Por qu¨¦ una Puerta del Sol sin ¨¢rboles podr¨ªa convertirse en un acto pol¨ªtico e ideol¨®gico
Hace unas semanas se presentaba el proyecto de reforma de la zona del kil¨®metro cero en Madrid y, frente a los problemas t¨¦cnicos para ubicar m¨¢s zonas verdes, surge una reflexi¨®n: ?es la nueva plaza un ejercicio de arquitectura disuasoria?
Lo anunciaba a finales de enero el alcalde de Madrid, Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez-Almeida: la Puerta del Sol y sus alrededores ser¨¢n objeto de una reforma que, entre otras cosas, supondr¨¢ su peatonalizaci¨®n completa. El proyecto recupera en realidad la propuesta del estudio de Jos¨¦ Ignacio Linazasoro y Ricardo S¨¢nchez que ya en 2014 gan¨® un concurso convocado por el Ayuntamiento junto con el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM).
Los arquitectos aclaran a ICON Design que prev¨¦n desarrollar el proyecto a lo largo del pr¨®ximo a?o y medio, por lo que la imagen que se ha presentado es solo una aproximaci¨®n, y las obras no comenzar¨ªan hasta mediados de 2021. No son pocos los retos a los que se enfrentan. "La plaza se encuentra en un estado ca¨®tico, porque desde los a?os ochenta las intervenciones sobre ella se han ido realizando como parches, sin un plan integral previo, y actualmente la ensucian demasiados elementos distintos, desde kioscos hasta entradas de metro", diagnostican Linazasoro y S¨¢nchez.
Un proyecto de 2014: ?cuesti¨®n de plazos?
Su actual configuraci¨®n como una plaza semicircular ¨Cantes era m¨¢s bien una ancha encrucijada de caminos¨C data de mediados del siglo XIX, cuando la intervino el arquitecto e ingeniero Lucio del Valle, despu¨¦s de valorarse m¨¢s de una decena de proyectos desde 1846 a 1859 y aprobarse varios de ellos. Ahora la idea es remitirse precisamente a aquellos tiempos: "Queremos recuperar la fuerza del proyecto de Del Valle, que le daba a la plaza esa unidad que despu¨¦s se ha ido perdiendo".
Bel¨¦n Hermida, actual decana del COAM, considera que la propuesta es sostenible t¨¦cnica y econ¨®micamente, y que adem¨¢s garantiza el cumplimiento de los plazos: "Cuando el alcalde nos llam¨® para organizar el concurso, recordamos que en realidad ya se hab¨ªa celebrado en 2014 y que ten¨ªa un ganador; si convoc¨¢bamos otro, era dif¨ªcil que el proyecto saliera adelante en un plazo razonable". En ese sentido, Jos¨¦ Mar¨ªa Ezquiaga, experto en Urbanismo y decano del COAM entre 2015 y 2019, considera que la principal virtud del proyecto es precisamente su sencillez: "En lugar de a?adir cosas lo que hace es limpiar y asumir su car¨¢cter de lugar de afluencia de gente, que une barrios del sur como Lavapi¨¦s con la zona de ocio y comercial de la Gran V¨ªa".
Un lugar para pasar o uno para quedarse
En las ¨²ltimas d¨¦cadas el ¨¢rea del kil¨®metro cero ha sido una de las m¨¢s afectadas por sucesivas remodelaciones, casi siempre siguiendo un empe?o aparente por borrar de ella lo que pudiera ir qued¨¢ndole de acogedor o popular. Muy especialmente, durante el mandato de Alberto Ruiz-Gallard¨®n se convirti¨®, junto con Callao, Soledad Torres Acosta o la Red de San Luis, en una m¨¢s de las "plazas duras" de la capital, dise?adas como amplias explanadas de hormig¨®n y granito sin vegetaci¨®n alguna que m¨¢s que al disfrute ciudadano invitan a ser transitadas lo m¨¢s deprisa posible de camino a otro lugar.
Belinda Tato, fundadora del estudio de arquitectura Ecosistema Urbano, valora positivamente la idea de peatonalizar la plaza, pero su ideal dista bastante de la apariencia que a priori ofrece el nuevo proyecto. La arquitecta es responsable de proyectos como el ecobulevar del Ensanche de Vallecas, que atend¨ªa, sobre todo, a las implicaciones sociales y ecol¨®gicas de la intervenci¨®n. "Ser¨ªa interesante imaginarse un Sol totalmente nuevo, donde se pudiera disfrutar del espacio, dot¨¢ndolo de condiciones de dise?o ¨Cvegetaci¨®n, sombra, agua, mobiliario, confort t¨¦rmico¨C que la convirtiesen en un verdadero punto de encuentro y estancia y no solo un lugar de paso".
