Betty White, la ¨²ltima chica de oro se acerca a los 100 a?os todav¨ªa en activo
La actriz cumple 98 a?os con la carrera m¨¢s larga en televisi¨®n seg¨²n el libro Guinness: ocho d¨¦cadas en pantalla
El a?o en el que la actriz Betty White hizo su debut televisivo, los augurios para este nuevo artilugio no eran nada halag¨¹e?os: "La televisi¨®n nunca competir¨¢ con la radio porque las personas deben sentarse y tener los ojos fijados en la pantalla; la familia media estadounidense no tiene tiempo", escrib¨ªa The New York Times en aquel 1939. Ni siquiera la c¨®mica, que cumpli¨® 98 a?os el pasado 17 de enero, recuerda tras ocho d¨¦cadas el nombre del programa donde hizo su primera aparici¨®n en una cadena experimental de Los ?ngeles (California). Ella solo intentaba ser cantante de operetas.?Cualquier grabaci¨®n de aquella ¨¦poca desapareci¨® como quien olvida cuando aprendi¨® a caminar.
Pero White, una de las pocas pioneras de la televisi¨®n vivas, sigue en pie. Solo hay que buscar en el libro Guinness la celebridad con una carrera m¨¢s larga y aparece ella: 80 a?os trabajando. Tiene m¨¢s vidas que un gato. "Crec¨ª en Hollywood cuando California ni era un estado", ha bromeado. En los a?os cuarenta, ya fue la primera mujer nominada a un Emmy por sus programas de variedades. En los cincuenta, una de las primeras (junto a Lucille Ball) en producir y protagonizar su propia serie: Life with Elizabeth, y tambi¨¦n la primera en contratar una directora mujer para su programa de entrevistas. "Los movimientos feministas estaban lejos de existir, ni siquiera pensamos lo que logramos", recordaba.
En los setenta le lleg¨® la fama global como la promiscua Sue Ann Nivens con Mary Tyler Moore y La chica de la tele. Celebridad que consagr¨® en los ochenta como reina de la sitcom en Las chicas de oro, donde Rose se convirti¨® en un icono contra los tab¨²es de gente de cierta edad. Era la mayor de ese grupo de mujeres con cardados imposibles, pero su versi¨®n pizpireta e ilusa la hac¨ªa parecer la m¨¢s joven. "Me quer¨ªan como la ninf¨®mana Blanche, pero ya hab¨ªa interpretado eso", recordaba a?os despu¨¦s. Rose acab¨® apareciendo en cuatro series.
White, invitada durante d¨¦cadas a numerosos concursos gracias a su rapidez mental y su capacidad para no callarse un chiste, era una m¨¢s en los salones de EE UU. Tanto vivi¨® en televisi¨®n que fue en el plat¨® de Password donde conoci¨® al amor de su vida, y tercer marido, el presentador Allen Ludden: "Cuando nos conocimos se fue a casa diciendo que iba a casarse conmigo. Tard¨¦ dos proposiciones y un a?o en decirle que s¨ª. Malgast¨¦ un a?o entero que pod¨ªamos haber pasado juntos". Estuvieron casados desde 1963 hasta la muerte de ¨¦l en 1981. "Los otros fueron ensayos", le dijo a Oprah Winfrey.
Un amor eterno que comparti¨® con su lucha por los animales y por los derechos civiles. En 1954, por ejemplo, se atrevi¨® a contratar al primer afroamericano en pantalla, el m¨²sico Arthur Duncan, para El show de Betty White. Los canales sure?os de EE UU se negaban a emitirlo si no eliminaba su aparici¨®n. Ella respondi¨®: "Lo siento, vivid con ello", y ampli¨® el espacio para Duncan.
Esa impertinencia adorable en las respuestas se traslad¨® a su comicidad, sobre todo en su renacimiento en pantalla para el siglo XXI, que comenz¨® en 2009 con un exitoso anuncio de la Super Bowl. Era el momento de rendirle pleites¨ªa, y fue un seguidor de 29 a?os quien cre¨® una campa?a en Facebook para que White presentara por fin el ic¨®nico programa de humor?Saturday Night Live. Hab¨ªa nacido en un mundo sin televisi¨®n y ahora trascend¨ªa incluso las redes sociales. Tras recibir m¨¢s de 500.000 firmas, la actriz se convirti¨® en la presentadora m¨¢s anciana en los m¨¢s de 40 a?os del programa. Una hora emitida en directo, como hac¨ªa al principio de su carrera, cuando nada pod¨ªa grabarse en cinta. Arras¨® en audiencia. Esa segunda vida lleg¨® acompa?ada de un ¨¦xito cinematogr¨¢fico, La proposici¨®n, y 129 cap¨ªtulos de una nueva serie: P¨®quer de reinas.
La carrera de White es hoy imposible de resumir. De Vacaciones en el mar a presentar un programa de c¨¢mara oculta a sus noventa, pasando por series como Mi nombre es Earl, El abogado, Ally McBeal y Community o pel¨ªculas tan ecl¨¦cticas como El cocodrilo, El Lorax y Daniel, el travieso. Hasta Toy Story 4?le rindi¨® un homenaje en un papel vocal, al lado de mitos como Carol Burnett y Mel Brooks, que repite en la serie del tenedor Forky para Disney+. En sus ¨²ltimas apariciones, en los premios del sindicato de actores en 2018, sin embargo, a White le costaba articular palabras. Por suerte su legado es eterno. Quiz¨¢s sin ella los espectadores habr¨ªan aprendido igualmente a fijar su mirada hacia esa caja extra?a que se introdujo en los salones de todo el mundo, pero todo habr¨ªa sido mucho m¨¢s aburrido.
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