Un nuevo d¨ªa para Europa

Cuando este viernes se haga de noche, el sol se pondr¨¢ sobre m¨¢s de 45 a?os de pertenencia del Reino Unido a la Uni¨®n Europea. Para nosotros, los presidentes de las tres instituciones principales de la UE, igual que para muchas otras personas, ser¨¢ inevitablemente un d¨ªa de reflexi¨®n marcado por sentimientos encontrados.

Nuestro pensamiento estar¨¢ con todos los que contribuyeron a hacer de la Uni¨®n Europea lo que es hoy, con los que est¨¢n preocupados por su futuro o decepcionados al ver marcharse al Reino Unido, con los miembros brit¨¢nicos de nuestras instituciones, que han participado en la elaboraci¨®n de pol¨ªticas para mejorar la vida de millones de europeos. Pensaremos en el Reino Unido y sus ciudadanos, en su creatividad, su ingenio, su cultura y sus tradiciones, que son parte fundamental del crisol que es nuestra Uni¨®n.

Estas emociones son muestra de nuestro afecto por el Reino Unido, algo que va mucho m¨¢s all¨¢ de su pertenencia a nuestra Uni¨®n. Desde el primer momento hemos lamentado profundamente su decisi¨®n de abandonar la Uni¨®n Europea, pero siempre la hemos respetado plenamente. El acuerdo alcanzado es equitativo para ambas partes y garantiza que millones de ciudadanos de la UE y del Reino Unido sigan gozando de la protecci¨®n de sus derechos en el lugar que elijan como su hogar.

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Al mismo tiempo, tenemos que mirar hacia adelante y construir una nueva asociaci¨®n entre viejos amigos. Juntas, nuestras tres instituciones har¨¢n todo lo que est¨¦ en su mano para lograrlo con ¨¦xito. Estamos dispuestos a ser ambiciosos.

El grado de cooperaci¨®n que establezcamos depender¨¢ de decisiones que a¨²n deben adoptarse. Cada elecci¨®n tiene sus consecuencias. Sin la libre circulaci¨®n de personas no puede haber libre circulaci¨®n de capitales, bienes y servicios. Sin igualdad de condiciones en los ¨¢mbitos del medio ambiente, el empleo, la fiscalidad y las ayudas estatales, no puede garantizarse un acceso ¨®ptimo al mercado ¨²nico. Sin ser miembro de la UE, no se pueden conservar las ventajas inherentes a esta condici¨®n.

A lo largo de las semanas, meses y a?os venideros, tendremos que ir deshaciendo algunos de los lazos que tan cuidadosamente se tejieron durante cinco d¨¦cadas entre la UE y el Reino Unido. Al hacerlo, tendremos que esforzarnos por dise?ar juntos una nueva manera de ser aliados, socios y amigos.

Aunque el Reino Unido deje de ser miembro de la UE, seguir¨¢ formando parte de Europa. La geograf¨ªa, la historia y los v¨ªnculos que compartimos en tantos ¨¢mbitos nos unen inevitablemente y hacen de nosotros aliados naturales. Seguiremos colaborando en aspectos relacionados con los asuntos exteriores, la seguridad y la defensa, animados por un objetivo com¨²n y compartiendo los mismos intereses. Pero lo haremos de manera diferente.

Sin subestimar la tarea que tenemos ante nosotros, confiamos en que, con buena voluntad y determinaci¨®n, podremos construir una asociaci¨®n duradera, positiva y valiosa.

Sin embargo, ma?ana tambi¨¦n empezar¨¢ un nuevo d¨ªa para Europa.

Los ¨²ltimos a?os nos han acercado, como naciones, como instituciones y como personas. Nos han recordado que la Uni¨®n Europea no es solo un mercado o una potencia econ¨®mica, sino que representa valores que todos compartimos y defendemos. Unidos somos m¨¢s fuertes.

Por esta raz¨®n los Estados miembros de la Uni¨®n Europea seguir¨¢n aunando sus fuerzas y construyendo un futuro com¨²n. En una ¨¦poca de competencia entre grandes potencias y de turbulencias geopol¨ªticas, el tama?o importa. Ning¨²n pa¨ªs por s¨ª solo puede frenar la ola del cambio clim¨¢tico, encontrar soluciones para el futuro digital o hacerse o¨ªr en un mundo inmerso en una cacofon¨ªa creciente.

Juntos, dentro de la Uni¨®n Europea, es posible.

Es posible porque tenemos el mercado interior m¨¢s grande del mundo. Es posible porque somos el principal socio comercial de 80 pa¨ªses. Es posible porque somos una Uni¨®n de democracias din¨¢micas. Es posible porque nuestros pueblos est¨¢n decididos a promover los intereses y valores europeos en la escena mundial. Es posible porque los Estados miembros de la UE utilizar¨¢n su considerable poder econ¨®mico colectivo en las negociaciones con sus aliados y socios (Estados Unidos, ?frica, China o la India).

Todo ello nos da un prop¨®sito com¨²n renovado. Sabemos que queremos ir hacia el mismo lugar y tenemos el compromiso de ser ambiciosos sobre las cuestiones fundamentales de nuestra ¨¦poca. Tal como se indica en el Pacto Verde Europeo, queremos ser el primer continente clim¨¢ticamente neutro de aqu¨ª a 2050 y crearemos en ese proceso nuevos puestos de trabajo y oportunidades. Queremos tomar la iniciativa en la pr¨®xima generaci¨®n de tecnolog¨ªas digitales y queremos una transici¨®n justa para apoyar a las personas m¨¢s afectadas por el cambio.

Creemos que solo la Uni¨®n Europea puede hacerlo, pero sabemos que solo podemos conseguirlo juntos: ciudadanos, naciones e instituciones. Y nosotros, como presidentes de las tres instituciones, nos comprometemos a desempe?ar el papel que nos corresponde.

Esa labor continuar¨¢ a partir de ma?ana.

Ursula von der Leyen es presidenta de la Comisi¨®n Europea, David Sassoli, del Parlamento Europeo y Charles Michel, del Consejo Europeo.