?Por qu¨¦ no hay ¨¢rboles?
En las im¨¢genes virtuales del proyecto elegido llama la atenci¨®n una ausencia de vegetaci¨®n que, seg¨²n Linazasoro y S¨¢nchez, est¨¢ motivada por cuestiones tanto est¨¦ticas como t¨¦cnicas: "Por una parte, no pueden taparse con ¨¢rboles algunas de sus fachadas m¨¢s monumentales, y por otra hay que tener en cuenta que, por debajo de la superficie, la plaza est¨¢ horadada por las l¨ªneas de metro y la estaci¨®n de Cercan¨ªas", argumentan. "No se puede plantar arbolado en un 90% de su extensi¨®n, pero de todos modos buscaremos soluciones creativas ante estos obst¨¢culos".
"Las plazas deben concebirse para dar confort al usuario en lugar de como lugares ic¨®nicos y siempre que se pueda el verde debe ser la primera opci¨®n", opina Ezquiaga. "Pero, por cuestiones hist¨®ricas o t¨¦cnicas, no todas lo permiten, y ese es el caso de Sol, que es fundamentalmente una plaza de circulaci¨®n y, adem¨¢s, pr¨¢cticamente no tiene subsuelo". Bel¨¦n Hermida propone alternativas a la vegetaci¨®n: "Si lo que se busca es que haya sombra, los toldos son una soluci¨®n tradicional que de hecho en el pasado ya estaban presentes en la parte curva de la plaza, a modo de grandes abanicos".
Andr¨¦s Jaque, doctor arquitecto, director de la agencia Office For Political Innovation y del Advanced Architectural Design Center de la Universidad de Columbia, centra su cr¨ªtica en el car¨¢cter aislado de la propuesta: "La evoluci¨®n hacia una estructura urbana de islas peatonales en las que la vida cotidiana se concentre en entornos de alta calidad medioambiental es un paso en una direcci¨®n positiva, pero lo que Madrid necesita es un plan integral de movilidad, espacio p¨²blico y medioambiente que pueda responder a los desaf¨ªos clim¨¢ticos y de toxicidad a los que se enfrenta desde hace d¨¦cadas. Esto es ineludible con la crisis clim¨¢tica actual".
Su propuesta pasa de nuevo por incrementar la masa vegetal y tambi¨¦n por recuperar la permeabilidad del suelo, "con alternativas contempor¨¢neas a esa anacr¨®nica hegemon¨ªa del granito". Esta idea ¨Cque ya contaba el reconocido arquitecto I?aki Alday en su tribuna "?Por qu¨¦ es urgente?eliminar el asfalto de las ciudades (y Barcelona ya ha empezado)?"¨C la retoma Luc¨ªa Tahan, arquitecta madrile?a residente en Berl¨ªn, especializada en investigar las intersecciones entre arquitectura y pol¨ªtica, y en la incursi¨®n de lo virtual en los espacios f¨ªsicos. "Los pavimentos continuos de hormig¨®n son impermeables, as¨ª que el agua de lluvia que cae sobre la ciudad no llega a filtrarse".
Por una cuesti¨®n medioambiental es mucho m¨¢s beneficioso permitir la filtraci¨®n del agua a trav¨¦s de los pavimentos de la ciudad y hacia los acu¨ªferos. "En ciudades como Berl¨ªn", explica, "tras unas d¨¦cadas de obsesi¨®n por impermeabilizar, asfaltar y aplanar, se ha vuelto a respetar la permeabilidad. Las calles de adoqu¨ªn sobre arena de r¨ªo, por ejemplo, se mantienen perfectamente sin ning¨²n tipo de agregante".
La arquitectura disuasoria y sus v¨ªctimas
Granito y hormig¨®n son materiales con los que los madrile?os se encuentran, en efecto, especialmente familiarizados. Pero no olvidemos que detr¨¢s de toda decisi¨®n urban¨ªstica tambi¨¦n subyace una postura pol¨ªtica. Bancos de un asiento o con reposabrazos en medio para evitar que alguien se pueda tumbar ¨Co que las personas sin hogar puedan dormir¨C, repisas en fuentes y parterres lo suficientemente bajas y estrechas para no poder sentarse, picas de rejer¨ªa de acero o tornillos en los escalones de un portal o en las repisas de las ventanas, sustituci¨®n de bancos por apoyaderos verticales en las paradas de autob¨²s o de metro.
