El informe Waringo retrata el ¡°miedo¡± y la ¡°ansiedad¡± del personal del palacio de Luxemburgo
El documento sobre el funcionamiento de la monarqu¨ªa alerta de que 51 empleados dejaron de trabajar para la instituci¨®n en cinco a?os
Algo huele a podrido en Luxemburgo. Este viernes ha visto la luz el esperado informe Waringo, un exhaustivo estudio sobre el funcionamiento de la monarqu¨ªa llevado a cabo por el incorruptible Jeannot Waringo, exdirector de la Inspecci¨®n General de Finanzas, ahora jubilado. Y sus conclusiones han confirmado la turbulenta relaci¨®n de los grandes duques con su personal. "Desde los primeros d¨ªas de mi presencia en Palacio, he sentido una cierta ansiedad en los empleados, como el miedo a ser castigados o a perder su trabajo", relata Waringo.
El informe, de 44 p¨¢ginas, naci¨® de una petici¨®n del Gobierno luxemburgu¨¦s de Xavier Bettel, ¨¢vido por hacer un ejercicio de transparencia que sirva para airear los errores y analizar posibles cambios en una instituci¨®n caracterizada por su opacidad. Waringo ha dedicado m¨¢s de seis meses a comparar su puesta en marcha con otras monarqu¨ªas como la sueca o la belga, as¨ª como a un extenso trabajo de campo que le he llevado a entrevistarse con empleados actuales y antiguos para completar una precisa radiograf¨ªa de lo que sucede entre los muros de la instituci¨®n, un trabajo para el que incluso ha contado con despacho propio en Palacio.
La descripci¨®n de Waringo presenta un ambiente denso intramuros. "Sent¨ª un cierto miedo a ser reprobado, sin que fuera necesario que los trabajadores me explicaran abiertamente sus sentimientos". Esa suerte de reinado del terror que aparentemente se ha convertido en norma dentro de la monarqu¨ªa luxemburguesa va acompa?ado de n¨²meros. El texto recoge que entre 2014 y 2019 51 trabajadores dejaron su puesto sin contar a los que se jubilaron: 16 de ellos dimitieron, 11 fueron despedidos, y a ocho se les rescindi¨® el contrato. "Hay se?ales que no enga?an. Me he dado cuenta de que en las conversaciones entre colegas, la jovialidad y el humor son raros. Todos est¨¢n en guardia y miden muy bien sus palabras", apunta Waringo.
La sombra de la gran duquesa Mar¨ªa Teresa Mestre planea sobre el informe, que tras llegar este viernes a las manos del Gobierno, ser¨¢ expuesto ante el Parlamento luxemburgu¨¦s la pr¨®xima semana. Waringo recoge que el papel de Mestre, a la que los medios locales responsabilizan del dudoso trato que reciben los empleados. Cree que su cargo debe ser puramente representativo, y ha de ser el gran duque Enrique el que dirija los recursos humanos de la Casa Real. "Me gustar¨ªa decir honestamente, y con el riesgo de ser mal entendido, que en la cadena de toma de decisiones del Palacio, especialmente en el ¨¢rea de gesti¨®n del personal, el papel que deber¨ªa ejercer la gran duquesa es una funci¨®n puramente representativa. Debemos reformar el funcionamiento de nuestra Monarqu¨ªa en este punto esencial".
Adem¨¢s, se muestra cr¨ªtico con la ausencia de un proceso de reclutamiento claro, la falta de comunicaci¨®n interna y un d¨ªa a d¨ªa marcado por silencios inc¨®modos y rumores que poco a poco les van minando. "Un elemento central en la vida de una organizaci¨®n es sin duda la moral y la motivaci¨®n del personal, que causan un impacto inmediato sobre sus resultados y bienestar", alerta.
El antiguo inspector de finanzas agradece la colaboraci¨®n de las numerosas personas con las que se ha entrevistado, pero deja otro recado para Mestre, nacida en Cuba, casada con el gran duque desde hace 39 a?os y parte de una familia rica exiliada del r¨¦gimen castrista. Waringo critica que el ¨²nico momento en que se ha obstaculizado su trabajo lleg¨® cuando realiz¨® una petici¨®n de informaci¨®n acerca de la contrataci¨®n de un trabajador para la secretar¨ªa de la gran duquesa. En ese momento, un despacho de abogados se puso en contacto con ¨¦l, y no obtuvo m¨¢s respuesta que la de los letrados.
La monarqu¨ªa luxemburguesa cuenta en total con 89 empleados a tiempo completo y otros 17 que realizan tareas puntuales. Todos ellos est¨¢n repartidos entre las instancias de Palacio, dos castillos y otras propiedades de la familia real. Las conclusiones de Waringo sobre sus condiciones de trabajo son tajantes. "La gesti¨®n de los recursos humanos genera numerosos interrogantes", estima. Y llama a tomar medidas para rebajar la tensi¨®n que padecen. "Si los trabajadores se sienten expuestos constantemente a presiones, reales o percibidas, su comportamiento puede cambiar radicalmente. Caer¨¢n enfermos m¨¢s a menudo y buscar¨¢n un nuevo empleo m¨¢s r¨¢pidamente":
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