¡®El beb¨¦ Jefazo¡¯| ?A ti, tambi¨¦n te cuesta recordar los nombres de los cr¨ªos de tus amigos?
Lo importante es que el cari?o permanece, que con una chuleta en el m¨®vil la cagas menos, y que, tranquilos, a ellos les pasa lo mismo
Hace poco, los peri¨®dicos avisaban de que en 2019 han nacido menos ni?os que nunca en nuestra historia reciente. Yo no voy a contradecirlos ni a afirmar que son fake news, pero a los que tenemos amigos entre los treinta y muchos y los cuarenta y algo nos parece que hay m¨¢s nacimientos que reposiciones de La que se avecina en toda la TDT.
No paran de incluirnos en chats secretos para regalos de nacimiento, nos invitan a cenas donde se revelar¨¢ la previsible sorpresa del embarazo, y nos l¨ªan en planes log¨ªsticos para transportar, de una casa a otra, decenas de bolsas con ropa de reci¨¦n nacido para que la cadena no se pare nunca.
Y os voy a confesar una verdad inc¨®moda. Igual que de los primog¨¦nitos hay muchas m¨¢s fotos que de los segundos, en general con los beb¨¦s de amigos y conocidos pasa lo mismo cuando todo el mundo procrea a la vez y hay m¨¢s cr¨ªos que acciones bondadosas de Keanu Reeves.
El primer beb¨¦ suele recibirse con la sorpresa de la novedad, el cari?o de un socio adherido que entra al club y o a veces con la sonrisa social del que (a¨²n) no quiere ni?os y tampoco quiere que la amistad grupal cambie con el reci¨¦n llegado.
Al principio todo es gracioso y cuando alg¨²n grupo de WhatsApp se llena de videos infantiles, la gente suelta los t¨ªpicos comentarios de ¡°mira qu¨¦ mono, qu¨¦ listo, qu¨¦ bien vomita¡¡±.
Porque es el primero.
Pero despu¨¦s llegan m¨¢s nacimientos y acaba pasando como con las bodas. Se juntan todas en un mismo verano y es un estr¨¦s y un gasto y hay que ir, claro, por amistad, por cari?o o por quedar bien. Y la gente va, pero sin la misma ilusi¨®n de antes.
Despu¨¦s ya nace tu beb¨¦ y de repente experimentas el chute de amor verdadero y te sientes culpable por no haberle dedicado m¨¢s tiempo y atenci¨®n a los otros beb¨¦s o incluso por no haber preguntando demasiado durante el embarazo. Ahora quieres compensarlo, pero bastante tienes con dedicarle todo el tiempo posible a tu familia y hacerlo bien.
Y van llegando m¨¢s criaturas, el D¨ªa a D¨ªa te absorbe, no te da tiempo de ir a la cl¨ªnica cuando nacen y de repente es como esa peli que quer¨ªas ver el fin de semana del estreno y despu¨¦s la tienes dos a?os en Filmin sin darle al play.
Ahora cuesta quedar con los que no viven cerca. Y cuando nos encontramos, mezclamos nombres y edades o directamente no recordamos el nombre de los segundos o terceros cr¨ªos (porque el primero siempre permanece en la memoria) y nos toca descubrirlo con preguntas ambiguas.
(Y s¨ª, como t¨², a veces tambi¨¦n confundimos si eran ni?os o ni?as.)
Lo importante es que el cari?o permanece, que con una chuleta en el m¨®vil la cagas menos, y que, tranquilos, a ellos les pasa lo mismo.
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