Como afirman los ingenieros Gordan Savicic y Selena Savic en su libro Unpleasant Design, estos elementos no son dise?os fallidos, m¨¢s bien al contrario, son perfectamente exitosos: logran que los transe¨²ntes, locales o turistas, no dejen de consumir en tiendas y terrazas cuando buscan un descanso.
Existe una larga tradici¨®n en este sentido, que nos lleva a la reforma de Par¨ªs del bar¨®n Haussmann en el siglo XIX. Adem¨¢s de mejorar la salubridad en la ciudad y las condiciones de vida de sus habitantes, su plan de remodelaci¨®n era una gran operaci¨®n de propaganda pol¨ªtica a mayor gloria de Napole¨®n III, y tambi¨¦n presentaba un claro elemento de control social: con su anchura formidable, los grands boulevards de Haussmann dificultaban el levantamiento de barricadas, mientras facilitaban que las fuerzas de seguridad pudieran llegar de manera inmediata hasta cualquier "punto caliente" desde los cuarteles diseminados por toda la ciudad. No olvidemos que la Puerta del Sol ha sido escenario de protestas ciudadanas como las del 15-M.
En este sentido, Tahan reivindica las implicaciones c¨ªvicas y pol¨ªticas del Madrid que tenemos y del que desear¨ªamos tener: "La ciudad dura y lisa representa los valores del poder a trav¨¦s de la reproducci¨®n est¨¦tica del racionalismo heredado m¨¢s tarde por los reg¨ªmenes sovi¨¦ticos y fascistas. Esa monumentalidad horizontal requiere formas planas y sim¨¦tricas para generar una ilusi¨®n de ordenaci¨®n y de dominio de la ciudad". Frente a este modelo, ella propone el de la "plaza porosa", cuyo uso va m¨¢s all¨¢ del simple tr¨¢nsito o el consumo: "La sociabilidad o la producci¨®n tambi¨¦n deber¨ªan formar parte del programa de las plazas".
Jos¨¦ Mar¨ªa Ezquiaga reivindica la utilidad de los bancos en los espacios p¨²blicos: ¡°Existe cierta idea de que poner bancos y sillas en la calle favorece que se planten all¨ª personas marginales, pero eso es un error. La ausencia de asientos lo que hace es atacar a las personas mayores, que los necesitan para descansar cada poco tiempo. Y una plaza donde no haya lugar para ni?os ni para personas mayores no es una plaza".
Ejemplos al rev¨¦s
Tampoco Valerio Canals, docente y arquitecto que junto con Clara Moneo est¨¢ al frente del estudio Canals Moneo, elude las implicaciones pol¨ªticas de los planes urban¨ªsticos en marcha: "El espacio p¨²blico deber¨ªa entenderse como un ecosistema urbano, algo sensible, diverso y abierto". E identifica experiencias bien conocidas para demostrar que otro urbanismo es posible: "Un caso de ¨¦xito ser¨ªa el parque The High Line de Nueva York. Y en Madrid, en otro sentido y m¨¢s modestamente, el Campo de la Cebada, un ejemplo de activaci¨®n y gesti¨®n de un espacio p¨²blico surgido de la colaboraci¨®n entre diferentes colectivos y asociaciones vecinales".
La referencia no es casual: este espacio del barrio de La Latina, surgido tras la demolici¨®n de unas antiguas piscinas p¨²blicas, fue tambi¨¦n objeto de un plan de remodelaci¨®n que el consistorio de Ruiz-Gallard¨®n sac¨® a concurso pero que no lleg¨® a realizarse. A cambio, se cedi¨® temporalmente a las asociaciones vecinales, que con su intervenci¨®n, y en colaboraci¨®n con profesionales, le otorgaron una nueva vida. Posteriormente, el Ayuntamiento de Manuela Carmena preve¨ªa la construcci¨®n de un nuevo polideportivo en ese mismo espacio, un proyecto cuya ejecuci¨®n tampoco ha estado exenta de retrasos e incidencias.
"Un programa de medioambientalizaci¨®n radical de la ciudad no solo mejorar¨ªa la salud de los madrile?os, sino que tambi¨¦n nos dejar¨ªa una ciudad mucho m¨¢s bella, m¨¢s confortable y m¨¢s justa", concluye Andr¨¦s Jaque. "Pero adem¨¢s fomentar¨ªa la innovaci¨®n, crear¨ªa puestos de trabajo y har¨ªa a los t¨¦cnicos y a las empresas espa?olas m¨¢s competitivas internacionalmente. Todo son ventajas".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.