada ya como vulnerable seg¨²n la UICN (Uni¨®n Internacional para la Conservaci¨®n de la Naturaleza).?
Con este programa se pretende consolidar a nivel mundial, junto a las escasas instituciones que mantienen morsas en Norte Am¨¦rica y Asia, la viabilidad gen¨¦tica y social de las pocas poblaciones que se mantienen bajo cuidado humano en centros biol¨®gicos.?
Las tres viajar¨¢n primero a la alemana Tierpark Hagenbeck, donde comenzar¨¢n a formar parte de este nuevo grupo de morsas y donde tendr¨¢n esta primera oportunidad para reproducirse. All¨ª estar¨¢n acompa?adas no solo por los profesionales del centro de destino sino por parte de nuestro equipo tambi¨¦n. Diana Ferrero y Jose Luis Ropero, dos de nuestros cuidadores de los que podr¨ªa escribir p¨¢ginas enteras de elogios hacia ellos como profesionales y personas, se embarcan en esta aventura con nuestras tres ¡°gorditas¡± y seguir¨¢n de cerca esta primera etapa. De esta forma ellas tendr¨¢n cerca durante los primeros meses a personas de confianza y con un fuerte v¨ªnculo con ellas, lo cual facilitar¨¢ c¨®mo afrontar su nuevo entorno y todos los cambios (buen¨ªsimos) que van a ir viviendo.
Tras esta etapa, las tres emprender¨¢n un ¨²ltimo viaje hasta Pairi Daiza, instituci¨®n belga donde han construido el h¨¢bitat en el que van a residir junto a otras morsas, desde cero y teniendo en cuenta nuestra opini¨®n, y la de muchos otros expertos, para cada detalle. Podr¨ªamos decir que les hemos dise?ado un hogar espec¨ªficamente adaptado a las necesidades que tienen ellas atendiendo con mimo a much¨ªsimos aspectos que solamente se pueden tener en cuenta cuando has convivido junto a ellas durante a?os.
Pese a que nos da mucha pena despedirnos, en cierta manera, de ellas, nos alegra pensar que se van a las instituciones zool¨®gicas m¨¢s relevantes a nivel europeo, que cumplen los exigentes est¨¢ndares de la EAZA (Asociaci¨®n Europea de Zoos y Acuarios), y de la WAZA (Asociaci¨®n Mundial de Zoos y Acuarios), entre otros, y gracias a ello se garantiza el bienestar de nuestras chicas en muchos aspectos, no solo a nivel de h¨¢bitat sino de alimentaci¨®n, equipos veterinarios, programas de enriquecimiento ambiental de los que dispondr¨¢n...etc. Son adem¨¢s, centros que ahora se adaptan mejor a sus necesidades, fisiol¨®gicas y comportamentales, y que adem¨¢s permitir¨¢n a trav¨¦s de su reproducci¨®n y compromiso con la investigaci¨®n, aportar al conocimiento y la conservaci¨®n que todo el equipo consideramos crucial actualmente.
Paola Mu?oz es bi¨®loga, cuidadora de morsas en el Oceanogr¨¤fic.
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