?Es la oxitocina la hormona del amor?

A Isabel Fuentes, por su pedag¨®gica y divertida novela Un gen fuera de la ley.

La oxitocina es una poderosa hormona que, por contribuir al estrechamiento de lazos positivos entre las personas, ha sido llamada hormona del abrazo, hormona de la confianza, hormona de la generosidad y la bondad, y tambi¨¦n hormona del amor y la felicidad. Es una peque?a prote¨ªna descubierta en 1906 por el farmac¨®logo ingl¨¦s Henry Dale. Se fabrica en el cerebro, en las neuronas del hipot¨¢lamo y se deposita bajo ¨¦l en la gl¨¢ndula hip¨®fisis, desde donde es liberada a la circulaci¨®n sangu¨ªnea en diferentes situaciones de naturaleza social. Su nombre deriva del griego y est¨¢ compuesto de dos palabras que significan ¡°nacimiento r¨¢pido¡±, lo que hace referencia a una de sus principales funciones, pues en la mujer se libera antes del parto y durante el mismo, facilit¨¢ndolo al provocar las contracciones que dilatan el cuello del ¨²tero. Tambi¨¦n se libera cuando los bebes al mamar estimulan los pezones maternos, lo que facilita la bajada de la leche.

Los experimentos con roedores han mostrado que la oxitocina estimula la conducta sexual del macho, en parte, promoviendo la erecci¨®n del pene y la eyaculaci¨®n. Nathaniel Heintz y sus colaboradores de la Rockefeller University (EE UU) han descubierto un grupo de neuronas en la corteza prefrontal del cerebro del rat¨®n que tienen receptores para la oxitocina y que cuando son silenciadas mediante t¨¦cnicas optogen¨¦ticas en la hembra en celo ¨¦sta pierde todo inter¨¦s en el macho, dejando de aproximarse a ¨¦l. En los machos, sorprendentemente, esa misma silenciaci¨®n no disminu¨ªa su inter¨¦s por las hembras. Resulta de gran inter¨¦s saber ahora si en la hembra humana, es decir, en la mujer, existe tambi¨¦n un grupo equivalente de neuronas corticales que controla su motivaci¨®n sexual.

Para conocer el efecto de la oxitocina en la conducta sexual humana una de las cosas que se han hecho es introducirles la hormona a hombres o mujeres mediante un espray nasal. De ese modo se ha observado que la oxitocina aumenta la intensidad del orgasmo y la satisfacci¨®n y saciedad tras el intercurso sexual, siendo estos efectos frecuentemente m¨¢s pronunciados en el hombre. Algunas mujeres tras recibir la oxitocina manifiestan sentirse m¨¢s capaces de compartir sus deseos sexuales y empatizar con su pareja. En algunos casos la oxitocina nasalmente inyectada increment¨® tambi¨¦n la confianza y la generosidad respecto a otras personas.

La oxitocina inyectada aumenta la intensidad del orgasmo y la satisfacci¨®n y saciedad tras el intercurso sexual, siendo estos efectos frecuentemente m¨¢s pronunciados en el hombre

Pero, el efecto m¨¢s especial de la oxitocina es el de crear o fortalecer v¨ªnculos de proximidad y relaci¨®n entre las personas. Cuando la gente se abraza o se besa, igual que durante el sexo, los niveles de oxitocina en sangre aumentan, y tambi¨¦n se ha observado un alto incremento en los niveles sangu¨ªneos de oxitocina en los primeros estadios de enamoramiento en las parejas j¨®venes. Esos niveles se correspondieron con la cantidad e intensidad de conducta afectiva entre los miembros de la pareja y persistieron durante al menos seis meses, mostrando adem¨¢s una gran estabilidad en cada uno de ellos.

En el mismo sentido de vinculaci¨®n, la oxitocina se ha relacionado tambi¨¦n con la monogamia cuando se observ¨® que, en dos cepas diferentes de campa?oles, unos ratoncillos de pradera, una de ellas que habitualmente era mon¨®gama ten¨ªa m¨¢s oxitocina en su cerebro que la otra, que era pol¨ªgama. M¨¢s a¨²n, el tratamiento cerebral con oxitocina de los campa?oles pol¨ªgamos induc¨ªa en ellos comportamiento mon¨®gamo, pues se redujo el tiempo requerido para establecer una relaci¨®n estable con una ¨²nica pareja. Tambi¨¦n se ha observado que la oxitocina facilita la fidelidad en parejas de monos titi que ya est¨¢n bien establecidas. En este caso lo hace reduciendo el comportamiento sociosexual de los miembros de la pareja con otros extra?os del sexo opuesto.

