Situaci¨®n insostenible

El choque militar directo entre Turqu¨ªa y Siria en las cercan¨ªas de la ciudad siria de Idlib supone una grav¨ªsima escalada en el conflicto que azota al pa¨ªs de Oriente Pr¨®ximo desde 2011 no solo desde un punto de vista pol¨ªtico-estrat¨¦gico sino, sobre todo, humanitario, con cientos de civiles muertos y decenas de miles de desplazados.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, anunci¨® el pasado octubre ¡ªapenas tres d¨ªas despu¨¦s de que Donald Trump ordenara la retirada de las tropas estadounidenses presentes en el noreste de Siria¡ª una intervenci¨®n militar unilateral con el objetivo declarado de controlar una franja de 30 kil¨®metros dentro de Siria para alejar a las fuerzas kurdas presentes en la zona y tradicionales enemigas del Gobierno de Ankara. La intervenci¨®n turca fue condenada por la Uni¨®n Europea, que consider¨®, entre otras cosas, que supon¨ªa un paso atr¨¢s en la resoluci¨®n del conflicto. El tiempo y los hechos est¨¢n dando la raz¨®n a este planteamiento. La realidad es que Turqu¨ªa se ha enmara?ado en el juego de alianzas y odios entre la multitud de facciones que combaten sobre el terreno en la zona. El resultado m¨¢s preocupante de esta escalada se dio en la madrugada del domingo, cuando Ankara atac¨® y bombarde¨® posiciones del Ej¨¦rcito sirio en respuesta a la muerte de ocho de sus militares en un enfrentamiento contra tropas regulares del r¨¦gimen de El Asad.

Pero m¨¢s all¨¢ de las implicaciones pol¨ªticas, lo peor es que el sufrimiento de la poblaci¨®n civil se agrava d¨ªa a d¨ªa en medio de un fuego cruzado del que es pr¨¢cticamente imposible escapar. Agencias de Naciones Unidas han revelado que en los ¨²ltimos cinco d¨ªas una cincuentena de localidades han sido bombardeadas y casi una treintena han sufrido fuego de artiller¨ªa y ONG presentes sobre el terreno han denunciado que fuerzas sirias, apoyadas por la aviaci¨®n rusa, han bombardeado edificios como escuelas y hospitales. Entre las v¨ªctimas mortales figuran muchos ni?os, de lo que hay desgarradores documentos gr¨¢ficos, y los refugiados se cuentan por decenas de miles. De acuerdo con cifras de la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU, desde el pasado 1 de diciembre unas 390.000 personas han sido desplazadas en el noroeste de Siria.

Se trata de una situaci¨®n humana inaceptable. Naciones Unidas ha expresado oficialmente su preocupaci¨®n, pero esto resulta claramente insuficiente. Son necesarias medidas concretas para que, en primer lugar, Turqu¨ªa y Siria respeten un alto el fuego que, a la vista est¨¢, en estos momentos es poco m¨¢s que papel mojado. Rusia, que apoya a El Asad, y Estados ?Unidos, aliado de Turqu¨ªa, tienen una importante responsabilidad a la hora de evitar que la carnicer¨ªa siria se prolongue.