La curiosa historia de la ¨²nica manada de caballos salvajes de Andaluc¨ªa
Una decena de equinos pasta en libertad junto a la cumbre m¨¢s alta de M¨¢laga cuatro a?os despu¨¦s de ser abandonados
El cerro de la Majada del Arce es un pedregal salpicado de hierbas y peque?os arbustos acostumbrados al fr¨ªo. A casi 1.800 metros de altitud, cuenta con vistas a la vega de Alhama de Granada al norte y al Mediterr¨¢neo al sur. Es el h¨¢bitat silencioso que ha hecho suyo una decena de caballos, que miran en la distancia a los senderistas que por all¨ª transitan hacia la cumbre de La Maroma, el pico m¨¢s alto de la provincia de M¨¢laga. Cuando se cruzan los caminos de unos y otros, la curiosidad es mutua. ?C¨®mo han llegado hasta ah¨ª? La respuesta se encuentra en una historia que se remonta cuatro a?os atr¨¢s. Y que ha convertido a esta manada en la ¨²nica de caballos en estado salvaje existente en Andaluc¨ªa.
Durante la primavera de 2016, varios monta?eros denunciaron la existencia de ocho caballos en la cima de La Maroma, a 2.066 metros sobre el nivel del mar. Contaban que estaban flacos y en malas condiciones, pero que se acercaban en busca de comida y eran d¨®ciles. El Club de Monta?a de Rinc¨®n de la Victoria inici¨® incluso una petici¨®n en Change.org que fue firmada por 953 personas. Todo apuntaba a que hab¨ªan sido abandonados all¨ª por sus propietarios. Las quejas llegaron a o¨ªdos de diversas entidades, entre ellas El Refugio del Burrito -sin ¨¢nimo de lucro y con sede en Fuente de Piedra-, as¨ª como al Servicio de Protecci¨®n de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil en Granada. Juntos activaron una operaci¨®n que supuso varias subidas a la cima para comprobar el estado de los animales.
En la primera ascensi¨®n que realizaron en verano de ese a?o encontraron ocho caballos: cinco hembras, dos machos y un potro. Y lo primero que pudieron comprobar es que carec¨ªan de microchip. ¡°Sus due?os se los hab¨ªan quitado¡±, explican fuentes del Seprona. Sin embargo, gracias a la existencia de peque?os pastos en la zona, los caballos se encontraban en buen estado de salud. Hab¨ªa una excepci¨®n: un ejemplar que ten¨ªa una pata rota y finalmente fue sacrificado tras recomendaci¨®n veterinaria. Los especialistas del Refugio del Burrito decidieron entonces que era mejor dejarlos ah¨ª, en libertad. ¡°Es una zona con mucha comida, hierba, agua¡¡±, cuentan en la organizaci¨®n, desde la que se consider¨® que los caballos vivir¨ªan en ese entorno en mejores condiciones que en un establo. Adem¨¢s de hierba suficiente, por los alrededores hay arroyos y dos fuentes en las que brota el agua permanentemente. Adem¨¢s, el riesgo de que causaran problemas era bajo: no son animales peligrosos y las carreteras de la zona transcurren muchos metros m¨¢s abajo, por lo que las posibilidades de que pudieran causar alg¨²n accidente eran pr¨¢cticamente nulas. Y no lo han hecho.
De forma paralela, la Guardia Civil comenz¨® una investigaci¨®n para intentar dar con los propietarios. No lo consigui¨®. El ¨¢rea en el que se encontraban -y se encuentran- los animales es justo el l¨ªmite entre las provincias de M¨¢laga y Granada ¡°y fue imposible averiguar de qui¨¦nes eran¡±, afirman fuentes del Seprona. ¡°A petici¨®n de la propia Polic¨ªa Local tambi¨¦n hicimos nuestras pesquisas y, aunque intu¨ªamos de qui¨¦nes eran, nos dec¨ªan que no eran suyos¡±, a?ade Jes¨²s Ubi?a, alcalde de Alhama de Granada. El regidor destaca igualmente que, como la parte alta de esta monta?a tambi¨¦n es territorio de los municipios malague?os de Sedella y Alcauc¨ªn, las averiguaciones fueron ¡°complejas¡±.
Con esas circunstancias y ante la opini¨®n de los expertos de El Refugio del Burrito, los caballos quedaron en libertad. Los resultados actuales corroboran la decisi¨®n. ¡°Est¨¢n en buen sitio, es su territorio. Est¨¢n preparados para ese tipo de zonas porque evolucionaron en las praderas de Asia y Europa¡±, cuentan en la entidad animalista, donde subrayan que cuando estos animales son abandonados en otras zonas de Andaluc¨ªa es ¡°muy dif¨ªcil¡± que sobrevivan debido al calor y la escasez de comida o agua. ¡°En cualquier caso, los agentes forestales tienen nuestro contacto, as¨ª que, si en alg¨²n momento estos ejemplares tienen alg¨²n problema de salud, podemos subir a tratarlos¡±, a?aden. ¡°Y si nosotros podemos ayudar en alguna cosa, siempre estamos dispuestos a ayudar¡±, insiste el alcalde de Alhama de Granada.
Hoy, cuatro a?os despu¨¦s de su llegada a este territorio de altura, no han creado ning¨²n problema. Y la manada ha crecido. De los siete ejemplares que hab¨ªa en 2016, ahora son diez, entre ellos un potro que mira con una mezcla de cautela y simpat¨ªa a los senderistas. Como sus cong¨¦neres, tiene el pelo largo, lanoso, pero pronto lo mudar¨¢ por uno m¨¢s corto para afrontar el verano. Las pisadas del grupo se pueden encontrar por las zonas m¨¢s altas del parque natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama, entre peque?os bosques y pastos en los que se alimentan con tranquilidad. Fueron dom¨¦sticos, pero han dejado de serlo. ¡°Se han convertido en una manada de caballos salvajes¡±, concluyen desde el Seprona.
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