Cuando la gente se abraza o se besa, igual que durante el sexo, los niveles de oxitocina en sangre aumentan, y tambi¨¦n se ha observado un alto incremento en los niveles sangu¨ªneos de oxitocina en los primeros estadios de enamoramiento en las parejas j¨®venes

La oxitocina no solo refuerza los lazos y el deseo de seguir juntos en la pareja amorosa y sexual, pues lo hace tambi¨¦n entre los progenitores y su prole. Tanto en los padres como en los ni?os, los niveles de la oxitocina aumentan con su mutuo trato interactivo. Mari Cruz Rodr¨ªguez del Cerro, especialista de la UNED en la investigaci¨®n sobre conducta parental, en su exitosa obra?El cerebro afectivo destaca el afecto, especialmente en los primeros meses y a?os de vida, como ep¨ªtome de todas las posibles conductas paternales benefactoras para el futuro de la progenie. ?Amamos como hemos sido amados? es la pregunta que sintetiza su particular convencimiento de la gran importancia que puede tener el trato paternal para el futuro de los descendientes.

Por todo ello se ha hablado de la oxitocina como la hormona del amor y del v¨ªnculo familiar, aunque estamos lejos de poder afirmarlo en los humanos, donde las relaciones de pareja son siempre dependientes de muchos factores y, por tanto, mucho m¨¢s complejas.

Males y mitos

Debemos ser muy prudentes a la hora de valorar los efectos y las funciones de la oxitocina. No hay duda de que es una hormona prosocial, es decir, una hormona que contribuye, aunque de manera todav¨ªa muy desconocida, a establecer o reforzar v¨ªnculos entre las personas, no necesariamente de car¨¢cter sexual. Pero ser¨ªa una simplificaci¨®n y un error considerar que ella sola es la responsable de esos v¨ªnculos en un cerebro donde coexisten multitud de sustancias qu¨ªmicas, muchas de ellas hormonas tambi¨¦n o neurotransmisores, que interact¨²an de forma compleja para generar los sentimientos y el comportamiento de las personas. Son demasiados los factores que influyen en las interacciones y los v¨ªnculos sociales humanos como para simplificarlos en una hormona.

Aunque se han puesto de manifiesto sus bondades, los niveles de oxitocina pueden ser tambi¨¦n altos en situaciones no deseables, como el estr¨¦s, el aislamiento social y la infelicidad. Tambi¨¦n se ha observado que la oxitocina puede promover v¨ªnculos entre las personas de un mismo grupo o de grupos diferentes que pueden ser fuente de favoritismos, endogamias, prejuicios, envidias, agresiones y hasta corrupci¨®n nacida de la colaboraci¨®n. Los celos, pueden ser tambi¨¦n exacerbados por la administraci¨®n de una dosis de esta hormona.

Todo eso sin olvidar las cuestiones y las incongruencias existentes con el sentido general de los efectos de la oxitocina, como el hecho de que las madres que dan a luz por ces¨¢reas o no amamantan a sus hijos no dejan por eso de establecer un fuerte v¨ªnculo con ellos, o la duda de qu¨¦ clase de v¨ªnculo puede establecerse entre el terapeuta que aplica un masaje y el masajeado, y si ese v¨ªnculo es mayor cuando el masaje es m¨¢s intenso. ?Por qu¨¦, como se ha dicho, las mujeres suelen quedar m¨¢s atrapadas y esperar m¨¢s que los hombres, incluso cuando suelen ser m¨¢s anorgasmias y liberar por ello menos oxitocina, de una relaci¨®n sexual casual? ?Acaso quien tenga d¨¦ficit en la producci¨®n de oxitocina cerebral, como los autistas, no podr¨¢n establecer fuertes v¨ªnculos con otras personas? ?Puede la oxitocina crear un v¨ªnculo tan fuerte o m¨¢s intenso con los animales de compa?¨ªa que con los familiares o amigos?

Ser¨ªa una simplificaci¨®n y un error considerar que ella sola es la responsable de los v¨ªnculos en un cerebro donde coexisten multitud de sustancias qu¨ªmicas

Quiz¨¢, como ha sugerido alg¨²n especialista, lo que hace la oxitocina, m¨¢s que crear v¨ªnculos afectivos o hacernos mejores personas, es potenciar los sentimientos que ya tenemos. No nos enga?emos ni creemos nuevos mitos. No existe una hormona del amor, ni de la felicidad, ni de la bondad o algo por el estilo. Se necesitan adem¨¢s muchos m¨¢s estudios y mejor controlados en humanos para conocer en profundidad los efectos de una hormona pluripotencial como la oxitocina.

Ignacio Morgado Bernal es catedr¨¢tico de Psicobiolog¨ªa en el Instituto de Neurociencias y la Facultad de Psicolog¨ªa de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona. Autor de Deseo y Placer: La ciencia de las motivaciones?(Ariel, 2019).?