John Malkovich: ¡°Mi padre muri¨® a los 53; y mis hermanos a los 50, 53 y 59. Nunca pens¨¦ que llegar¨ªa hasta aqu¨ª¡±

Este se?or que est¨¢ en un hotel de Beverly Hills tiene un lugar especial en el imaginario del cine de las ¨²ltimas tres d¨¦cadas. Ha sido el vizconde de Valmont en la adaptaci¨®n de Las amistades peligrosas. Lennie, en?De ratones y hombres. Un criminal que secuestra un avi¨®n (Con Air), un psic¨®pata obsesionado con el presidente de EE UU (En la l¨ªnea de fuego). Tambi¨¦n se ha interpretado a s¨ª mismo en uno de sus papeles m¨¢s celebrados. A los 66 a?os (naci¨® en Illinois, EE UU, en 1953) trabaja m¨¢s que nunca. ¡°?ltimamente he hecho siete pel¨ªculas, cinco series, tres giras de conciertos y una obra en el West End durante cinco meses¡±. Y, adem¨¢s, una colecci¨®n de moda, Technobohemian. En enero estren¨® en HBO The new pope, la continuaci¨®n de la serie The young pope, de Paolo Sorrentino, donde comparte protagonismo con Jude Law.

?As¨ª es como se ve¨ªa a esta edad? ?Trabajando m¨¢s que nunca? Nunca lo pens¨¦, la verdad. Nunca pens¨¦ que llegar¨ªa a los 66.

?Por qu¨¦? Sobre todo, porque en mi familia hay gente que ha muerto muy joven. Mi padre muri¨® a los 53 [un periodista que falleci¨® en 1980 por un ataque al coraz¨®n]; mi hermano, a los 59 [tambi¨¦n periodista, fallecido en 2011 de un ataque al coraz¨®n]; mi hermana, a los 53 [otra periodista, muerta en 2014 de ataque al coraz¨®n]; otra hermana, a los 50 [profesora, fallecida en 2010, de un c¨¢ncer]. Son muchos fallecimientos. Pero no estoy obsesionado con la muerte. He tenido una vida estupenda, as¨ª que si no llego a ma?ana tampoco pasa nada.

?Qu¨¦ pens¨® cuando le propusieron ser Papa en 'The new pope'? Me interes¨® porque me gusta mucho la serie, el cine de Sorrentino y la forma en que rueda. Es inteligente y hace pel¨ªculas preciosas. Me hizo feliz que me lo pidieran, aunque no es un tema que me interese especialmente. No soy religioso ni cat¨®lico. Soy ateo.

"Soy un ni?o gordito de un pueblo minero de Illinois. No soy el rey Carlos, no soy el Delf¨ªn. No soy el vizconde de Valmont, ni un asesino, ni ninguno de los personajes que he interpretado. Ni siquiera soy John Malkovich"

?Qu¨¦ buscan los directores cuando llaman a John Malkovich? Es curioso, cuando le¨ª C¨®mo ser John Malkovich, yo quer¨ªa dirigirla. No quer¨ªa salir en una pel¨ªcula que se llamaba as¨ª. Pod¨ªamos contratar a William Hurt, Sean Penn o Kevin Kline. ?Por qu¨¦ iba a ser sobre m¨ª? No hay nada interesante que me distinga de cualquiera. Ni idea. Esa es una pregunta para los directores y escritores. Por ejemplo, la gente me percibe como una persona fr¨ªa, cuando no lo soy. Me ven como un intelectual, y no podr¨ªa estar m¨¢s alejado, da igual cu¨¢nto estires la definici¨®n de intelectual. No soy un arist¨®crata. Soy un ni?o gordito de un pueblo minero de Illinois. No soy el rey Carlos, no soy el Delf¨ªn. No soy el vizconde de Valmont, ni un asesino, ni ninguno de los personajes que he interpretado. Ni siquiera soy John Malkovich. La mayor¨ªa de las cosas que la gente piensa de m¨ª son solo cosas que aparento.

