Los derechos y la derecha
La derecha prefiere seguir exhibiendo su mentalidad reaccionaria y aprovechar despu¨¦s las puertas que abren los dem¨¢s
Reaccionario: que tiende a oponerse a cualquier innovaci¨®n. La econom¨ªa del deseo de la derecha espa?ola es peculiar. Rechaza sistem¨¢ticamente cualquier propuesta de ampliaci¨®n de derechos de los ciudadanos para despu¨¦s beneficiarse plenamente de ellos. La doble moral como modo de estar en el mundo: primero se persignan, despu¨¦s pecan. Cuando la izquierda propone empoderar a los ciudadanos con una nueva ampliaci¨®n de derechos, se oponen con obscena ret¨®rica. Pero cuando la puerta se ha abierto, se cuelan por ella como los dem¨¢s. Se opusieron a la ley del divorcio y se divorcian como todos, rechazaron el matrimonio homosexual y ahora celebran las bodas de los suyos, pusieron el grito en el cielo por el aborto y cuando estuvieron en el Gobierno (Rajoy) tuvieron que retirar el intento de restringir la ley por la reacci¨®n de un sector de su electorado.
Ahora viene la eutanasia: otra vez el automatismo de la reacci¨®n en marcha. Y sin reparar en desverg¨¹enza. ¡°Quieren matar a los mayores para ahorrar costes¡±, dijo el m¨¦dico y diputado del PP Jos¨¦ Ignacio Ech¨¢niz, opositor a un lugar en la historia universal de la estupidez. Y siempre jugando con el equ¨ªvoco de presentar un derecho como si fuera una obligaci¨®n. Un derecho autoriza, no impone. Amplia el espacio de la libertad, precisamente para que cada cual pueda hacer lo que crea conveniente. Es la negaci¨®n del derecho lo que deja al ciudadano sin alternativa.
Una de las cosas sorprendentes de la Transici¨®n espa?ola fue el desmoronamiento de la religi¨®n. La cat¨®lica Espa?a se convirti¨® muy r¨¢pidamente en uno los pa¨ªses m¨¢s laicos del mundo. A pesar del poder de la costumbre, los bautizos y las bodas cat¨®licas est¨¢n en ca¨ªda libre. Y la pr¨¢ctica religiosa est¨¢ bajo m¨ªnimos. Sin embargo, la sombra de la historia sigue siendo alargada y la doctrina cat¨®lica (una Iglesia que actu¨® como aparato ideol¨®gico del franquismo) contin¨²a pesando en una derecha que mira al pasado y todav¨ªa genera temor reverencial en la izquierda. S¨®lo as¨ª se explica la timorata propuesta de ley de eutanasia, que el Gobierno ha presentado en el Congreso, cargada de cautelas excesivas para la validaci¨®n de la voluntad de quien quiera decidir sobre su propia muerte.
Otra consecuencia del peso hist¨®rico de la Iglesia cat¨®lica es la ausencia de una verdadera tradici¨®n liberal. El liberalismo cl¨¢sico, que nada tiene que ver con el mu?eco ideol¨®gico de ciertas ¨¦lites econ¨®micas llamado neoliberalismo, siempre ha sido marginal. Se nota en la vida pol¨ªtica y se nota en la incapacidad de ciertos sectores de la derecha de sumar con la izquierda a la hora de ampliar los derechos de los ciudadanos. Pero la derecha prefiere seguir exhibiendo su mentalidad reaccionaria y aprovechar despu¨¦s las puertas que abren los dem¨¢s. Quiz¨¢s unos y otros descubran alg¨²n d¨ªa que los ciudadanos se olvidaron hace tiempo de los obispos.
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