?Le siguen haciendo bromas con 'C¨®mo ser John Malkovich' 20 a?os despu¨¦s? S¨ª, pero ya sab¨ªa que hab¨ªa ese riesgo. Estoy encantado de haberla hecho. No pasa nada, tengo muchos chistes de Malkovich. Solo me reun¨ª con Charlie Kaufman [guionista de esa pel¨ªcula] una vez, en un restaurante de Nueva York. No hablamos mucho. Cuando nos ¨ªbamos, me dijo: "Quiero que sepa que soy muy fan". Yo le dije: "Tranquilo, Charlie, he le¨ªdo el guion".

Una pel¨ªcula como esa tiene que cambiar la forma en que la gente se dirige a uno. Porque la gente cree que te conoce. Pero solo interpretaba un papel, igual que Cameron Diaz, John Cusack y Catherine Keener. No ten¨ªa nada que ver conmigo, pero esa es la genialidad de Charlie Kaufman y Spike Jonze [director de C¨®mo ser John Malkovich]. Es una idea. Y esa idea debe ser, no s¨¦, algo interesante sobre ser yo, alguien a quien ninguno de ellos conoc¨ªa. Yo soy como cualquiera.

?Por qu¨¦ no es usted el h¨¦roe de vez en cuando? A la gente no le interesa que lo haga. Hice una pel¨ªcula llamada Cut bank (2014). No la vio nadie. Interpretaba a un sheriff de pueblo al que le horroriza la violencia. A nadie le interes¨®. No me molesta.

Quieren al tipo retorcido con la mirada de inteligente, complejo y peligroso. S¨ª, quieren otra cosa, y me parece bien. Depende de ellos. El a?o pasado hice un detective belga, un guardabosques traficante de metanfetamina, el Papa, el cient¨ªfico jefe de Space Force, un personaje que se parece a Harvey Weinstein, un asesino, dos veces un oligarca, uno de los hermanos Koch y un personaje de una novela argentina que cree que los ciegos dominan el mundo. No tengo la menor idea de por qu¨¦ alguien me elige para algo.

"Se supone que Caravaggio mat¨® a una persona. ?Deber¨ªamos quemar sus cuadros? Es complicado"

Pregunta t¨¦cnica, ?c¨®mo se cuida la voz? Est¨¢ mucho mejor ahora porque dej¨¦ de fumar hace unos a?os. Eso ayuda mucho. Y bebo mucho menos. Solo bebo vino tinto y los taninos no son buenos para la voz. Casi la pierdo la semana pasada. Pero tengo una voz muy fuerte, resiste de una manera natural.

Usted ha tenido un asiento de primera fila para ver una de las consecuencias del #MeToo en Hollywood. Particip¨® en una pel¨ªcula hecha por Louis C.K., I love you, daddy, que fue sentenciada antes de nacer cuando salt¨® el esc¨¢ndalo sobre ¨¦l. ?Qu¨¦ le pareci¨®? La pel¨ªcula naci¨®. Es encantadora. Est¨¢ terminada. Funcion¨® muy bien en el Festival de Toronto. Me da pena por la pel¨ªcula. Se supone que Caravaggio mat¨® a una persona. ?Deber¨ªamos quemar sus cuadros? Es complicado. Si usted lo piensa, igual s¨ª. No lo s¨¦. ?Deber¨ªamos quemar libros si el escritor era mala persona? ?Deber¨ªamos quemar cuadros si la artista era hom¨®fobo? Yo prefiero hacer lo que hizo Roberto Bola?o en La literatura nazi en Am¨¦rica, ense?arlo. Esa obra es parte de la persona completa. Te puede gustar o no. Y, por supuesto, puedes rechazar profundamente, y espero que as¨ª sea, la violaci¨®n, el abuso y todo eso. La historia es un p¨¦ndulo. Va de un lado a otro.